Carlos Hernán Rodríguez Becerra, el dirigente político que tiene en sus cuentas los apoyos necesarios para convertirse en el nuevo Contralor General de la República, se salvó de morir asesinado por la entonces guerrilla de las Farc-Ep. En una paradoja más, el partido Comunes, que surgió de los acuerdos de paz con el Estado durante la administración de Juan Manuel Santos, tiene previsto que votará por él para elegirlo.
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Él se salvó del secuestro porque ese día estaba en cita médica con su hijo.
En efecto, este abogado palmireño de la Universidad Santiago de Cali, especialista en Derecho Administrativo y magíster en Derecho Constitucional de la Universidad Libre, fue diputado de la Asamblea Departamental del Valle en el periodo 2001-2003.
Rodríguez era diputado en abril del 2002, cuando miembros del Frente 30 de las Farc secuestraron a sus 12 compañeros, se los llevaron monte adentro y luego de un penoso cautiverio los asesinaron.
Él se salvó del secuestro porque ese día estaba en cita médica con su hijo. Once de los doce secuestrados fueron asesinados. En esa estremecedora página de la historia de la violencia del país, solo sobrevivió al fusilamiento Sigifredo López.
Desde el secuestro, Rodríguez Becerra, quien era vicepresidente de la asamblea, asumió la presidencia de esa corporación, al quedar sin titulares. Unos 12 días después del plagio estuvo entre quienes encabezó una marcha por la libertad y la vida de los colegas.
Los familias de los diputados secuestrados le pidieron a él que no sesionara con sus otros 12 compañeros que no cayeron en el secuestro hasta cuando se diera un paso que evitara una persecución mortal en esos momentos.
El final fue terrible. Los políticos fueron baleados. En el ataque, encadenados en sus sitios de cautiverio, murieron sus compañeros de corporación perdieron la vida Héctor Fabio Arismendi Ospina, Carlos Alberto Barragán López, Carlos Alberto Charry Quiroga, Ramiro Echeverry Sánchez, Francisco Javier Giraldo Cadavid, Jairo Javier Hoyos Salcedo, Juan Carlos Narváez Reyes, Nacianceno Orozco Grisales, Edison Pérez Núñez, Alberto Quintero Herrera y Rufino Varela Cobo.
El entonces gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez aclaró que no habían realizado ningún operativo militar de rescate y acusó a las Farc de haberles dado muerte a sangre fría.
Fue el 18 de junio de 2007 cuando los guerrilleros de las Farc los mataron. Después de una serie de vídeos distribuidos por las Farc, el 28 de junio de ese 2007, en el que los diputados secuestrados enviaban mensajes como pruebas de supervivencia, la organización anunció que once de los doce diputados habían muerto al presentarse un enfrentamiento con un grupo no identificado, que atacó el campamento.
El entonces gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez aclaró que no habían realizado ningún operativo militar de rescate y acusó a las Farc de haberles dado muerte a sangre fría. Las Farc, posteriormente, admitieron por medio de un comunicado que los diputados habían sido asesinados por orden de Pablo Catatumbo y Alfonso Cano, por lo que llamaron una “falla de seguridad” de sus propios hombres.
El rescate de los cuerpos fue también muy penoso. En esa labor, fue protagonista el ahora ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, quien acompañó la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), al rescate de los cadáveres.
Ahora, los integrantes del Partido Comunes anunciaron que votaran por él para ser electo el nuevo contralor general de la República.
En aquellos días de violencia sin freno, Rodríguez se quedó con una enorme frustración. Él fue quien llevó la voz en una propuesta ante la asociación de Asambleas en busca de analizar un acuerdo Humanitario, un año después del secuestro. Éste, al final, no se hizo realidad y el secuestro terminó como ocurrió para dolor del país.
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