En un artículo publicado por Psychology Today, el experto en psicología Farid Pazhoohi analizó las respuestas tanto de padres como de hijas y encontró que los padres con mayor educación o estabilidad financiera tendían a formar vínculos emocionales más fuertes con sus hijas.
El informe señala que cuando las personas crecen en entornos estables y ricos en recursos tienden a invertir más en las relaciones a largo plazo, y los padres que se encuentran en este contexto parecen ser más comprometidos emocionalmente y cariñosos.
Los padres con mayor educación forman vínculos emocionales más fuertes con sus hijas. Foto:iStock
Otro hallazgo importante del estudio fue que las hijas que se consideraban más atractivas tendían a reportar vínculos emocionales más fuertes con sus padres, y también recibían más apoyo y protección.
De acuerdo al psicólogo, este comportamiento responde a una lógica biológica: en términos evolutivos, las hijas con un mayor valor percibido como pareja pueden atraer más la atención masculina, lo que aumenta el riesgo de conductas sexuales tempranas o de riesgo. En este escenario, los padres pueden responder a esto, consciente o inconscientemente, aumentando su participación.
La religión y la actitud de los padres hacia las hijas
En el extremo contrario a lo que muchas personas podrían pensar, en el estudio la religiosidad se asoció con un comportamiento menos protector desde los padres hacia las hijas.
Aunque no demuestra una relación clara sobre la religión y la crianza de los hijos, sí sugiere que la ideología podría no ser tan crucial para la calidez o la participación paterna como se creía. En su lugar, las circunstancias prácticas de la vida, como la educación, los ingresos y la disponibilidad emocional, desempeñan un papel más importante que la religión.