Reforma tributaria: Senado votó por eliminar el impuesto a las iglesias – Congreso – Política


Este miércoles se realiza el último debate para la aprobación de la reforma tributaria de Gustavo Petro en las plenarias de Cámara y Senado. Justamente, en el Senado, la plenaria aprobó la proposición de la oposición para eliminar el impuesto a las iglesias, un tema que subió de tono la discusión entre los congresistas.

El artículo 15 del proyecto, que aún no ha sido debatido en la Cámara de Representantes, propone que se deje a un lado el trato especial a las iglesias para que paguen renta por aquellas actividades comerciales que no están relacionadas con el rito o el culto, la beneficencia ni la educación.

El momento de la votación fue el más álgido. La senadora Clara López tomó la palabra e invitó a votar en contra a la proposición de eliminar el artículo, por lo que hubo rechiflas en el recinto. 

Aunque la votación se inició, el presidente del Senado Roy Barreras frenó la votación por instantes, pero finalmente, la votación se cerró a favor de la proposición que tumbó el impuesto a las iglesias. El resultado fue 58 a favor y 26 en contra.

Sin embargo, el presidente Gustavo Petro, mediante un trino y refiriéndose al impuesto a las iglesias, escribió “Ni lo propusimos, ni lo tumbamos”.

Los argumentos en contra del impuesto a las iglesias

Respecto a la eliminación del impuesto a las iglesias, la oposición (Centro Democrático y Cambio Radical) hizo una proposición para excluir dicho artículo. La senadora Paloma Valencia destacó que la libertad religiosa empieza por la defensa de la pluralidad religiosa que tiene Colombia y que, según ella, últimamente ha sido objeto de persecución.

“Aquí nos están diciendo que se gravan impuestos a las iglesias cuando hacen actividades que no son del culto. No es cierto que las iglesias hagan actividades que no son de culto porque es que el culto no es solamente ir a la iglesia a orar, el culto también implica todas las actividades que generan la difusión del mensaje religioso”, mencionó.

En ese sentido subrayó que no está de acuerdo con el artículo 15 porque una fiesta para jóvenes y otras actividades de ocio tienen el único propósito de divulgar el credo de cada religión o, en otros casos, para recoger fondos y hacer la integración.

“Hay que recordar que las exenciones tributarias de las iglesias en Colombia son el reconocimiento a la persecución que sufrió la iglesia católica cuando le quitaron los bienes”.

Por su parte, el también senador del Centro Democrático, Alirio Barrera, apoyó a su colega y aseguró que las iglesias, en muchas ocasiones, hacían más cosas por la sociedad colombiana que el mismo Estado. 

“Tener en cuenta de que son las iglesias las que están elaborando un trabajo social que ni siquiera el mismo Estado lo está haciendo: recuperación de hogares, sacando personas de la drogadicción, ayudando a las personas con discapacidad y otros. Y la verdad es que lo que reciben del Estado es cero”, dijo.

Asimismo, manifestó que es injusto que graven a las iglesias cuando éstas no solo hacen una labor social, sino que, además, se mantienen en pie gracias los aportes y las donaciones de quienes se congregan en la fe.

“Es el ejercicio social más grande que hace cualquier entidad en todo el país. No le están haciendo daño a nadie, están formando personas, formando ciudadanos con temor a Dios, con amor a la patria, con respeto por las instituciones”, culminó su intervención Barrera.

Finalmente, Miguel Uribe se sumó a sus compañeros y enfatizó que el artículo 15 es una muestra de la persecución ideológica que, según él, ejerce el gobierno Petro y sus aliados contra la fe.

“Colombia es un país laico, pero no aconfesional y es un derecho humano tener la posibilidad de apelar a la espiritualidad. Como ya lo ha dicho Paloma y Alirio, creo profundamente que las iglesias representan una estructura de apoyo social que llegan donde el Estado no existe”.

Continuó asegurando que han sido las iglesias las que más han estado del lado de la población en medio del conflicto y que, en la actualidad, las iglesias ya pagan impuestos sobre las actividades asociadas y sobre los pagos que hacen.

“Este impuesto se presta para la interpretación de la Dian y de un gobierno sectario para acabar con las iglesias en Colombia, para perseguirlas”, enfatizó.

Aunque la senadora Lorena Ríos no hace parte del Centro Democrático, sino de Colombia Justa Libres, se sumó a las palabras de sus colegas y destacó que, al hacer parte de una comunidad religiosa, le preocupa que se desconozca la libertad de culto.

“Las entidades religiosas cumplen fines religiosos no objetos sociales y, tal cual está en los parágrafos, es muy importante tener en cuenta que los fines religiosos son los que consolidan, que dan sustento a las actividades de las comunidades religiosas”.

E insistió en que es mentira que las iglesias no paguen impuestos, pues lo hacen como cualquier entidad jurídica como el ICA, el IVA, impuestos de vehículos, entre otros.

En cuanto a los senadores de Cambio Radical, Didier Lobo mostró su preocupación porque se le cobre a las iglesias lo que no se debe, pues son instituciones que hacen trabajo social y cuyos recursos son de los feligreses. Mientras que Antonio Zabaraín afirmó que “Satanás ronda por este reciento”, pues, para él, es impensable que haya quienes piensan que las iglesias son un negocio, cuando su función simpre ha sido social hacia las clases más necesitadas.

¿Qué respondieron los senadores que apoyaban el artículo 15?

Uno de los senadores que salió en su defensa fue Gustavo Bolívar, quien aseguró no entender por qué si las iglesias son organizaciones sin ánimo de lucro por qué había quienes se preocupaban por el artículo.

“No se está gravando el culto, y en eso están mintiendo, lo que se está gravando, y lean bien, son las actividades producto del recaudo que hacen”, mencionó.

Para defender su postura explicó que, así como algunas iglesias exigían el diezmo y hacían actividades comerciales no relacionadas con la fe, “el Estado tiene el derecho de cobrar un impuesto cuando el objeto social no es el del culto sino negocios que se derivan del ese recaudo del culto, negocios particulares”.

Incluso Bolívar habló de la biblia, destacando que la reforma tributaria aboga por los más pobres que defendió Jesús, pero, además, está en contra del enriquecimiento a través de la religión.

Por su parte, el senador Juan Diego Echavarría, del partido Liberal, insistió en que en el artículo: “No están gravadas las iglesias ni confesiones religiosos reconocidas por el ministerio del interior o por la ley, respecto a los ingresos provenientes a actividades asociadas con el oficio religioso… o actividades de educación o beneficencia”.

En ese sentido, Echavarría aclaró que, según él, no se busca gravar a las iglesias sino las actividades comerciales, cuyos ingresos no se reinvierten en la actividad social.

María José Pizarro, del Pacto Histórico, se unió a las palabras de Echavarría y reiteró que no se estaba debatiendo el impuesto a las iglesias sino a los negocios de las iglesias que, en ocasiones, prestan servicios como una empresa que sí paga impuestos. 

“2.3 iglesias por día creadas en 2021 y 1.7 iglesias por día creadas en el 2022, además con negocios que tienen ganancias y que serían de alguna manera una competencia desleal, pues ofrecen servicios hoteleros, la realización de eventos y no pagan IVA, mientras que otras empresas que ofrecen los mismos servicios sí tienen que pagar IVA”, explicó.


Fuente