Fabricar 3.800 neveras diarias, esto es, un ritmo de 158 cada hora, no debe ser una tarea sencilla, más cuando seis de cada 10 de estos electrodomésticos claves para el hogar se venden en Chile, Perú, Ecuador y varios países más de Centroamérica, cumpliendo altos estándares de calidad, eficiencia y ahorro.
Llegar a estos niveles de producción y compromiso le ha costado a la multinacional mexicana Mabe siete décadas y media; una constante búsqueda y aplicación la mejor tecnología, pero también de talento humano dispuesto a entregar lo mejor de sí para satisfacer con productos de calidad a millones de familias en todo el mundo. Y fue, precisamente, lo que la compañía encontró en Manizales.
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La historia de esta compañía ‘manita’, que arribó a Colombia en 1993 con la adquisición de tres empresas, Polarix, Centrales y Phillips, se remonta a 1946 cuando dos visionarios mexicanos, Egon Mabardi y Francisco Berrondo, fundan en la capital del país azteca Mabe, nombre que surge de las primeras letras de los apellidos de estos personajes que han dejado huella en el segmento de los electrodomésticos para el hogar o la línea blanca, como comúnmente se le conoce a este negocio.
Sin embargo, por aquel entonces, eran los gabinetes y muebles para cocina los que copaban su principal línea de producción. El negocio de la llamada línea blanca (refrigeradores y estufas a gas) se consolidaría años más tarde, en la década de los años 50.
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Este, según recuerdan las directivas de la organización, creció a un ritmo acelerado al punto de que 10 años después inició sus primeras exportaciones a países como Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, hasta que poco tiempo después logra entrar al competido mercado estadounidense. Una Alianza estratégica en 1987 con General Electric, por ese entonces uno de los líderes en la fabricación de electrodomésticos para el hogar en el mundo, le permite a Mabe construir una planta en San Luis Potosí (México) con el objetivo de elaborar productos que tendrían como destino esa nación del norte.
Tras dicha alianza vendrían otras más en países como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Argentina, por lo que se decide crear eun Centro de Tecnología y Proyectos propio en Querétaro (México), encargado de la investigación y desarrollo para Mabe y GE a nivel mundial.
En el 2000, la compañía ya era líder indiscutible del mercado latinoamericano en producción de electrodomésticos incursionando, además, en Brasil y Chile con la unión de GE Dako y CCE Electrodomésticos. Cinco años después, adquiere Camco, en Canadá, mayor fabricante y comercializador de línea blanca de ese país.
De México a la tierra del café
Transcurridas cerca de cinco décadas desde su fundación y dado el rápido crecimiento del negocio, las directivas de Mabe se dieron cuenta de que era el momento para iniciar un proceso de expansión de la organización y tener presencia directa en otros mercados de la región, ya no solo a través de las exportaciones de sus productos desde México, por lo que fijan sus ojos en Colombia y sienta sus bases operativas (1993) en Manizales (Caldas), ubicando allí su planta de producción, donde hoy laboran unas 1.500 personas, pero generan, además, otros 4.500 empleos indirectos a través de cadena productiva de 49 empresas proveedoras satelitales.
“Como parte de la expansión internacional a Latinoamérica la adquisición de Polarix y Ceteco en Colombia y Venezuela nos permitió llegar a otros países de la región como Ecuador, Perú, Chile y Centroamérica”, señala Iván Zepeda Velásquez, vicepresidente corporativo de la compañía para la región Andina.
Agrega que: “La planta manufacturera ubicada en Manizales es una de las 11 que tiene la compañía en el mundo, convirtiendo a Colombia en uno de los principales exportadores de productos para la región. En este sentido, la organización ha destinado esfuerzos importantes para robustecer su contribución en el mercado local, siendo la región Andina un foco estratégico debido a que representa la tercera zona con mayor número de ventas a nivel global”.
No en vano el 55 por ciento de lo que produce en dicha planta se exporta a Perú, Ecuador, Chile, Centroamérica y otros países del mundo, dada su conectividad y el acceso a mano de obra calificada que la hacen un punto clave para toda la organización.
La planta manufacturera de Manizales es una de las 11 que tiene la compañía en el mundo, convirtiendo a Colombia en uno de los principales exportadores de productos para la región.
En Colombia, Mabe ha venido edificando una operación sólida, sustentada en el fortalecimiento de su planta y sus directivas confían en que ese posicionamiento en el país continúe como referente empresarial y económico, pero, además, como hub de desarrollo de Latinoamérica, fomentando el crecimiento de pequeñas y medianas empresas (proveedores), desarrollando nuevas ideas de negocio que impacten globalmente generando muchos más empleos en los países donde hacen presencia directa e indirecta.
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Como a muchas de las compañías en Colombia y el mundo Mabe también sintió el rigor de los efectos de la pandemia de coronavirus que los obligó a parar su planta de producción y a enviar a muchos de sus colaboradores a trabajar desde sus casas. Sin embargo, esa coyuntura también les permitió darse cuenta que había muchas labores que se podían seguir realizando desde allí, pero también les amplió mucho más su visión de mercado dado que los confinamientos cambiaron algunos hábitos de consumo de las familias, las cuales se dieron cuenta que necesitaban más capacidad de almacenamiento de alimentos, entre otras demandas.
Más capacidad y tecnología
Con un mercado potencial aún por explorar y copar, las directivas de la compañía en Colombia se fijaron el propósito de ampliar su capacidad de producción en su planta de Manizales y mantener el liderazgo del país en la región.
Zepeda Velásquez dijo que la compañía viene desarrollando todo un entorno para robustecer su contribución al mercado local, que de hecho es una zona importante para la organización, pues Colombia hace parte del área Andina.
Por esta razón, se viene haciendo una inversión para continuar fortaleciendo y diversificando su oferta de productos en el país con las marcas mabe, GE appliances, Café appliances y Monogram, estas dos últimas enfocadas en segmentos de lujo.
Estos productos, señala, se caracterizan por brindar tecnología, funcionalidad y diseño, los cuales buscan enaltecer la experiencia en casa. Además, cuentan con atributos sostenibles como Tecnología Aqua Saver Green, que permite reducir hasta un 76 por ciento el consumo de agua en cada lavada, es decir, lo que una persona ahorra en un año, equivale a lo que se tomaría en 40 años del preciado líquido.
También está la tecnología Home Energy Saver, que facilita ahorrar hasta un 56 por ciento de energía y le da la opción a los consumidores de ser más conscientes del ahorro para la economía del hogar y con el cuidado del planeta.
Otra tecnología aplicada es la Ultra Clean Air, la cual permite ahorrar hasta un 70 por ciento de energía y optimiza el aire, librándose de virus, bacterias y contaminantes, aportando al bienestar de los consumidores.
Compromiso social
Para sus directivas Mabe seguirá siendo un referente de talla mundial en el mercado de los electrodomésticos, por lo que viene consolidando una línea de productos con un enfoque sustentable y tecnología de punta que genera un valor agregado: Tecnología Aqua Saver Green, Tecnología Home Energy Saver Green y Tecnología Ultra Clean Air, que optimizan el consumo de agua y energía.
Y como parte de su compromiso con Colombia, la organización trabaja en el apoyo a comunidades vulnerables como lo fue, por ejemplo, la entrega de 100 kits de electrodomésticos compuestos por nevera, estufa y lavadora, a las familias afectadas
por el paso del huracán Iota, en Providencia.
Durante la primera etapa de la pandemia del covid-19 se diseñaron más 6.000 Aerobox, una solución hecha con partes de neveras para proteger a los profesionales de la salud durante la atención de pacientes afectados con ese virus.
Enla actualidad, en el marco de su aniversario 75, la compañía presentó su ‘Estrategia Corporativa de Sustentabilidad’, que busca fortalecer su posicionamiento competitivo desde tres aspectos clave: mejora continua de su desempeño social, económico y ambiental; fomento a la innovación para continuar aprovechando de forma eficiente sus recursos, y desarrollo de soluciones de línea blanca sensibles a las futuras necesidades del entorno, a través de productos que van más allá de su función primordial orientados a mejorar la calidad de vida de los hogares.
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