
Roberto Angulo, el secretario de Integración Social designado por el alcalde Carlos Fernando Galán, ha trabajado durante años alrededor de la lucha contra la pobreza, la política social y la búsqueda de igualdad de oportunidades.
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Tiene experiencia en el área de medición de pobreza, condiciones de vida e inclusión social y productiva. Durante una década trabajó en el Departamento Nacional de Planeación (DNP), donde fue coordinador nacional del Sisbén.
En el primer gobierno del expresidente Juan Manuel Santos laboró en Prosperidad Social, donde además de recorrer todo el país ayudó a crear esta entidad. En entrevista con EL TIEMPO habló de importantes temas para la ciudad.
¿Cómo financiará el ingreso mínimo garantizado (IMG)?
Vamos a fortalecer la estrategia. La pobreza extrema de Bogotá en 2022 fue de 8,1 por ciento y sin IMG hubiera sido 2,2 puntos más alta. Es decir, sin esta estrategia hubiera caído en pobreza extrema una población de Bogotá cercana a la que habita en Riohacha. Ahora bien, para que esto no sea solo retórica, tenemos que fondear la estrategia.
A la fecha tenemos asegurada una financiación que ya incrementa la inversión en esta estrategia, un 7,5 por ciento con relación al año pasado, que en total cuenta con 606.000 millones de pesos, de los cuales 122.000 millones corresponden a Fondos de Desarrollo Local.
Estas fuentes nos permiten aumentar cobertura en 16.000 hogares y ajustar el monto a los hogares más pobres de la estrategia, pero según nuestros cálculos, dada la inflación observada, seguramente necesitaremos más recursos, que conseguiríamos de los ahorros del plan de austeridad planteado por la Secretaria de Hacienda y un monto adicional que solicitaríamos en el marco de la armonización del Plan de Desarrollo en junio de este año. La calidad del gasto, a la que le vamos a apostar en la SDIS, va a ser decisiva para que IMG pueda contribuir con estas expectativas de reducción de la pobreza extrema.
Se presume que ha aumentado el número de habitantes de calle por el fenómeno migratorio. ¿Se hará un nuevo censo? ¿Qué planes novedosos hay para esta población?
Estoy convencido de que reducir con determinación las formas extremas de exclusión en Bogotá debe ser una bandera de la SDS. Resolver la problemática de los habitantes de calle plantea tres retos: romper la invisibilidad estadística; el último censo fue antes de la pandemia, en el año 2017, y nos dijo que en Bogotá había 9.500 habitantes de calle, tenemos serios indicios de que esta cifra se ha aumentado considerablemente, pues en los últimos cuatro años han pasado 20.000 habitantes de calle o personas en riesgo de serlo por nuestros servicios. Entonces, ¿cuántos son? No lo sabemos, y si no sabemos eso, difícilmente podremos planear una estrategia robusta para coger este toro por los cachos. Necesitamos incluir en nuestro plan de desarrollo el censo de habitantes de calle.
El segundo reto es actuar anticipadamente con estrategias preventivas y de mitigación y superación de condiciones de vida en grupos de exclusión extrema. Si usted revisa nuestros servicios, nos hemos concentrado en el último eslabón de la cadena, que es la atención al habitante de calle, pero necesitamos ir aguas arriba a buscar el problema, hasta ahora identificamos dos estrategias acá: una de salud pública masiva, en articulación con el sector de salud, para prevenir el abuso de sustancias psicoactivas, el 38 por ciento de los habitantes de calle está ahí por esa razón, y una estrategia de atención integral a la población que vive en hogares tipo ‘pagadiarios’. Este grupo es muy importante, pues está a un paso de ser habitante de calle, no lo detectan las bases de datos convencionales de la política social y, por consiguiente, no suele estar cubierto por nuestros servicios. El tercer reto es, por supuesto, fortalecer la cobertura de nuestros servicios dirigidos a esta población.
¿Qué ayudas para la población joven se seguirán manejando en la entidad?
Actualmente, la SDIS cuenta con 17 casas de la juventud, la semana pasada tuve la dicha de conocer a Huitaca, en Fontibón. Este servicio es increíble porque es un punto de encuentro que es ocupado y transformado por los mismos jóvenes, de hecho, son ellos los que le ponen el nombre y decoran las casas con murales y grafitis de altísima calidad y deciden qué hacer ahí. Nosotros, con ayuda de los Fondos de Desarrollo Local, dotamos las casas conforme los intereses de los jóvenes: producción musical, artes gráficas, danza, orientación psicosocial, estrategias de salud sexual y reproductiva y ferias de servicios. Esta red la vamos a potenciar.
En el marco del Plan Distrital de Desarrollo, queremos apostarle a una estrategia multisectorial masiva para jóvenes que involucre a varias secretarías y articule con la nación, con el sector privado e involucre transferencias monetarias, oferta de formación técnica, tecnológica y superior, y estrategias de enganche laboral y emprendimiento. Esto será explicado conforme avanzamos en el PDD. Lo que le puedo anticipar es que les vamos a apuntar a los jóvenes que no estudian y no trabajan y que están en situación de pobreza extrema y pobreza en su tránsito a la inclusión social y productiva. El mandato del alcalde es ese: buscar la inclusión productiva y la movilidad social de los beneficiarios.
La población adulta mayor crece. ¿Cómo se le va a garantizar una vejez digna?
Lo primero que piensa la gente con esta pregunta sobre el porvenir de la vejez es en centros de cuidado (comunidades de cuidado, como las definimos nosotros) o servicios exclusivos para personas mayores de bajos recursos, y está bien, no tengo duda de que esta oferta tiene que existir, nosotros atendimos en 2023 a 210 mil personas mayores en los servicios de la Secretaría de Integración y tenemos que seguir trabajando por ser más robustos en esto.
Pero quiero contestarle su pregunta de manera más amplia: haciendo de Bogotá una ciudad que ofrece alternativa para las personas mayores. Esto implica la creación de espacios amigables y seguros para las personas mayores en la ciudad, que los ciudadanos denuncien los actos de violencia contra esta población, que promovamos, junto con la Secretaría de Desarrollo Económico, rutas de inclusión productiva que conecten a las personas mayores con opciones de generación de ingresos (si están motivados para hacerlo), visibilizar el rol de las personas mayores en todos los espacios urbanos y crear oportunidades de transporte y uso del tiempo libre en la ciudad. Tenemos que pasar de la atención a las personas mayores de puertas para adentro, a una ciudad que los acoja plenamente independientemente de su nivel socioeconómico, eso también es igualdad de oportunidades.
¿Cómo están funcionando los comedores comunitarios?
En este momento están funcionando los 115 comedores comunitarios de la Secretaría de Integración, que el año pasado cubrieron el 40% del mínimo nutricional de más de 45 mil personas. Nuestra premisa de trabajo desde que llegamos ha sido la de no parar ningún servicio y hacer los cambios que queremos hacer en la marcha.
Hace poco estuve visitando el comedor comunitario de Veracruz (en el centro) y entendí de primera mano la relevancia de este canal, las personas que acuden no solo van a comer, sino a reunirse y a conversar, esto es clave, pues además de cumplir un objetivo de seguridad alimentaria, también reduce el aislamiento y la soledad (ambas situaciones muy comunes en entre personas mayores). Además, muchas de las personas que van no tienen cocina o manera de preparar los alimentos, razón por la cual no les queda tan sencillo defenderse con una trasferencia monetaria o un bono canjeable.
Afirmo sin ambigüedades que los comedores van a seguir, no se van a reducir, pero tenemos que rediseñar esta oferta de cara a la complementariedad con los otros canales, la resolución de las listas de espera y un análisis de la localización geográfica dadas las necesidades de seguridad alimentaria en la ciudad, todo esto en el marco de la estrategia de Bogotá sin Hambre.
¿Cómo se va a mejorar la calidad de la educación para la primera infancia en Bogotá?
Para mejorar la calidad en la atención de niños y niñas en los jardines infantiles de la SDIS, vamos a atender tres frentes: en primer lugar implementaremos los nuevos estándares de atención que permitirán profesionalizar el talento humano de más de 290 jardines. En segundo fortaleceremos los procesos pedagógicos y el trabajo con las familias de los niños, como aliados fundamentales en el desarrollo de los niños y las niñas. Finalmente, trabajaremos a fondo con la Secretaria de Educación para articular esfuerzos en los niveles de jardín y prejardin, en los tránsitos armónicos a la educación inicial y al aumento de las coberturas que son propias a la competencia de cada entidad. En este último punto vamos a hacer escenarios de articulación de corto, mediano y largo plazo.
¿Qué atención se les está dando a los migrantes?
Sin duda Bogotá ha sido una de las ciudades en Colombia que, durante los últimos años, ha acogido gran parte de la población proveniente de flujos migratorios mixtos. Hemos hecho un esfuerzo enorme en su inclusión social y productiva, representado en las adaptaciones en la oferta de programas y servicios. Solamente está Secretaría, en el último cuatrienio, ha atendido a más de 85 mil personas en esta condición.
Tenemos dos centros de atención especializados (en Suba y Kennedy ) en los que orientamos oferta del nivel distrital y nacional, un centro de atención nutricional para gestantes y primera infancia y la demás oferta de jardines y atención integral a la primera infancia. Esto solo contando los aportes de SDIS, sin duda Salud y Educación hicieron contribuciones incluso mayores.
Ahora bien, en nuestra apuesta de atención integral a los hogares que se encuentran en una situación de exclusión extrema, esperamos ampliar a atención a la población residente en hogares tipo pagadiario, esto será decisivo para romper el cuello de botella de la atención a la población migrante que no es detectable por los instrumentos y la oferta de servicios de la política social convencional.
¿Qué programas innovadores impulsará usted la población en condición de discapacidad?
En este frente tenemos todo para innovar. Lo que encuentro aquí es que la SDIS ha avanzado mucho en el diseño de transferencias (especialmente bonos canjeables por alimentos) y servicios exclusivos para personas con discapacidad (como los Centros Crecer y los Centros Integrarte), pero el punto es que no podemos hablar de inclusión hasta que no logremos adaptar nuestros servicios -todos ellos- para que puedan atender a las personas con discapacidad. Inclusión es eso, abrir nuestros servicios a toda la población objetivo independientemente de si tienen o no una condición de discapacidad.
Nuestro enfoque aquí será el de buscar una inclusión social y efectiva para esta población de manera transversal en toda nuestra oferta, manteniendo, eso sí, los servicios especializados que en ciertas circunstancias, pero no en todas, son necesarios. Esta será una apuesta que tendremos más decantada en el marco del nuevo Plan de Desarrollo Distrital.
¿Mujeres y hombres que ejercen el llamado trabajo sexual están siendo amenazados en zonas de tolerancia? ¿Cómo se les va a proteger y qué planes hay para esta población? ¿Qué se está haciendo para evitar la explotación sexual?
En relación con esta pregunta, considero que la principal fuente de información para esta problemática puede ser la Secretaría de la Mujer, como líder de la Política Pública de Actividades Sexuales Pagadas 2020 – 2029. Particularmente, esta secretaría tiene el punto de atención “Casa de Todas” (calle 24 No. 19a -36) que presta servicios gratuitos y atención especializada a mujeres mayores de edad que realizan actividades sexuales pagas de manera voluntaria en Bogotá. En caso de identificar casos de explotación sexual, se activan rutas y protocolos con las entidades correspondientes.
No obstante, nosotros hoy tenemos una oferta de servicios que es complementaria y que es funcional para esta problemática, a pesar de no ser exclusiva para ella, como lo son las casas LGBTQI (que prestan atención psicosocial, orientación socio jurídica, consulta médica, entre otras) y, por supuesto, toda nuestra red de jardines y comedores comunitarios.
Dentro de las estrategias nuevas que estamos planteando en el marco del nuevo Plan, la entrada plena con nuestra oferta a la población que vive en hogares tipo pagadiarios será crucial para elevar las condiciones de vida de estas personas, pues hemos identificado que hay residencias tipo pagadiarios especializadas que concentran a este grupo poblacional.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
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