Un grave hecho de intolerancia se registró este sábado en la cancha del barrio Caracolí de Floridablanca, Santander, donde se jugaba la final de la categoría Sub-12 del Torneo Nacional Copa Dulce.
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Padres de familia de los jugadores del Real Caracolí agredieron brutalmente al árbitro del partido que ese equipo perdía 0-2 contra Águilas Doradas.
Un video aficionado mostró cómo los allegados a los jugadores del Real Caracolí ingresaron a la cancha para atacar al juez central con patadas y puños. Este se fue de la cancha, pero lo siguieron hasta la zona de traslado, donde siguió recibiendo golpes.
A través de los parlantes del estadio, se pidió la acción de la Policía Nacional para intentar detener el ataque al árbitro.
“En las últimas finales se presentó un acto de intolerancia por parte de unos padres de familia, nosotros lo que tratamos fue calmar las cosas, porque la agresión fue hacia el árbitro, y lo que hicimos fue por el parlante solicitar a la Oolicía Nacional que interviniera porque el Juez estaba siendo atacado”, dijo Luis Castellanos, concejal de Floridablanca y organizador del torneo, a Alerta Santanderes.
La versión de los organizadores sobre qué generó la trifulca
Castellanos, en charla con Blu Radio, dio más detalles de lo sucedido. “El árbitro llevó a su esposa y a su hijo a disfrutar de este torneo, pero en medio de gritos su esposa terminó peleando con una mamá del equipo”, explicó.
“Me dicen, presuntamente, que estaban discutiendo con otra señora y dicen que el árbitro empuja a la otra señora y se desata toda la pelea”, agregó.
En ese mismo torneo, pero en un partido de la categoría Sub-15, se había presentado horas antes otro altercado, en el juego entre Real Caracolí y Olympic, en el que, según testigos, uno de los padres sacó un arma de fuego e hizo dos disparos para defender al árbitro, que estaba recibiendo insultos de parte de madres de familia del segundo equipo.
“Se vienen unas sanciones drásticas, el código disciplinario único de la Federación Colombiana de Fútbol es claro en ese sentido y los clubes son responsables del comportamiento de los seguidores y asumen las consecuencias. Se les han quitado puntos y también se han suspendido”, declaró a Vanguardia Eduardo Villamizar, secretario del Comité Ejecutivo de la Liga Santandereana de Fútbol.
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