Ya pasó un año y a *Gilberto no se le olvida cómo terminó un día de rumba que decidió organizar con dos de sus amigos para celebrar el Día del amor y la amistad en el año 2023. “Salimos a tomarnos unas cervezas y pues pensamos en los bares y discotecas del sector de Galerías”.
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Así que hasta allá llegaron en horas de la noche, se ubicaron en una mesa y mientras departían notaron la presencia de unas mujeres. Estaban muy bien arregladas y llamaron su atención. “Ellas nos coqueteaban, pero debo decir que de forma mu sutil, ahora sé que su clara intención era la de no despertar sospechas”.
De hecho, ellos les invitaban bebidas y ellas se negaban, las invitaban a bailar y los rechazaban, era como si tuvieran toda una actuación lista para generar más deseos de que las conocieran. “Eso sí, coqueteaban, pasaban muy cerca de nuestra mesa, bailaban de forma insinuante, cosas así”, recordó el ciudadano.
Ellas nos coqueteaban, pero debo decir que de forma mu sutil, ahora sé que su clara intención era la de no despertar sospechas
Así pasó la jornada hasta que decidieron levantarse de la mesa, pagar e irse y fue justo, en ese momento, cuando ellas accedieron a hablarles. Ya eran alrededor de las 3:30 o 4 de la mañana. “Ahí nos aceptaron bebidas y nos convidaron a ir a una ‘amanecedero’ que estaba ubicado en el mismo sector y nosotros, sin pensarlo dos veces, aceptamos”.
Allí departieron con estas mujeres y a eso de las 5:30 o 6 de la mañana ellas les propusieron terminar la fiesta en un apartamento. “Dijimos ¡listo! Y cuando íbamos a pedir transporte a través de una aplicación ellas nos recomendaron que no sacáramos en celular en la calle para evitar robos, que los taxis en esa zona eran seguros”.
Y así fue que terminaron dos amigos en un taxi y el tercero en otro. “Debo decir que hasta me pasaron un trago dentro del vehículo y que hasta ahí me acuerdo. No tengo ninguna noción de lo que pasó después”.
Cuando Gilberto se levantó era ya el mediodía de un sábado de septiembre. Estaba tirado en un andén del sector de El Restrepo, totalmente perdido, sucio, sin su celular, sin chaqueta y sin sus documentos. “Como pude me levanté y les pedí ayuda a los residentes del sector para saber cómo podía regresarme a mi casa. Al día siguiente, fui al médico a que me hicieran un examen de toxicología”.
Se acuerdan de que estaban como en un apartamento, tirados en un colchón, que les preguntaban cosas y que los golpeaban porque cuando cayeron en cuenta tenían lesiones en su cuerpo
Lastimosamente, ya había pasado mucho tiempo y salió negativo para cualquier sustancia. “Eso sí, los médicos me explicaron que lo que sucede es que a las 12 o 14 horas los vestigios de las drogas sueles desaparecer. Me dijo que, si comenzaba a sentir síntomas de olvido, quedaba en el limbo, y eso era muy seguido, debía volver a revisarme. Gracias a Dios no he presentado esos síntomas”.
Y mientras él pasaba por todo esto sus amigos también vivían la misma pesadilla, pues tampoco recuerdan nada del trayecto del taxi. “Se acuerdan de que estaban como en un apartamento, tirados en un colchón, que les preguntaban cosas y que los golpeaban porque cuando cayeron en cuenta tenían lesiones en su cuerpo”. A ellos también los dejaron abandonados en diferentes parajes de la ciudad. “A mi otro compañero lo dejaron tirado a eso de las 8 de la noche del sábado, entonces yo creo que nos robaron por turnos o a unos les dieron más droga que a otros”.
Lo cierto es que a Gilberto le robaron 350.000 pesos en efectivo, le quitaron el reloj, más de dos millones de su cuenta bancaria y realizaron comprar por internet. “También me quitaron mi teléfono móvil que era de alta gama”.
Pese a todo el tiempo que ha pasado desde su secuestro, la víctima cree que podría reconocer a las mujeres que los captaron si las vuelve a ver. “Todas tienen que ser capturadas porque ellas son el señuelo que usan estas bandas para escoger a sus víctimas. Son expertas en ganarse la confianza de las personas”.
Este hombre dice que nunca más volverá a entablar confianza con extraños y menos en un bar, bajo los efectos del alcohol. “Es preferible siempre salir con personas de confianza, tener alguna referencia”.
Gilberto dice que le sorprendió no recibir ayuda de los dueños de los bares donde fueron abordados por las mujeres. “Seguramente ellos quieren salvaguardar la reputación de sus establecimientos, pero la verdad sí debería ayudar a las víctimas”.
¿Cómo capturaron a esta banda?
Gracias a los testimonio como los del Gilberto, La Policía Nacional de Colombia, a través de su Grupo de Acción Unificada Contra la Libertad Personal (GAULA), logró la desarticulación de ‘Los Zetas’, cinco de estos delincuentes dedicados a secuestrar y hurtar personas utilizando como señuelo mujeres atractivas que proporcionaban sustancias tóxicas a víctimas que departían en establecimientos comerciales como bares y discotecas en el sector de Galerías de la localidad de Teusaquillo.
Según los investigadores de la Fiscalía, tardaron un año recopilando pruebas para saber cómo operaban estos criminales. Sus víctimas fueron al menos 10 hombres de entre los 25 y 35 años que fueron perfilados por su cabecilla alias ‘James’. Este hombre era el encargado de enviarle señales a las mujeres señuelo para que estas se ganaran la confianza de los hombres y les proporcionaban a sus bebidas benzodiacepinas, medicamento que afecta el sistema nervioso central generando sedación. Este fármaco es utilizado bajo prescripción médica por pacientes siquiátricos y con epilepsia.
Cuando lograban que las víctimas ‘cayeran en la red’, estas, ya en estado de indefensión, eran trasladadas en un taxi hacia clubes del sector de la avenida Primero de Mayo. Pero, no contentos con eso, en el trayecto eran golpeados por los demás integrantes de la banda y obligados a consumir más este fármaco doblegando aún más su voluntad para facilitar la entrega de claves bancarias.
Esta peligrosa banda retenían a las personas entre 15 y 24 horas y les daban ‘paseos’ por toda Bogotá, mientras hacían compras y transferencias electrónicas desde las cuentas bancarias y tarjetas de crédito de la víctima.
Los investigadores explicaron que contrataban a diferentes mujeres para que les sirvieran de gancho y facilitaran la administración de la sustancia benzodiacepina a sus víctimas. “Fueron 10 las personas afectadas por estos criminales, quienes estuvieron hospitalizadas hasta dos días mientras realizaban la desintoxicación”.
En lo que va del año la Policía ha registrado en Bogotá 735 hurtos a personas con el empleo de este tipo de sustancias, cerca de 500 casos menos que en 2023. Chapinero es la localidad más afectada.
Cuando capturaron a alias ‘James’ cabecilla del grupo delincuencial, le fueron halladas 48 cédulas falsas, que al parecer utilizaba para crear diferentes cuentas en la banca digital y transferir el dinero que recaudaba en la comisión de sus delitos; también suplantaba la identidad de las víctimas en establecimientos comerciales para realizar las transacciones.
Todos tenían una clara función dentro de esta violenta banda. Alias ‘Tata’, por ejemplo, era el encargado de reclutar a los cuentahabientes o conocidos recolectores para cobrar las transferencias electrónicas, retiros de cajeros automáticos y compras en establecimientos de comercio; los otrosorganización criminal alias ‘Campos’, ‘Dilan’ y ‘Yamid’ eran quienes ejercían violencia física y psicológica mientras retenían a los hombres.
Las capturas, en total cinco, se realizaron en las localidades de San Cristóbal, Puente Aranda, Rafael Uribe y en el municipio de Soacha, habrían afectado el patrimonio de estas víctimas en por lo menos 300 millones de pesos.
Según la Policía, estos delincuentes cuentan con un amplio prontuario criminal presentando anotaciones judiciales por los delitos de estafa, hurto calificado y agravado, hurto por medios informáticos y semejantes, lesiones personales, daño en bien ajeno, delitos contra la vida y la integridad personal.
Durante la primera fase desplegada en septiembre del año anterior, fueron capturados seis de sus integrantes, entre ellos una mujer encargada de crear diferentes cuentas bancarias para realizar el depósito del dinero hurtado; en esta segunda fase logramos la desarticulación completa de esta estructura delincuencial.
En lo que va del año la Policía ha registrado en Bogotá 735 hurtos a personas con el empleo de este tipo de sustancias, cerca de 500 casos menos que en 2023. Chapinero es la localidad más afectada.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
Escríbanos a carmal@eltiempo.com
*Nombre cambiado por solicitud de la víctima