A veces el peligro llega en silencio. Un teléfono que de repente deja de tener señal, que impide hacer llamadas o conectarse a internet, puede estar enviando un mensaje urgente.
Esa interrupción, que muchos atribuyen a un fallo técnico o a la red del operador, podría ser el primer indicio de que alguien más tomó control del número y, con él, de la puerta de acceso a las cuentas personales.
Expertos advierten que un teléfono sin servicio puede ser señal de un robo silencioso. Foto:iStock
Detrás de esa señal se esconde una práctica cada vez más común: el ‘SIM swapping’. Una técnica con la que los ciberdelincuentes logran duplicar la tarjeta SIM de un usuario y transferir su número de teléfono a otro dispositivo, sin que la víctima lo note.
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Aunque la alerta fue emitida por la Policía Nacional de España, el método se replica con facilidad en distintos países, incluido Colombia, donde las modalidades de fraude digital han aumentado en los últimos años.
Así opera el robo invisible
El ataque comienza con la obtención de datos personales. Los estafadores recopilan información de la víctima a través de redes sociales, correos falsos o malware, e incluso compran esos datos en la llamada dark web. Con esos elementos crean un perfil convincente y contactan a la operadora de telefonía haciéndose pasar por el usuario legítimo.
Los ciberdelincuentes buscan vulnerar la seguridad de las cuentas a través del número móvil. Foto:iStock
Basta un argumento creíble, como el extravío del celular o el robo del equipo, para que soliciten un duplicado de la SIM. En algunos casos, la maniobra se concreta con la complicidad de empleados sobornados o engañados. Una vez activada la nueva tarjeta, la original deja de funcionar, quedándose sin señal, sin llamadas, sin alertas.
Ese breve apagón es suficiente. Los delincuentes, ya con el control del número, reciben los códigos de autenticación que llegan por SMS y acceden a las cuentas bancarias, redes sociales o correos electrónicos. Desde allí pueden transferir dinero, pedir préstamos o apoderarse de información confidencial. Todo, sin necesidad de tocar el celular de la víctima.
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Las señales que no deben ignorarse
El primer síntoma es la pérdida repentina de cobertura. Si el teléfono muestra ‘sin servicio’ sin una razón aparente, conviene actuar de inmediato. Otro indicio es recibir notificaciones de la operadora informando que la línea ha sido activada en otro dispositivo o, incluso, que las claves bancarias dejan de funcionar de un momento a otro.
En ese caso, los especialistas recomiendan comunicarse de inmediato con el operador para confirmar si alguien realizó un duplicado no autorizado. El siguiente paso es contactar al banco y bloquear temporalmente las cuentas, antes de que los movimientos se concreten.
Un simple descuido digital puede abrir la puerta al robo de información personal. Foto:iStock
Claves para blindar el teléfono y las cuentas
Prevenir es el paso más eficaz. La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) sugiere mantener activada la autenticación en dos pasos, pero evitando los mensajes SMS. En su lugar, se recomiendan aplicaciones como ‘Google Authenticator’ o ‘Microsoft Authenticator’, o el uso de llaves físicas de seguridad.
También es aconsejable establecer un PIN de bloqueo para la SIM, actualizar con frecuencia las contraseñas y no compartir información personal en redes sociales. Los expertos insisten en que los ciberdelincuentes aprovechan los pequeños descuidos, una foto con datos visibles, un formulario en línea o un enlace abierto sin verificar puede bastar para facilitar la suplantación.
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Desde organizaciones como la OCU, en España, se recuerda además que la ley obliga a los bancos a reembolsar pagos no autorizados, salvo que se demuestre negligencia o fraude deliberado del usuario.
En Colombia, la Superintendencia Financiera también contempla mecanismos de reclamación similares en casos de fraude electrónico, aunque la respuesta oportuna sigue siendo determinante para recuperar el dinero.
Un llamado a la precaución
El ‘SIM swapping’ no es un ataque masivo, sino selectivo. Los delincuentes buscan a quienes descuidan los detalles digitales o mantienen dependencias de seguridad obsoletas.
Revisar con frecuencia los movimientos bancarios ayuda a detectar fraudes a tiempo. Foto:iStock
Por eso, más allá de la tecnología, la defensa empieza con la atención, no ignorar las señales que envía el teléfono, revisar con frecuencia los movimientos bancarios y reportar de inmediato cualquier irregularidad.
Un celular sin cobertura puede ser más que una molestia, puede ser la puerta abierta a un robo digital. La diferencia entre perder señal o perderlo todo está, muchas veces, en la rapidez con que se actúe.
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MARÍA PAULA LOZANO
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

