Los floricultores colombianos enviaron hace unos días los últimos cargamentos de flores, la mayoría con destino a los almacenes de Estados Unidos, para la celebración del Día de San Valentín, la festividad de los enamorados, este miércoles 14 de febrero.
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Aunque despacharon un número similar que otros años —sobre las 52.000 toneladas de flores entre enero y febrero (unos 700 millones de tallos)—, el dinero en pesos que recibirán disminuirá alrededor de 20 por ciento debido a la caída que ha tenido la tasa de cambio en los últimos meses.
“Como el sector es netamente exportador, le afecta la caída que ha experimentado el dólar. Este estaba a un precio de 4.800 pesos o más en la celebración del año pasado y hoy se cambia sobre los 3.900”, aseguró el presidente del gremio Asocolflores, Augusto Solano, quien recalcó que esta temporada representa el 15 por ciento de las ventas de todo el año.
La mayor parte de los cultivos que se producen en Colombia, en gran medida en Cundinamarca (el 71 por ciento del total) y en Antioquia (el 27 por ciento), se exportan. El 85 por ciento de las flores van para Estados Unidos y el resto llega a más de 100 países como Canadá, Japón, España y el Reino Unido.
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José Antonio Restrepo, gerente de la compañía Ayurá, con cultivos en el municipio de Tocancipá, Cundinamarca, cuenta que la tasa de cambio se ha convertido en uno de sus retos principales, el cual se suma a otros tradicionales como el clima y el aumento de los costos de la mano de obra, así como el envejecimiento de los trabajadores.

“En la pandemia hubo un mercado sobreofertado que llevó a una mayor producción y ahora vienen tiempos de mucha dificultad para la industria pues la tasa de cambio es inviable. Además, en esta temporada tuvimos que luchar con dificultades de clima. Eso, sin contar el tema de la mano de obra. En los últimos años hemos tenido un incremento acumulado en los costos de 38 por ciento para un negocio en el que este rubro pesa alrededor del 60 por ciento”, manifestó.
Igualmente, el vicepresidente ejecutivo de Asocolflores, Andrés Vernaza Guzmán, contó que para esta temporada se generan 27.000 empleos adicionales en la industria, que en un 65 por ciento son mujeres, y que se envían alrededor de 1.100 aviones cargueros. “En el 2023 se exportaron 52.180 toneladas, lo que representó una caída de 10 por ciento frente al 2022, y se llegó a 379 millones de dólares, un descenso de 4,5 por ciento. Esperamos mantener estas cifras, pero la tasa de cambio y la caída de la demanda de Estados Unidos podrían afectar”, dijo.
Logística, la clave
La exportación de flores es 50 por ciento agricultura y otro 50 por ciento logística. Por ello, los floricultores trabajan de la mano con aerolíneas como Avianca Cargo, FedEx Express, Latam o American Airlines, entre otras muchas, para enviar las rosas y claveles a todos los destinos. “Toda la producción arranca desde octubre. Nosotros garantizamos una vida en el florero desde el momento en que sale del supermercado de 15 días, más lo que se demore en el transporte”, contó un vocero de la hacienda Mongibello, ubicada en Chía, municipio aledaño a Bogotá.
Por ejemplo, Latam, en Colombia, por medio de sus filiales de carga, aseguró que cerró una temporada histórica al transportar más de 13.000 toneladas hacia Miami (Estados Unidos): 11.226 desde Bogotá y 1.839 desde Medellín.
“Para hacer esto posible se aumentaron en un 93 por ciento los despegues desde Colombia hacia el país norteamericano, al pasar de 111, que se realiza en temporada normal, a 215 frecuencias en estas tres semanas. En comparación con el 2023, las frecuencias durante San Valentín aumentaron un 17,5 por ciento”, señaló Claudio Torres Faini, director comercial internacional de Sudamérica en Latam Cargo Chile.
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También Eduardo Garrido, senior manager de Operaciones de Rampas y Liberación Aduanera de FedEx Express en Colombia, explicó que transportaron más de 1,1 millón de kilos de flores desde Colombia y Ecuador hacia Estados Unidos.

El grupo Latam en Colombia transportó más de 13.000 toneladas de flores y rosas hacia Estados Unidos, 11.226 toneladas desde Bogotá y 1.839 toneladas desde Medellín.
El Tiempo / cortesía
“Incrementamos nuestra capacidad aérea con 14 vuelos adicionales dedicados exclusivamente a flores. Debido a la naturaleza perecedera de estos productos es fundamental asegurar las condiciones de temperatura controlada, así como minimizar el tiempo de tránsito y garantizar entregas rápidas y eficientes que cumplan con las expectativas de los clientes internacionales”, explicó.
En esta temporada, Asocolflores reporta que el 92 por ciento de los envíos se transportaron por vía aérea desde los aeropuertos El Dorado de Bogotá (83 por ciento de ellas) y el José María Córdova de Rionegro de Antioquia (17 por ciento). El 8 por ciento restante, es decir, unas 4.200 toneladas, fue enviado por vía marítima: la mayor parte por Santa Marta (70 por ciento del total), seguido del puerto de Buenaventura (13 por ciento), el de Cartagena (13 por ciento), Barranquilla (3 por ciento) y Turbo (1 por ciento).
El Plan Pétalo
Con el objetivo de que todo salga bien, Asocolflores lidera año a año el denominado Plan Pétalo. Se trata de una estrategia entre diferentes actores como el Ministerio de Agricultura, el ICA, la Dian y la Policía Nacional, entre otros, para asegurar la movilidad, el flujo de la carga y prevenir ilícitos. El año pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó su socialización como ejemplo internacional de la cadena logística de la exportación de flores colombianas.
“Por las características perecederas que tienen las flores, las condiciones de transporte, las exigencias frente al control de plagas, los procesos aduaneros y la participación de un gran número de actores a lo largo de todo el proceso, el Plan Pétalo para San Valentín es prácticamente una proeza en la cadena logística de las exportaciones”, aseguró el presidente de Asocolflores.
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Cada temporada también se realiza la inspección de una muestra representativa del cargamento para verificar su condición fitosanitaria y garantizar que se cumplan todos los requisitos necesarios para su ingreso. De este ejercicio se encargan los profesionales del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
“Es fundamental seguir trabajando en conjunto con los floricultores colombianos y los diferentes agentes del sector para generar productos que continúen dejando el nombre de Colombia en alto”, señaló Juan Fernando Roa, gerente general del ICA.
NOELIA CIGÜENZA RIAÑO
Redacción Economía y Negocios

