¿qué consecuencias tendría tras asaltar la embajada de México?


Ecuador sigue con la incertidumbre sobre las consecuencias que traerá para el país la irrupción policial violenta en la embajada de México en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas y la consecuente ruptura de relaciones bilaterales decretada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

La canciller mexicana, Alicia Bárcena, dijo este domingo en una conferencia de prensa que su país -que recibió el respaldo de al menos 18 países de América Latina, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea- acudirá este lunes a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al derecho internacional.

El jefe de Cancillería de la Misión en Ecuador, el ministro Roberto Canseco Martínez, forcejea con policías para intentar evitar que trasladen al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción, y a quien se le fue negado el asilo político, este viernes en Quito (Ecuador). EFE/ José Jácome

Foto:EFE

“A partir de mañana (lunes) estaremos acudiendo a la Corte Internacional de Justicia, donde estaremos presentando este triste caso y por supuesto iremos a todos los foros multilaterales regionales e internacionales que corresponden para que realmente esto, primero que nada, se condene por toda la comunidad internacional”, dijo.

Pero, ¿a qué consecuencias se enfrenta el gobierno de Ecuador?

El primer escenario es el que ya anticipó México  en la Corte Internacional de Justicia. La canciller mexicana comentó este domingo: “Podemos ganar este caso rápidamente”.

En declaraciones a la agencia AFP, el doctor en Ciencia Política Esteban Nicholls, director de estudios latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador (UASB), explicó que “de la Corte puede esperarse una de dos cosas: una sanción pecuniaria, es decir, una multa, o apartar a Ecuador de ciertos” comités y votaciones en organismos multilaterales como la OEA.

Glas fue condenado por corrupción en 2017.

Foto:Policía Nacional de Ecuador via Getty Images

Sin embargo, México es libre de fijar sus pretensiones ante la Corte, señala Nicholls, quien también anticipa como podría defenderse Ecuador en el tribunal de la ONU: “Va a argumentar que la embajada mexicana dio cabida a un preso común y corriente, no a un perseguido político. El derecho internacional no da cabida a que un criminal común se ampare en una embajada“.

Pero “la Corte seguramente va a encontrar a Ecuador culpable porque invadir una embajada es -al menos en la teoría del derecho internacional- invadir otro país”, sentenció el experto.

La Corte seguramente va a encontrar a Ecuador culpable porque invadir una embajada es -al menos en la teoría del derecho internacional- invadir otro país.

Desde un primer momento, el Gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, justificó la irrupción en la embajada porque debía detener a Glas, acusado de supuesta corrupción y quien se había refugiado en esa sede diplomática a la espera del asilo político, que México finalmente concretó pocas horas antes de su arresto y traslado a una cárcel de máxima seguridad.

Previamente, Ecuador había declarado “persona non grata” a la embajadora mexicana Raquel Serur, que este domingo regresó a su país con todo el personal de la delegación diplomática que dirigió y con el respaldo de varios embajadores de países amigos que fueron a despedirla en el aeropuerto de Quito.

Pese al contundente rechazo regional, el Gobierno ecuatoriano ha intentado justificar sus acciones bajo el argumento de su lucha contra la corrupción en el marco de una guerra declarada por el presidente Noboa contra el crimen organizado que azota su país.

Integrantes de un cuerpo élite de la Policía ecuatoriana irrumpen en la Embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción, y a quien se le fue negado el asilo político, este viernes en Quito (Ecuador).

Foto:EFE

El Ejecutivo ecuatoriano identificó a Glas, alfil del expresidente Rafael Correa, como la antorcha de su lucha anticorrupción y recordó que ya fue condenado por asociación ilícita y cohecho, además de estar siendo investigado en otro caso de malversación de fondo público.

Glas, quien niega tales cargos y dice ser víctima de persecución política y judicial, espera que la justicia local trámite, entre tanto, una demanda de habeas corpus presentada por su defensa, que considera ilegal su arresto del viernes.

El operativo, sin antecedentes cercanos en el mundo y que derivó en la ruptura de relaciones, también tendrá repercusiones económicas. Las negociaciones para un tratado de libre comercio entre México y Ecuador, un requisito para que Quito pueda incorporarse a la Alianza del Pacífico y así tener acceso al mercado asiático, quedaron en “pausa”, señaló la cancillería mexicana este domingo.

Pero, más allá de las implicaciones judiciales y políticas casa adentro, la actuación del presidente Noboa en la crisis con México está sometida a interpretaciones sobre las repercusiones externas del hecho.

Hay analistas que advierten un exceso de confianza y capricho en la acción oficial en la embajada mexicana, motivada, según ellos, por la pugna entre el correísmo y el anticorreísmo, una dualidad política que ha marcado la vida del país en los últimos 17 años.

Andrés Manuel López Obrador.

Foto:Isaac Esquivel. EFE

Sin embargo, expertos como el catedrático Napoleón Saltos presumen que también se han puesto en juego percepciones sobre la soberanía nacional de los Estados y la aplicación y respeto a los instrumentos jurídicos internacionales. 

Por ello, opinó, en declaraciones que cita EFE, que lo sucedido en la embajada mexicana en Quito podría incluso considerarse una suerte de experimento para interpretar otros contextos en las relaciones políticas internacionales y que, según él, tiene un precedente en el reciente ataque israelí al consulado de Irán en Siria, un hecho que hoy tiene en máxima alerta a Israel ante el temor de una represalia y la escalada del conflicto regional en Oriente Próximo.

De momento, apunta el catedrático, la OEA y otros organismos de integración regional deberían superar el discurso de condena y formular respuestas más firmes sobre los principios de soberanía que rigen en la región, sobre todo formulaciones que impidan nuevos acontecimientos similares a los que han llevado a esta crisis entre Ecuador y México.

Saltos estimó, sin embargo, que en este proceso de debate regional, Ecuador podría quedar aislado y sufrir las consecuencias de una acción que, al parecer, no calculó las implicaciones internacionales.

La OEA.

Foto:Lenin Nolly / EFE

Los gobiernos de izquierda de Brasil, Colombia, Venezuela y Chile rechazaron en términos enérgicos la entrada forzosa de la fuerza publica para capturar a Glas. Y los Gobiernos de derecha hicieron lo propio. Incluso el de Javier Milei en Argentina, que se ha visto recientemente en polémicas verbales con el propio López Obrador, se sumó a la condena regional. 

Nicaragua fue más lejos e imitó a México al romper relaciones con Ecuador. Y Bolivia, entre tanto, retiró este domingo a su embajador en Quito.

Eso sí, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, guarda un silencio solitario.

“Cortar relaciones con México no es poca sanción, es un país de mucho peso en la región(…). Va a ser difícil tenerlo en contra y también a sus aliados”, anticipó, por su parte, Michel Levi, profesor de estudios globales en la UASB.

Cortar relaciones con México no es poca sanción, es un país de mucho peso en la región.

“Retirar a todo el personal diplomático sin dejar ni siquiera atención consular ya es una medida bastante radical” por parte de México, advierte el experto en derecho internacional.

La ruptura “es peligrosa y puede ralentizar estrategias de cooperación” entre dos países clave en las rutas del narcotráfico a Estados Unidos, apunta, por su parte, Roberto Beltrán, profesor de gestión de conflictos de la Universidad Técnica Particular de Loja.

En contraste, analistas anotan que Noboa, tras este operativo contra Glas, se ha fortalecido en la política interior. Según dicen, el presidente ecuatoriano ha presentado la irrupción en la embajada como parte de su “lucha contra la impunidad”.

En Ecuador, Glas es “símbolo de la corrupción”, señala el doctor en Ciencia Política Esteban Nicholls.

De hecho, algunas voces citan como antecedente lo ocurrido el año pasado, cuando la exministra ecuatoriana de Transporte, María de los Ángeles Duarte, condenada a ocho años de cárcel por cohecho, escapó a Venezuela, luego de más de un año refugiada en la embajada de Argentina en Quito. El episodio provocó una crisis diplomática entre el entonces presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, y Buenos Aires.

Esta vez, Noboa -dice el profesor Roberto Beltrán- se muestra “como un mandatario con mucha fuerza, con la decisión suficiente para tomar resoluciones” drásticas.

En cualquier caso, lo ocurrido en la embajada mexicana en Quito es la antesala de la prueba de fuego que afrontarán el mandatario de 36 años y su estrategia de “mano dura” en la consulta popular propuesta por su gobierno para otorgar mayores facultades a la fuerza pública en la lucha contra la delincuencia. Los ecuatorianos votarán la iniciativa este 21 de abril.

WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ – REDACCIÓN INTERNACIONAL – EL TIEMPO

(*) Con información de agencias



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