En entrevista con EL TIEMPO, la segunda vicepresidenta de la Cámara de Representantes, Lina María Garrido, habló sobre las amenazas que ha recibido por parte del Eln y las disidencias de las Farc. La congresista le pidió apoyo al Gobierno y a las autoridades, y aseguró que ya no puede desplazarse dentro de Arauca.
Usted denunció que recibió una cuarta amenaza. ¿Qué hay detrás? ¿Están investigando?
Lo más insólito de todo esto es que las amenazas iniciaron hace más de un año. Las primeras fueron del Eln, una vez yo denuncié y puse en alerta las autoridades, que posiblemente recursos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo estarían llegando a financiar estructuras del Eln en el departamento de Arauca. Ahí recibo dos amenazas, una en abril, otra en julio y no pasó absolutamente nada. La fiscalía nunca se cercioró, nunca se manifestó. Denuncias que siempre pongo en conocimiento de todas las autoridades, Policía, Fiscalía, inclusive con copia del señor presidente de la República, la Unidad Nacional de Protección.
Esta fue la última amenaza que recibió la representante Lina María Garrido. Foto:Archivo particular
¿Cuándo fue la primera amenaza de las Farc?
En noviembre ya me llega un primer llamado por las disidencias de las FARC en las que me citan, quieren que yo vaya a hablar con ellos a tocar unos temas, un consejo de guerra, un refugio revolucionario, como ellos lo llaman. Por supuesto, no respondo esas intimidaciones, denuncio la situación. Se hacen unas visitas por parte la policía, pero nunca me esclarecen de dónde vienen esas amenazas. O sorpresa el viernes pasado vuelve del mismo número de celular, el mismo WhatsApp que en noviembre me envía esa citación, me vuelve nuevamente a citar y me dice además que ya es el segundo llamado que yo no atiendo.
Entonces, yo digo, “El gobierno y las autoridades no investigan, no me dan información, pero sobre todo no hacen la mínima acción para siquiera dificultarle a los bandidos el que sigan amenazando a la gente porque tienen líneas privadas, porque tienen canales oficiales de comunicación y si eso que es puesto en conocimiento por parte mía, que en este momento mantengo la dignidad que tengo, pues imagínese lo que le pasa a los ganaderos de mi departamento, a los comerciantes, a los campesinos que no pueden decidir si van o no van, sino que tienen que llegar cada vez que estos guerrilleros los llaman a rendir cuentas, a que los extorsionen o a que los asesinen o los secuestren.
¿Qué le dicen las autoridades?
Es de verdad vergonzoso da lástima porque solamente escuchar que las autoridades no tienen ni cómo interceptar ni cómo quitarles esa línea de comunicación, pero sí vemos todos los días como los delincuentes y estos criminales ahora se infiltran en las comunicaciones de las fuerzas militares y nosotros como como Estado y como autoridades quedamos en una total desventaja y sin capacidades para darle solución o actuar de manera oportuna ante esto que pone en riesgo a mi familia y pues la vida mía en un trabajo de oposición que estamos haciendo y que sé que genera mucha incomodidad porque pues estamos denunciando cosas muy graves.
Usted también denunciaba que en varias ocasiones la han llamado, le han hecho videollamadas y que también ha denunciado eso a la policía y le dicen que al ser por medio de WhatsApp, no van a hacer nada. ¿Qué le han dicho con esta nueva amenaza escrita que le llegó?
Uno quisiera realmente que el Estado en su totalidad trabajara en ese sentido, pero no pueden restarles importancia a esas amenazas simplemente porque lo hacen por WhatsApp, porque si usted le pregunta a un ganadero de mi departamento, si ha tenido que atender a esas llamadas donde en esa videollamada lo que sale es el guerrillero uniformado para decirle, “Oiga, está hablando de verdad con un miliciano que si usted no va lo asesina o tiene que irse del departamento”. Uno esperaría que le dieran el grado de importancia, pero en este país lo que sucede es que la vida de los colombianos se convierte en una cifra más y en una estadística más. A todo le quieren restar importancia. Saber que aún poniendo las denuncias y en la gravedad en la que nos exponemos no haya siquiera una acción por parte las autoridades de siquiera limitar esa ese WhatsApp, no sirve. No lo pudieron volver a utilizar, pero dicen que no tienen la capacidad de hacer eso, que la Fiscalía no les autoriza interceptaciones, que no hay las capacidades y las garantías de derechos humanos no dan para que un delincuente como estos, pues reciba todo el peso de la ley o le esclarezcan a quien denuncia de dónde vienen esas esas amenazas.
Esta fue la amenaza que recibió el 5 de abril de 2024 la representante. Foto:Archivo particular
Las disidencias están sentadas en una mesa de negociación, ¿qué le pide a los negociadores?
Yo mínimamente lo que esperaría de un comisionado es que le pregunte qué es lo que quieren esos bandidos conmigo. ¿Por qué me amenazan? ¿Quieren que me vaya al departamento? ¿Quieren que renuncie a mi cargo? ¿Quieren que no participe en política? Pero ni eso. Y duele más saber que un Comisionado de paz, que es de verdad una vergüenza para los colombianos, sí se toma el trabajo y sí se gaste su tiempo tratando de exigirle a las autoridades que le den gabela, beneficios y privilegios a los criminales mientras estos criminales son los que están haciendo todo este tipo de terrorismo a la gente.
Esto se sale totalmente de control y nadie le garantiza la seguridad, porque un esquema de seguridad por más robusto que sea, créame, que no le garantiza usted que después de que lo dejan en su casa no sea completamente vulnerable ante estos bandidos que no tiene ningún código de respeto ni valor por la vida ni por la integridad de las personas.
El 9 de diciembre 2024 un juzgado falló a su favor y le ordenó a la UNP que le volviera a restablecer su esquema de seguridad. En ese momento, ¿usted cuenta con esquema de seguridad?
Imagínate tú a dónde hemos tenido que llegar. Fue un juez de la República el que me garantizó las medidas porque aún en la tercera denuncia de la amenaza que me hicieron en noviembre, el director de la UNP había autorizado desmejorarme la seguridad. Entonces, tuve que acudir preciso porque para la Unidad Nacional de Protección cree que es que un carro es lo único que pueden ofrecer y lo único que uno está pidiendo, no, uno está pidiendo que todo el aparato estatal le garantice los derechos a la gente, por qué tiene la gente que ir a donde un juez para que realmente valoren que el trabajo que se hace o la exposición a la que uno se ve y los riesgos que asume denunciando la violencia en el departamento, la corrupción, cómo este gobierno se vuelve cómplice de los criminales
¿Qué le dicen desde el Estado?
He tenido que inclusive que recurrir a eso porque el Estado como tal o el gobierno no quería garantizarme las medidas ante estas denuncias que he interpuesto y creo que la exposición o la denuncia pública pues se debe hacer. Las constancias se tienen que dejar porque el día de la mañana, de verdad, hoy en las circunstancias tan crueles que estamos viendo los colombianos, uno ya no sabe ni qué es lo que va a suceder.
Augusto Rodríguez, director de la UNP Foto:César Melgarejo/EL TIEMPO
¿Después de esas cuatro amenazas ha podido ir a Arauca o está evitando viajar a la región?
Yo tengo que ir a mi departamento porque yo vivo en Arauca. Esa es mi lugar de residencia y donde tengo a toda mi familia, donde tengo a mi hija, donde tengo a mi esposo, donde están mis padres. Todo mi núcleo familiar vive en Arauca porque nosotros amamos el departamento de Arauca. Yo vengo a Bogotá cuando tengo que trabajar en el Congreso.
Sin embargo, desde que las denuncias se hicieron, yo ya no me desplazo por mi departamento. Tomar una vía en mi departamento significa darle papaya a esta gente que sale en cualquier momento porque uno se queda sin comunicación apenas sale al aeropuerto de la ciudad capital. Para mí se ha limitado el desplazamiento a los demás municipios. Si bien no hay seguridad en todo el territorio, por lo menos en Arauca uno trata de resguardarse.
¿Qué ha pasado con su familia?
Lo que más es doloroso es que yo no quiero cambiarle la vida a mi hija. Que sienta que vamos a dividir una familia, tener que sacarla de allá, tener que traer a Bogotá. Ya tiene 15 años, pero es lo que uno no quisiera hacer, que lo que uno hace en su trabajo tenga que dañarles su tranquilidad eso es lo que yo pido. Por favor, dejen que ella viva una adolescencia tranquila con unas medidas mínimas de protección.
¿Qué le dice a esos actores armados, a las personas que la están amenazando?
Primero, yo creo que el mensaje en principio es al presidente de la República, porque si empezamos a contar amenazas, yo diría que la del presidente es la quinta amenaza que recibo. Porque el presidente sale a la Plaza de Bolívar desenfunda una espada y amenaza al Congreso de la República. A los congresistas que están en contra de las reformas que de manera independiente, autónoma y responsable asumen posturas contrarias a lo que pretende el presidente. Y en un gobierno en el cual lo que uno ve es una complacencia total con los criminales, pues uno ¿qué espera?
¿Qué le pide al presidente?
El presidente Petro durante una alocución presidencial desde China. Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Yo le pido al señor presidente que le baje a su a su violencia verbal, que lo que hace es que sus aliados, que son los grupos armados, porque Olmedo López lo dijo, los recursos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo iban a financiar al ELN para que se quedara sentado en la mesa, porque los comandantes de las disidencias de la FARC dijeron que habían ayudaba para que Petro se eligiera como presidente de la República y que con el candidato que él dijera lo volverían a apoyar, pues son los que hoy están amenazándome.
¿Y a los grupos armados?
Díganme qué es lo que quieren conmigo, ¿qué me calle?, pero que sean claros, yo no voy a asistir a ninguna citación. Si quieren hablar conmigo, que es lo que dicen en el panfleto, pues entonces que me autorice el Gobierno y hablamos de paz. Pero ¿cómo voy a ir yo a exponerme a entregármeles como carnada a que me asesinen? cuando uno sabe que esa gente no actúa sino de manera violenta y son los que han dañado y han acabado con la vida de miles de personas en Arauca.
Desde el Congreso, ¿cuál ha sido el apoyo?
Yo agradezco a todos sus mensajes de solidaridad, a quienes se han expresado a través de las redes sociales, a quien han instado a la comisión, también a la Comisión de la Mujer, por supuesto, al presidente de la Cámara de Representantes que lo han hecho porque esto le da mayor alcance, pero vuelvo y repito, ya uno con estas circunstancias en las que yo ya llevo un año y básicamente que no ha sucedido nada, uno ya considera que las instituciones o quienes lideran, en este caso la justicia y las autoridades que deben garantizar la seguridad, pues yo no confío porque no hay resultados, porque no hay claridad. Por eso creo que lo más importante en este momento es decirle a la comunidad internacional, a los defensores de los derechos humanos Que esto es lo que está pasando con las personas que hoy hacen oposición desde el Congreso de la República. Eso está pasando conmigo.
MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE
Redacción Política