La tensión crece en la región Caribe tras las amenazas del Clan del Golfo que apuntan a la empresa SuperGiros. El reciente asesinato de Marlen Fernanda Mozo, una joven trabajadora de 19 años en el municipio de Bosconia, Cesar, ha generado consternación.
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Según las autoridades, el crimen estaría vinculado a las intimidaciones de este grupo delictivo, que busca forzar el cierre de sucursales de la compañía en varios departamentos, incluyendo el Cesar, La Guajira, Magdalena y ahora, el Atlántico.
El coronel Jhon Harvey Peña Riveros, comandante del Departamento de Policía Atlántico, alertó este martes 5 de noviembre sobre el riesgo de que el Clan del Golfo extienda sus amenazas contra la empresa SuperGiros en el Atlántico. Según el oficial, desde la semana pasada se han registrado varios incidentes de intimidación en el municipio de Luruaco, donde se han lanzado advertencias a las sedes de esta empresa, generando preocupación entre autoridades y ciudadanos.
En rueda de prensa, el coronel Peña informó que se activaron operativos y protocolos de seguridad en coordinación con la Policía Metropolitana de Barranquilla, que también ha sido afectada por este tipo de amenazas. “Activamos también nuestro equipo de trabajo, siempre hemos hecho un trabajo armónico con la Policía Metropolitana Barranquilla, pues ellos también tuvieron esa afectación”, señaló el oficial.
En el caso de Luruaco, la Policía reportó que dos individuos ingresaron a una de las oficinas de SuperGiros sin portar armas, pero exigiendo a los empleados que cerraran el local de inmediato.
Este incidente encendió las alarmas y activó la respuesta de las autoridades, que han desplegado estrategias judiciales y preventivas en distintos puntos del departamento para enfrentar posibles ataques y proteger tanto al personal como a los usuarios de estos establecimientos.
El Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más activas en la región, ha extendido su red de intimidación con el objetivo de paralizar las operaciones de SuperGiros. Esta situación no solo afecta a los empleados y a la empresa, sino que también impacta la economía local y genera un clima de inseguridad en las comunidades donde operan estos puntos de servicio, esenciales para transacciones financieras.
La Policía del Atlántico ha solicitado el apoyo de la ciudadanía para que, en caso de presenciar actividades sospechosas o amenazas similares, hagan uso de la línea de emergencia 123 y colaboren con las investigaciones. La alerta se mantiene en toda la región Caribe, donde las autoridades intentan contener la violencia que el Clan del Golfo ha impuesto sobre varios sectores de la economía.
El caso de Marlen Fernanda Mozo sigue bajo investigación, mientras las fuerzas de seguridad intensifican sus esfuerzos para desarticular las redes del Clan del Golfo. Con medidas judiciales y un trabajo conjunto entre la Policía y la comunidad, las autoridades esperan frenar la expansión de esta amenaza y devolver la tranquilidad a los municipios afectados.