En un contexto de creciente presión sobre el sistema de salud en Colombia —con EPS en riesgo financiero, hospitales saturados y un aumento constante en las quejas de los usuarios—, el secretario de Salud de Bogotá, Gerson Bermont, explicó por qué decidió no esperar a que el sistema colapse.
En lugar de eso, está implementando un modelo propio que busca responder a la crisis con acciones estructurales, preventivas y basadas en el trabajo territorial: se llama MAS Bienestar.
La situación se nos va a desbordar si no actuamos de forma inmediata
Atención en la comunidad en uno de los pilares del modelo de salud. Foto:SDS
La propuesta fue presentada públicamente este miércoles durante el 31° Foro de Salud de la ANDI, donde el secretario Distrital de Salud, Gerson Bermont, compartió detalles sobre el funcionamiento y los avances del modelo. No escatimó en advertencias: “La situación se nos va a desbordar si no actuamos de forma inmediata”, dijo frente a un auditorio compuesto por actores del sector salud, académicos y empresarios. Y luego explicó por qué Bogotá, a diferencia de otras regiones, no se ha derrumbado.
Según Bermont, la capital del país enfrenta un escenario complejo. Las EPS registran una siniestralidad del 106 %, lo que implica que gastan más de lo que reciben por cada usuario. Las ocupaciones hospitalarias superan el 90 % de manera sostenida, y las quejas y reclamos aumentaron un 35 % en el último periodo. Sin embargo, asegura que Bogotá ha logrado contener la situación gracias a la implementación temprana de MAS Bienestar, una estrategia que va más allá de las soluciones paliativas.
Lejos de plantearse como un piloto o un ensayo, MAS Bienestar es, según Bermont, un modelo completamente operativo que busca transformar la forma en que se atiende la salud en la ciudad. La propuesta parte de un principio claro: poner en el centro a la atención primaria. Esto implica dejar de ver al hospital como la primera puerta de entrada al sistema, y empezar a trabajar desde lo comunitario, lo familiar y lo territorial.
Para esto, el modelo combina diferentes estrategias: equipos de Gestores de Bienestar que hacen presencia en los barrios, una red de especialistas resolutivos, el uso de herramientas como la telesalud, servicios de hospitalización domiciliaria y mecanismos de prescripción social —una forma de intervención que toma en cuenta los determinantes sociales de la salud, como el entorno familiar, la vivienda o el empleo.
A todo esto se suma un componente tecnológico: el modelo se apoya en datos e información en tiempo real para identificar riesgos, anticiparse a enfermedades crónicas o brotes, y tomar decisiones más efectivas.
Atención diferenciada y red pública
Red pública de hospitales. Foto:SDS
Uno de los ejes más fuertes de MAS Bienestar es su capacidad de adaptarse a las necesidades de diferentes poblaciones. El modelo incorpora enfoques diferenciales para grupos vulnerables, lo que implica servicios específicos y coordinados para comunidades indígenas, personas mayores, población migrante o víctimas del conflicto, entre otros.
También busca consolidar un sistema más sólido desde la infraestructura. En lugar de ampliar únicamente la red hospitalaria tradicional, la ciudad ha invertido en unidades básicas resolutivas dotadas con alta tecnología, además de reforzar los canales de coordinación entre los distintos niveles de atención médica. Es decir, que el sistema no solo responde mejor, sino que lo hace con mayor rapidez y cercanía.
Una de las grandes apuestas es la hospitalización en casa, una modalidad que permite a muchos pacientes recibir cuidados de calidad sin necesidad de permanecer en un hospital, descongestionando así los servicios de urgencias y reduciendo costos innecesarios.
Financiamiento
Detrás del modelo también hay una apuesta financiera importante. Mientras otras regiones han visto colapsar sus EPS públicas, Bogotá ha optado por inyectar recursos propios para sostener la operación. Esto incluye, por ejemplo, la capitalización directa para cubrir el déficit estructural de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el monto que el Estado transfiere por cada paciente.
Todos los sistemas exitosos del mundo han apostado por una atención primaria fuerte. Bogotá decidió construir sobre esa base una respuesta concreta a la crisis
En palabras de Bermont, el modelo no depende de milagros ni improvisaciones, sino de decisiones políticas y técnicas que han permitido mantener la estabilidad en medio de la tormenta. “No nos hemos colapsado porque decidimos actuar”, insistió durante su intervención.
Una de las fortalezas del modelo es que no parte de cero. MAS Bienestar toma referencias de sistemas exitosos en el mundo que han optado por fortalecer la atención primaria como columna vertebral del sistema de salud. Sin embargo, lo hace adaptando esas ideas al contexto local, priorizando lo territorial, lo comunitario y lo preventivo.
“Todos los sistemas exitosos del mundo han apostado por una atención primaria fuerte. Bogotá decidió construir sobre esa base una respuesta concreta a la crisis”, concluyó Bermont, subrayando que la ciudad está mostrando que es posible construir soluciones locales robustas y sostenibles, incluso en un entorno nacional complicado.
Gestores de salud. Foto:SDS
Aunque MAS Bienestar está diseñado desde la especificidad de Bogotá, la Secretaría de Salud considera que el modelo tiene elementos replicables para otras ciudades del país. Su enfoque integral, su apuesta por lo preventivo y su uso estratégico de datos lo convierten en una alternativa viable para enfrentar los retos del sistema de salud en el país.
Por ahora, el reto está en su consolidación: lograr que todos los actores del sistema —EPS, hospitales, redes de cuidado, comunidad— trabajen de forma articulada y con una visión de largo plazo.
Segín Bermont, Bogotá, al menos por ahora, ha optado por no esperar que la crisis la arrase.” Con MAS Bienestar se busca demostrar que es posible cambiar el rumbo antes del colapso, si se actúa con decisión, planificación y sentido de urgencia”.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
Escríbanos a carmal@eltiempo.com