Mientras el presidente Gustavo Petro daba su discurso del 7 de agosto, la Fiscalía daba más detalles del escándalo de la UNGRD. Uno de los más señalados en la jornada de este miércoles fue el director de Función Pública, César Manrique. De acuerdo con el ente acusador, César Manrique fue el encargado del traspaso de una partida de 100.000 millones de pesos que había sido entregada por la UNGRD a la Agencia Nacional de Tierras y luego fue devuelta.
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Según la Fiscalía, Manrique Soacha se encargó del “traslado de 100 mil millones de pesos de un convenio con la Agencia Nacional de Tierras y en contraprestación Olmedo López permitió que direccionaran contratos de plantas desalinizadoras, plantas de almacenamiento, molinos, jagueyes, carrotanques, pozos subterráneos, a cambio de coimas”.
Supuestamente, de acuerdo con la información entregada en la audiencia del 7 de agosto, se habría acordado la facilitación de la devolución del dinero a cambio de una coima del 7 por ciento a César Manrique en cada uno de los contratos.
A pesar de los señalamientos, EL TIEMPO pudo indagar con distintos funcionarios y allegados al gobierno de Gustavo Petro y por el momento no se ha planteado que este dé un paso al costado. El propio funcionario habló hace unos días con la Unidad Investigativa de este diario y aseveró que no tiene pensado presentar su renuncia.
Sin embargo, fuera del gobierno, comienzas las voces que piden que Manrique sea apartado, como sí ocurrió con Carlos Ramón González, que presentó su renuncia al considerar incompatible su labor como cabeza del Departamento Nacional de Inteligencia (DNI) y su mención en el escándalo.
“El perdón del Presidente se quedó en palabras y no ha sido acompañado de la debida responsabilidad política. El ejemplo más evidente es el director de la Función Pública que siendo mencionado en el vergonzoso escándalo de corrupción sigue campante en su cargo”, dijo el senador David Luna, de Cambio Radical, partido de oposición.
El concejal Daniel Briceño, del Centro Democrático, fue otro de los que habló del tema e hizo énfasis en que la Fiscalía puso en el organigrama de la supuesta estructura delincuencial a Manrique Soacha como una de las cabezas, al mismo nivel de Olmedo López.
“Aparece el señor César Augusto Manrique, amigo de Petro y quien en la Bogotá Humana encabezó el escándalo de las motos eléctricas”, fu el mensaje del concejal, que cuestionó al funcionario.
También expertos han señalado que sería insostenible la permanencia de Manrique en el gobierno. Para el profesor y analista, Jorge Iván Cuervo, de la Universidad Externado, “debe salir, entre otras por su rol en Función Pública”.
De acuerdo con Cuervo, es un tema de dar ejemplo a todos los “servidores públicos” en temas de transparencia. Aunque en este tema agregó que no solo sería su papel en el escándalo sino la falta de gestión en su cargo.
“Además no ha hecho nada, y buena parte de los problemas de gestión del gobierno deberían ser abordados desde Función Pública, con directrices y lineamientos”, apuntó Cuervo.
Y es que el Departamento de la Función Pública tiene entre sus principales objetivos la formulación de políticas relacionadas con el empleo público, es decir temas administrativos y de control interno. Como señala en sus funciones, el objetivo principal de dicha entidad es “el desempeño de los servidores públicos al servicio del Estado, contribuir al cumplimiento de los compromisos del gobierno con el ciudadano y aumentar la confianza en la administración pública y en sus servidores”.
Sin embargo, que su principal cabeza esté implicada en un escándalo de corrupción deja en entredicho sus labores misionales. No en vano, bajo su paraguas está el sistema de contratación nacional, el gestor normativo y otras áreas básicas de funcionamiento.
Un solo funcionario
En medio de las más recientes revelaciones, solo ha dado un paso al costado Carlos Ramón González, director del DNI y quien aún sigue en funciones debido a que no se ha designado un reemplazo. Los otros grandes implicados desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y el director de la Función Pública, César Manrique, no han dado sellas de dejar el cargo.
En cuanto a Bonilla, el primer mandatario lo ha defendido y ha dado a entender que no lo apartará de su cargo. Incluso, antes de ser vinculado directamente en el escándalo, Gustavo Petro lo calificó como inamovible ante la inestabilidad económica por la que pasa el país.
Por otro lado, como ya se dijo antes, desde el gobierno no se ha planteado la salida de Manrique. Sin embargo, varios recuerdan la trayectoria del funcionario al lado de Gustavo Petro, incluso hicieron énfasis en que ya está vinculado al escándalo de la compra de motos eléctricas en Bogotá.