¿Recesión o aterrizaje suave de la economía de Estados Unidos?; así se sentiría en Colombia, según opinan algunos economistas

La leve subida de las tasas de interés por parte del banco central de Japón y el repunte en los datos de desempleo en Estados Unidos, que de inmediato encendió las alarmas ante una posible recesión en la que es considerada una de las economías más fuertes del planeta, no solo provocaron el desplome de los principales mercados bursátiles del mundo, incluida la bolsa de Colombia, sino que, además, alertaron por las consecuencias que esa situación tendría sobre la economía local, que apenas trata de recuperarse del pobre desempeño observado en el 2023, cuando su producto interno bruto (PIB) apenas avanzó 0,6 por ciento, según el Dane.

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La Bolsa de Valores de Colombia (BVC), catalogada hasta ese momento como una de las de mayor crecimiento y rentabilidad del presente año –el 20 de mayo alcanzó su punto más alto al repuntar 20,6 por ciento–, cayó en línea con las demás plazas bursátiles del mundo (1,67 por ciento anual), impactadas por las noticias que llegaban desde Japón y Estados Unidos, las cuales tendieron un manto de duda sobre el futuro económico mundial para lo que resta de este 2024.

Pero bastaron solo unos cuantos días para que la calma retornara a los mercados bursátiles, muchos de los cuales lograron borrar las pérdidas acumuladas durante una semana que algunos analistas calificaron de extrema volatilidad.

Desde Asia hasta Latinoamérica, los mercados terminan la presente semana en terreno positivo. La BVC avanzó 0,86 por ciento con su principal indicador, el MSCI Colcap, en niveles por encima de las 1.300 unidades, una cifra que lo ha caracterizado a lo largo del presente año, con excepción del ‘bajonazo’ del lunes anterior.

Pero más allá del susto económico de la semana que concluye y de que son muy pocos los que creen que Estados Unidos pueda entrar en recesión, lo cierto es que hay señales que no se pueden perder de vista, más aún en medio de un entorno local complicado y cuando el desempeño de la economía que está en duda es el del principal socio comercial de Colombia.

“Confieso que en los análisis que he podido ver en medio de la incertidumbre que existe, más o menos hoy el 65 por ciento de los economistas consideran que no habrá recesión (en Estados Unidos), sino un aterrizaje suave. Solo el 35 por ciento sí lo cree. Pero hoy no la hay, el nivel de empleo está creciendo aunque a tasas más moderadas y las solicitudes de desempleo se han mantenido muy bajas históricamente. Tampoco tenemos una situación compleja en términos de condiciones financieras allí, de hecho, han venido mejorando algunos de los indicadores del viernes hasta hoy. No creo que haya recesión, pero en esto nada es descartable por completo”, comento Andrés Langebaek Rueda, director de Estudios Económicos de Grupo Davivienda.

Elecciones presidenciales

Pero no solo es el tema económico lo que le debe preocupar a Colombia en la coyuntura actual, también cuenta el hecho de que Estados Unidos se encuentra en un periodo electoral cuyos resultados pueden impactar de alguna manera al país.

Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú Colombia, sostiene que “tendremos que estar eso sí muy pendientes del desarrollo de la carrera presidencial de Estados Unidos en este segundo semestre del año, en la medida que el Partido Republicano es muy de la tendencia a incrementar el nivel de aranceles, lo que podría llegar a impactar aún más, por lo pronto, resaltamos que la economía colombiana continuará su proceso de recuperación este 2024 con un crecimiento estimado de 1,6 por ciento”.

Pero ¿qué tanto un escenario de recesión o de aterrizaje suave del principal socio comercial de Colombia puede frenar la recuperación económica del país?

Analistas consultados coinciden en que los canales de transmisión son dos, principalmente, golpeando la demanda de productos que el país le vende a Estados Unidos, algunas materias primas, al tiempo que podría golpear el flujo de remesas que trabajadores colombianos envían desde allí a sus familiares en Colombia, entre otros factores.

Golpe a las exportaciones

“Una disminución de la demanda en la principal economía mundial afectaría negativamente nuestras exportaciones tanto en cantidades como en precio ya que venderíamos menos barriles de petróleo a un precio menor (Estados Unidos es un actor que afectaría a la baja los precios internacionales del crudo si su actividad económica cae). De la misma forma, la debilidad de esa economía generaría mucha incertidumbre a nivel internacional, lo que se traduciría en aversión al riesgo y por tanto en un dólar fuerte”, explica Munir Jalil, economista jefe de BTG Pactual para la región andina.

Algo en lo que coincide Langebaek Rueda, quien dice que, además del golpe que se daría por el lado de las exportaciones de flores y café, entre otros productos industriales, una desaceleración muy fuerte de esa economía se puede reflejar en una menor demanda por petróleo y otras materias primas que podría llegar a tener un impacto adverso sobre algunos precios de productos de exportación.

Y si bien para María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), las señales de una posible recesión en Estados Unidos son insuficientes aún, es claro que el país debe prepararse ante cualquier eventualidad que impacte la relación comercial con su principal socio.

Señala, en ese sentido, que es necesaria una estrategia empresarial de largo plazo, que cuente con el apoyo e incentivos del Gobierno Nacional, de tal manera que las exportaciones cuenten con valor agregado, tengan tecnificación y permitan llegar de manera más competitiva a Estados Unidos. “Sabemos que se puede lograr, pues en 2023, Estados Unidos disminuyó la demanda en 76 de los 98 subsectores y aun así Colombia logró mantenerse como un proveedor importante y aumentar sus ventas en diversos productos”.

Otro de los frentes en los que se sentiría el freno de la economía estadounidense es el de las remesas que llegan a Colombia desde ese país, pues una de las variables más importantes para estas es la situación del mercado laboral del país de donde provienen y Estados Unidos ha sido históricamente el mayor generador de estos recursos para el país.

Solo el año pasado ingresaron a Colombia por este concepto cerca de 10.1000 millones de dólares, y en el primer semestre del 2024 ya sumaron 5.627,6 millones, según datos del Banco de la República.

Para Luis Fernando Mejía, director del centro de estudios económicos Fedesarrollo, otro de los canales de transmisión de una eventual recesión en el país del norte es el financiero, toda vez que una fuerte desaceleración del crecimiento en ese país generaría una caída en los precios de los activos locales, incluyendo la bolsa colombiana y nuestra moneda frente al dólar, tal como ocurrió el lunes.

También habría un impacto en el canal real, que se refiere a una disminución en la demanda de bienes y servicios de exportación, lo que tendría un efecto negativo en el crecimiento del país. “Sin embargo, se tardaría un poco más en materializarse, pero es importante porque Estados Unidos sigue siendo nuestro principal socio comercial”.

Impulso para un recorte en las tasas de interés

Aunque una fuerte contracción de la economía estadounidense tendría serias repercusiones en el proceso de recuperación de Colombia, paradójicamente esa situación podría contribuir a que el proceso de ajustes de tasas se acelere.

Según explica Andrés Langebaek Rueda, del Grupo Davivienda, uno de los canales de transmisión de la caída de la economía del país del norte son las tasas de interés. “Si se cristaliza esa situación, tendrían que hacer ajustes de política monetaria reduciendo tasas para evitar que la magnitud de esa recesión sea muy grande y eso tendría un efecto positivo para Colombia, porque finalmente las tasas en Estados Unidos actúan como piso de las tasas a nivel global, por lo que permitiría una mayor reducción de tasas en Colombia por parte del Emisor”. 



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