En enero del 2016, los precios del petróleo se desplomaron a menos de 28 dólares por barril, y Ecopetrol miraba qué pozos cerrar. Con la caída actual de precios, la empresa habla también de cierres, pero los precios aún están a más del doble que en ese entonces.
Presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, quien anunció el cierre de pozos. Foto:Ecopetrol
Al mirar en 2016 qué pozos cerrar, el criterio se resumía en estas palabras de Juan Carlos Echeverry, presidente de la empresa para el momento: “Podemos seguir funcionando, sin ningún problema, con precios de entre 20 y 30 dólares”.
Por lo tanto, en aquel momento, si el barril bajaba de ese rango, se podrían cerrar yacimientos cuyos costos estuvieran arriba de ese intervalo de precios.
“El precio al cual producimos caja –decía entonces Echeverry– está entre 20 y 30 dólares”, y luego agregaba: “El nivel en el cual damos utilidades está entre 30 y 40 dólares”.
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Si esos niveles se traen a dólares actuales, el rango para funcionar sin problema equivaldría aproximadamente a entre 25 y 38 dólares de 2025, por debajo de los 64 dólares por barril observados en los últimos días que tienen encendidas las alarmas de la administración actual de la empresa.
Esa alarma parece mostrar que además del efecto natural de la inflación de los últimos años, podría haber en ese mismo tiempo cambios en los costos que afectan de manera particular a toda esta industria, superiores a la inflación general. O cambios muy específicos en los costos que genera la empresa.
Mirando solo la inflación general, el nivel por barril que produce caja, traído a dólares de 2025, estaría entre 25 y 38 aproximadamente. Y el nivel que daría utilidades, entre 38 y 50 dólares.
Por eso es razonable pensar si los valores a los que la extracción es rentable se han incrementado por encima de la inflación o bien para toda la industria, o por circunstancias especiales de la empresa.
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¿Qué pudo haber pasado con los costos luego de estos años? Un experto consultado explica que los datos durante la crisis de precios, que tuvo su peor momento en enero de 2016, daban una visión general, promedio, de los yacimientos que la empresa explota, pero puede haber diferencias entre los diferentes pozos.
“Si bien el promedio puede ser más bajo (del precio cercano a 60 dólares por barril de estos días), siempre hay campos con precio break-even (al que dan utilidades) alto”, dice el experto y agrega que dichos campos individualmente “se vuelven inviables si el barril cae, digamos, por debajo de 60 dólares”.
Sin embargo, apunta que eso lo debe mostrar la administración de la empresa en detalle, campo por campo.
Efectivamente, los reportes de Ecopetrol al mercado muestran que en los últimos dos años hay un aumento notable para la empresa en su break-even o punto de equilibrio para empezar a generar utilidad neta por barril.
Para el año completo 2022 era de 31 dólares por barril (similar a lo ya comentado para 2016), pero al año pasado se había subido a 49 dólares por barril. Así, en estos dos últimos años el aumento del punto de equilibrio es de 58 por ciento, lo que da más sentido a la posibilidad de cerrar pozos como lo anunció la compañía.
De acuerdo con el ingeniero Alejandro Ospina, presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Energética de Colombia (Utipec) el punto de equilibrio depende de varios factores, “pero en general hace referencia a unos endógenos, que se asocian a la productividad de la empresa en sí”.
De acuerdo con el líder sindical, se trata de los costos para extraer, tratar en superficie, y en el caso de Ecopetrol, trasportar, refinar, comercializar y ahora incurrir en otra gran cantidad de actividades.
Ospina se refiere a que la empresa ha asumido desde el desarrollo de nuevas fuentes energéticas como el hidrógeno, y otras actividades en energías renovables, “que nosotros hemos criticado como no misionales, y representan inversiones a largo plazo, sin retorno en algunos casos, o con retornos mucho menores que la actividad misional de explorar y producir hidrocarburos“.
Además, dice el presidente de Utipec, también hay un efecto por “la pérdida de capital humano experto y su reemplazo por personal poco competente y en ocasiones con fines burocráticos que reflejan una mala administración”.
Ospina también hace referencia a factores exógenos “como por ejemplo el mayor costo que tiene la producción de barriles marginales, pero que para el caso, es una práctica en que se ha incurrido en Ecopetrol para encubrir la incapacidad de crecimiento real de la empresa”.
En este sentido, dice el dirigente de los trabajadores, en pos de altas producciones, “se incurre en mayores costos por recurrir a campos muy maduros, o a pozos e infraestructura poco productiva, lo que incrementa el costo promedio de producir”. Así, por la moratoria en nuevos contratos, los campos en su ciclo natural, al envejecer se hacen más costosos.
Otro factor que agrega Ospina es que hasta el 2022 la empresa tributaba el 35 por ciento de renta, mientras que desde la tributaria de este gobierno debe tributar 50 por ciento.