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“El dinero no lo es todo. La idea de permanecer en la carrera de ratas hasta 2032 era aterradora”, dijo Speroni, que se mudó junto a su hijo Ryan a Italia. “Yo era gerente de proyectos de TI en el departamento de servicios sociales del estado de California. Eso significaba estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Si había una emergencia a las 2 A. M., recibía un mensaje de texto”.
Es por eso que prefirió desestimar del dinero de su pensión y primar su propia salud, lo cual le dio resultados inmediatos al mudarse al país italiano. Reveló que, como allí no tiene coche y anda muy seguido a pie, perdió unos 23 kilogramos y tiene actividades favoritas como la de observar a la gente. “Es habitual que los hijos adultos vivan con sus padres, por lo que nuestra situación no es inusual”, explicó.
Asimismo, contó que se ven familias de muchas generaciones en las calles, ya sean bebés, niños o personas de 90 años, y eso fue algo que le llamó mucho la atención. La gente suele ir a cenar después del atardecer y observar detalladamente estas situaciones es algo que le gusta a diario. Después de varios malos momentos y un trabajo que agotaba todas sus energías, pudo encontrar tranquilidad por fuera del aspecto económico.
La diferencia económica entre Estados Unidos e Italia
Speroni también reveló en Business Insider que actualmente recibe una pensión por sus aportes como empleada del gobierno en California, pero, debido a que decidió jubilarse 10 años antes, está percibiendo unos US$25.000 menos de lo que habría recibido a los 65, aunque aseguró que eso es algo que no le preocupa.
Contó que su vida en California era mucho más costosa que en Italia no solo por la diferencia en los precios de los alimentos, sino porque también se ahorró los gastos de su coche, dado que no tiene uno allí. “Es lo que preferimos”, dijo.