María Isabel Urrutia es la nueva ministra del Deporte. Su llegada, como la de todo el nuevo gobierno que empezó este domingo con la posesión de Gustavo Petro como jefe de Estado, genera expectativas y esperanzas.
Urrutia lo tiene todo
La de Urrutia resultó ser una designación cantada y especial por su condición de gloria deportiva, líder del sector, ex representante a la Cámara, expresidenta de la Liga de Pesas de Bogotá; por ser una mujer negra (algunos prefieren, afrodescendiente), que en sus comienzos vendió tintos y fue operadora telefónica en Emcali.
Lo tiene todo: el ser, el deber ser, el significante y el significado.
En el resumen del empalme entre el gobierno saliente y el entrante, se informó que en los primeros cien días la nueva administración presentará un proyecto para reformar la Ley del Sistema Nacional del Deporte, un anuncio amplio y gaseoso.
Supongo que tendrá énfasis en las bases sociales, la recreación, el deporte como generador de comunidad y cambio social, como herramienta de formación y prevención.
En su primera entrevista, con este diario, la ya ministra habló también del alto rendimiento (el competitivo), el del ciclo olímpico, el que de manera paradójica y casi que insólita se desplomó en los últimos cuatro años, justo cuando se creó y se estrenó el ministerio que ahora dirige.
(Puede leer: Nairo Quintana, Miguel Borja y las figuras del nuevo video del himno de Colombia).
El nuevo gobierno con su nueva ministra tiene, entonces, dos retos enormes: conseguir más plata para el sector y apretar tuercas en las federaciones.
En este campo, las ‘viejas’ medallas del pasado reciente en los Olímpicos de Londres y Río de Janeiro hicieron que se olvidara el semillero, el trabajo de base, el saber que para recoger triunfos pues hay que sembrarlos.
El ministro saliente, Guillermo Herrera, que apenas estuvo en el cargo en el último año, dijo, también en este diario, que dejó montado un programa de nuevos talentos apoyados para corregir el error que recibió.
El nuevo gobierno con su nueva ministra tiene, entonces, dos retos enormes: conseguir más plata para el sector y apretar tuercas en las federaciones.
La reunión entre Urrutia y una Dimayor convulsa
Básicamente, lo de siempre… “Hay que ordenar un poco el deporte de alto rendimiento”, dijo Urrutia, quien, a propósito, en la víspera de su nombramiento oficial, se reunió con algunos presidentes de equipos de fútbol de la convulsionada, politiquera y escandalosa Dimayor, que otra vez se debate en su eterna pugna interna entre la oposición de los que quieren tener el poder de cogobernar que ya tuvieron durante la administración de Jorge Perdomo, y que hacen sonar sus sables con mucho ruido para tumbar a su presidente, Fernando Jaramillo, como ya lo hicieron con su antecesor, Jorge Enrique Vélez.
EL TIEMPO supo por dos de los presentes a esa reunión, convocada por un amigo de Eduardo Méndez (presidente de Santa Fe, líder público de la oposición), que fue “más de corte social y de acercamiento”.
Estuvieron los presidentes de Equidad, Cortuluá, Chicó, Llaneros, Santa Fe y Millonarios. La ministra pidió que le explicaran el porqué de los problemas para hacer la Liga Femenina, y, sorpréndase, el propio Méndez le pidió un encuentro formal con el presidente de la Federación, Ramón Jesurún; de la Difútbol, Álvaro González, y Jaramillo.
Y hablando de Jaramillo: hoy tiene 12 votos en contra seguros (la oposición dice contar con 16): Santa Fe, Patriotas, Águilas, Jaguares, Tolima, Cúcuta, A. Petrolera, Equidad, Huila, Llaneros, Magdalena y Valledupar.
Ningún equipo grande. Bueno: Santa Fe… Y sí hay indecisos que son votos en contra potenciales como Cortuluá, Caldas, Junior y Barranquilla.
Ya había escrito aquí que coleccionar disgustos le iba a traer problemas a Jaramillo. La renuncia en su momento de las comisiones de disciplina es un hecho inédito y grave que no puede pasar como si nada.
La oposición repite su vieja y conocida estrategia de ganar por agotamiento, insistir e insistir, atacar y atacar, e incomodar e incomodar hasta aburrir y sacar. Como dice el refrán popular: ‘No jode más, no jode menos, siempre jode parejo’ y con resonancia en toda la prensa.
Aún no hay los votos necesarios para sacar a Jaramillo, pero la oposición está cerca y seguramente Jaramillo se irá más temprano que tarde, porque con el argumento opositor de que no hay gobernabilidad pues no dejarán gobernar. La Dimayor siendo Dimayor.
GABRIEL MELUK
EDITOR DE DEPORTES EL TIEMPO