El próximo jueves 25 de agosto, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, en nombre del gobierno de Gustavo Petro, pondrá sobre la mesa de la alcaldesa Claudia López una propuesta: que la solución de transporte público masivo de la carrera 7.ª sea un tranvía.
“El presidente habló con ella, le reafirmó su compromiso en respetar los dos procesos que se han hecho en el Metro de Bogotá, pero hay un tema del que conversaron: ¿qué se va a hacer sobre la carrera 7? El presidente, que es un defensor del tranvía (busca) demostrarle a la alcaldesa que la opción del tranvía sobre la carrera 7.ª técnicamente es la solución más viable”, le dijo el ministro a Blu Radio.
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Aunque, hizo la salvedad de que “esa es una decisión que tiene que tomar la alcaldesa”.
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Horas después del anuncio, la alcaldesa se pronunció vía Twitter. “En Bogotá están el corredor verde 7.ª en estudios y diseños definitivos y se licita la construcción en noviembre de este año”, trinó y, luego, agregó, “es normal y bienvenido que el gobierno nacional quiera revisar y tenga propuestas en los proyectos. Tenemos la fortuna de tener un ex alcalde de Presidente. En vez de generar preocupación nos alegra y garantiza mayor conocimiento y rigor técnico para sacar los proyectos adelante”.
Acordamos con @MinTransporteCo reunirnos el próximo jueves para empezar la mesa técnica que revise el estado de los proyectos de movilidad.
En el Conpes de Movilidad de Bogotá, Cundinamarca y Nacion se acordó hacer Regiotram en la vía férrea de la 9na y corredor verde en la 7ma. https://t.co/VwR1VSfZwA— Claudia López Hernández (@ClaudiaLopez) August 18, 2022
No es cosa menor cualquier cambio que pueda venir para el proyecto de Corredor Verde de la 7.ª, la apuesta que la alcaldesa presentó en noviembre de 2020 y que un equipo del sector movilidad ha venido desarrollando desde entonces para lograr movilizar una demanda de 20.000 pasajeros hora sentido en los tramos críticos y una más baja en otros sectores. En el proyecto, que se estima costará cerca de 2 billones de pesos, funcionará con un esquema de buses eléctricos (entre los que se barajan opciones entre duales, articulados y biarticulados) que podrían circular por un carril exclusivo tipo TransMilenio.
La esencia del Corredor Verde ha sido “la flexibilidad” y el reconocimiento de tres perfiles distintos: Centro Histórico (entre las calle 1 y 40), Chapinero (entre las calles 40 y 100) y Usaquén (entre las calles 100 y 200).
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¿Qué podría decir Claudia López?
Fuentes de la Alcaldía le confirmaron a EL TIEMPO que a la alcaldesa no le disgustaría un tranvía; sin embargo, sí reconoce que es más costosa, que no cubre la demanda y que alteraría los tiempos ya previstos del proyecto Corredor Verde.
Y la posición de la mandataria no es un asunto nuevo. En noviembre de 2020, cuando presentó el Corredor Verde, López expuso las opciones de solución modal contempladas y sus pros y contras. El tranvía, aunque era una de las opciones, fue calificado por López como “un juguete tres veces más caro y muchas veces menos eficiente en términos de los viajes o de la operación o de la practicidad y flexibilidad”.
Aunque la mandataria reconoció que “un tranvía se ve mucho mejor que una opción de TransMilenio por la Caracas”, también indicó que los números no daban. “Se puede hacer, pero costaría tres veces más. Nos tocaría ponernos de acuerdo de dónde sacamos los 4 billones de pesos adicionales”, dijo en 2020.
Es un juguete tres veces más caro y muchas veces menos eficiente en términos de los viajes o de la operación o de la practicidad y flexibilidad
También afirmó en ese momento: “En la 7.ª entre la 200 y la 100 hay 19.000 pasajeros hora sentido en hora pico y hay cerca de 11.000 viajeros hora sentido entre la 100 y el centro. Pero un tranvía puede mover entre 8.000 y el más robusto 18.000 personas hora sentido. Tendríamos que comprar el de 18.000 mínimo. Para comprarlo tendríamos que bloquear todas las intersecciones de la 7 de la 100 hasta el centro. Se vuelve un muro que divide toda la ciudad”, argumentó López.
Además, habló de la fragilidad operativa del sistema. “La probabilidad de que en algún momento sobre la 7 haya marchas, manifestaciones, carnavales culturales es alta y cada vez que pase eso no hay manera de hacer desvíos operacionales si tenemos un tranvía”.
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Un viejo debate
Si se cambian los planes para la carrera 7.ª, esta sería la octava vez que se hacen propuestas sobre un corredor. Y no es la primera ocasión enque se habla de la opción de un tranvía: de hecho, eso lo había propuesto el presidente Petro cuando fue alcalde entre 2012 y 2015. Aunque se comenzó a realizar propuestas de APP para hacer los estudios y desarrollar la obra, finalmente el proyecto no salió adelante.
Asimismo, no es la primera vez que expertos en movilidad ponen en duda que el tranvía sea la mejor opción. En 2012, el Centro de Investigación Estratégica en Movilidad Sostenible y el Grupo de Estudios en Movilidad Urbana y Regional (Grupo SUR) de la Universidad de los Andes analizaron qué tan factible era una tranvía en la carrera 7: y las conclusiones fueron similares a las que llegó la Alcaldía López en 2020. “La implementación del tren ligero no permitirá transportar todos los pasajeros previstos en la carrera 7”, “la implementacion es deseable solo si se asegura que su capacidad, desempeño y comodidad para el usuario son superiores a otras tecnologías, así como su relación costo beneficio”, “la longitud del tren podría ser superior a la longitud de las cuadras”, son algunas de las conclusiones de ese análisis.
Lo que se dice hoy
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Lo que se dice hoy
En su entrevista, el Ministro de Transporte no ofreció mayores detalles técnicos de lo que sería la nueva propuesta de tranvía, pero sí aseguró que “los costos del tranvía se reducen a la cuarta parte de los costos normales y hay estudios técnicos, son energías que consumen menos combustible como son eléctrico y eso redunda en beneficio de todos”.
Algunas de estas afirmaciones fueron cuestionadas por expertos en movilidad consultados por EL TIEMPO. En cuanto a los costos, Darío Hidalgo, analista en movilidad, aseguró que lo que dijo el ministro “es una gran imprecisión” y recordó el análisis que hizo la Alcaldía en 2020.
Frente a los estudios, Nicolás Rincón, director de la maestría en Logística y Transporte de la Javeriana, dijo: “No hay estudios del diseño de un tren ligero sobre la 7.ª, eso no existe. (En la Alcaldía de Petro) fue una idea”.
Y frente al componente ambiental ambos coinciden en que aunque un tranvía puede emitir menos contaminantes que un bus por desgaste de llantas y frenos, la diferencia no es radical si se tiene en cuenta que la actual propuesta de López es un sistema 100 % eléctrico.
Ahora, ¿tiene ventajas el tranvía? Hidalgo dice que sí: “Es un poco más angosto que el corredor de buses, entonces tendría la oportunidad de acomodarse mejor en un corredor como la 7.ª; la aceleración, frenado y comodidad es superior a lo que se puede dar en buses; y tiene una experiencia de usuario muy favorable”.
No obstante, también mencionan desventajas como la baja capacidad del sistema. “Los trenes ligeros no tienen alta capacidad. Y por las características de la 7, como los semáforos y las dimensiones de las cuadras, el tren ligero puede llevar muy pocas personas para lo que puede requerir ese corredor hoy y en 30 años”, apunta Rincón.
Hidalgo, a su vez, recuerda que un tranvía obliga a un transbordo de los pasajeros para conectar con otros medios de transporte y que eso reduce la experiencia de usuario.
Pero, sostienen ambos, la consecuencia más grave en este momento es frenar otro proceso que daría una solución de transporte masivo para el borde oriental. “Sería parar el proceso de Corredor Verde, estructurar el nuevo y construir un tranvía: estamos hablando de un horizonte de 10 años. Hay que hacer prefactibilidad y factibilidad. Y hoy Bogotá tiene un gran problema de movilidad porque no se hicieron las obras que se requerían hacer, en este momento cambiar la estructuración del Corredor Verde afecta la calidad de vida de los bogotanos porque los sigue exponiendo a la poca oferta de transporte público masivo”, sostiene Rincón.
Hidalgo a su vez recuerda que aunque la carrera 7 hace parte del paquete de obras incluido en el Conpes de la Línea 1 del Metro, es una obra financiada exclusivamente por el Distrito. Y agrega “el tranvía sí podría acomodarse al concepto de Corredor Verde, pero exigiría conseguir los recursos adicionales -pues el tranvía cuesta más- y repetir un ejercicio de estructuración que ya lleva casi tres años. El tiempo se agota: esta alcaldía ya no alcanzaría a hacer los procesos de diseño, licitación y contratación ”.
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ANA PUENTES
En Twitter: @soypuentes