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El Sonos Roam 2 no intenta gritar que es un parlante todoterreno ni vender la idea de una fiesta interminable. Su propuesta va por otro camino, y eso es justamente lo que lo hace atractivo. Es un parlante versátil, elegante y atemporal, pensado para integrarse con naturalidad en distintos espacios sin imponer su presencia. Está ahí, acompaña, se ve bien… y cuando empieza a sonar, cumple.
En diseño, el Roam 2 es fiel al ADN de Sonos. Sus líneas son limpias, sobrias, y transmiten una sensación de producto bien pensado, lejos de lo exagerado o lo puramente “rugged”. No pretende verse indestructible, aunque está preparado para el uso diario dentro y fuera de casa. Es compacto, fácil de mover y se adapta sin fricción a distintos ambientes, desde una sala hasta una terraza.
En sonido, ofrece un rendimiento muy sólido para su tamaño. No busca impresionar con graves inflados, sino con un perfil equilibrado, bien controlado, con voces claras, medios definidos y un bajo presente pero medido. Funciona bien tanto para música como para podcasts o contenidos hablados, incluso en entornos donde hay ruido alrededor. Aquí se siente el trabajo de afinación de Sonos y la intención de ofrecer una experiencia consistente, más que espectacular.
Uno de sus grandes diferenciales está en los micrófonos. Son francamente excelentes. No importa si la música está a volumen alto o si el entorno es ruidoso: el parlante logra identificar la voz del usuario con mucha precisión. Esto hace que el uso del asistente de voz de Sonos sea realmente práctico y confiable, algo que no siempre ocurre en parlantes compactos. Los comandos se reconocen bien y la interacción resulta natural, sin necesidad de repetir órdenes.
A esto se suma la función Trueplay automático, que ajusta la ecualización según el entorno donde esté ubicado el parlante. El Roam 2 “escucha” el espacio y se adapta para ofrecer la mejor respuesta sonora posible, ya sea sobre una mesa, en una repisa o al aire libre. No es una función que se note de forma evidente, pero sí se siente en el uso continuo.
En conectividad, el Roam 2 juega con ventaja. Se integra de forma impecable al ecosistema Sonos, puede moverse entre Wi-Fi y Bluetooth sin complicaciones y funciona muy bien como parte de un sistema multiroom. Para usuarios de iPhone, AirPlay es un valor añadido clave: la reproducción es inmediata, estable y fluida, reforzando la sensación de un producto bien integrado al día a día.
El tema del color tampoco es menor. Más allá de los tonos clásicos, el modelo en naranja aporta un aire fresco, juvenil y moderno. Es llamativo sin ser estridente y suma personalidad al diseño, demostrando que Sonos entiende que un parlante también es un objeto que habita el espacio.
En conjunto, el Sonos Roam 2 es un parlante que no busca imponerse, pero sí convencer con el uso. Ofrece buen sonido para su tamaño, micrófonos sobresalientes, conectividad completa y una integración muy bien lograda con el ecosistema Sonos y AirPlay. Es ideal para quienes valoran el diseño sobrio, la versatilidad real y una experiencia de audio cuidada, más allá del volumen extremo o la estética agresiva. Un parlante discreto, bien pensado y muy equilibrado.

