Yaneth Giha, expresidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación (Afidro) y ahora directora ejecutiva de la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica, habló con EL TIEMPO de los retos pendientes para la industria tras la pandemia del covid y qué tan preparada está Colombia para volver a producir vacunas, como ya lo hizo veinte años atrás.
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¿Considera que la industria farmacéutica colombiana ha respondido de manera adecuada a las necesidades de la salud en estos tiempos?
Sin duda, la industria farmacéutica de investigación y desarrollo respondió con contundencia y celeridad al mayor reto de salud pública que ha enfrentado la humanidad en las últimas décadas. Nos comprometimos, invertimos recursos, tecnologías y conocimiento para el desarrollo de nuevas terapias y vacunas contra el covid-19. Tenemos la satisfacción de haber contribuido a tener un mundo más cercano a la normalidad.
¿Cómo es la coordinación de la industria farmacéutica con el sector público?
La pandemia significó un gran reto. En Colombia fue esencial el trabajo colaborativo y coordinado entre Gobierno Nacional, gobiernos locales, industria farmacéutica y organizaciones del sector salud. Esa colaboración fue clave para impulsar el avance efectivo del plan de vacunación. Sin este trabajo articulado no habría sido posible. A nivel global, esa colaboración también fue el instrumento que permitió que hoy estemos hablando de una nueva normalidad. La creación de Covax y de otro tipo de instancias colaborativas fue la respuesta a ese gran reto.
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Colombia anunció que volverá a producir vacunas a través de VaxThera. ¿Qué tan preparados estamos?
Desde Afidro reconocimos la importancia de apostarle a que el país fortalezca sus capacidades en materia de ciencia, tecnología e innovación y producción local de vacunas. El país cuenta con las capacidades y experiencia que, por supuesto, debemos fortalecer. Los casos de Corea y Singapur deben ser objeto de análisis, por tratarse de países que hace algunos años le apostaron a la generación de conocimiento y a la innovación. Para avanzar en la consolidación de capacidades, el reto fundamental es centrarnos en los elementos esenciales para que el país pueda atraer y desarrollar transferencia de tecnología, entre los cuales están: enfocarnos en tecnología para la que exista una demanda local, fortalecer el sistema nacional de propiedad intelectual y considerar el reconocimiento mutuo de las decisiones reglamentarias entre países.
¿Colombia es un país atractivo para la inversión biofarmacéutica?
Definitivamente Colombia es un país atractivo para invertir. Por eso, llevamos varios años trabajando por potencializar la investigación clínica en el país. En Colombia hay cerca de 200 estudios clínicos activos. Esto genera no solo oportunidades de salud para los pacientes colombianos, sino conocimiento, empleo y desarrollo para Colombia. En cuanto a inversión, en los últimos dos años la industria de investigación y desarrollo ha invertido más de 270 millones de dólares en el país en investigación, infraestructura y educación.
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¿Cómo se debería fortalecer el Invima?
Hay un trabajo importante por hacer. De hecho, según un informe del Ministerio de Salud, a la fecha el invima tiene alrededor de 7.000 trámites pendientes de evaluación. Esto se suma a la necesidad de actualizar los estándares regulatorios de la entidad y el marco normativo que la rige, modernizarla e igualarla con los retos de la salud. Debe ser una tarea del nuevo gobierno.
¿Qué retos cree que existen en materia de regulación en la industria?
Aparte de fortalecer el Invima, unas reglas claras y predecibles son esenciales. También el hecho de mantener siempre la puerta abierta para la construcción colectiva, de manera que haya espacios de retroalimentación que tomen en cuenta los argumentos e insumos técnicos de las partes y midan muy bien el impacto de las decisiones, especialmente para los pacientes.
¿De qué se encarga Fifarma?
Es la asociación que reúne a 16 empresas biofarmacéuticas y 11 asociaciones de diferentes países. Nuestro propósito es el de apoyar y promover políticas de salud que prolonguen, preserven y mejoren la vida de los pacientes de la región. Nuestra misión es que los pacientes tengan las mejores soluciones terapéuticas y de calidad y, además, colaborar con los gobiernos de la región.
¿Qué impacto tiene la industria farmacéutica en la investigación en Colombia?
En 2022 generó cerca de 4.600 empleos de calidad en nuestro país. Muchas de nuestras compañías son reconocidas por las condiciones de trabajo favorables para sus colaboradores. Más del 60 por ciento de esos empleos corresponden a mujeres.
¿Cuánto invirtió la industria en estudios clínicos en la región?
Según estudio de IQVIA para Fifarma, en el 2019, la industria farmacéutica invirtió 1.100 millones de dólares en estudios clínicos en América Latina. En México y Brasil es en los países en los que más se invierte, seguidos de Argentina y Colombia, que ocupa el cuarto lugar en la región, con una inversión de 59,7 millones de dólares. Estamos seguros de que si seguimos trabajando en este objetivo pronto el país podrá aumentar su competitividad en este sentido.
¿El gasto en salud de Colombia y los países de la región es reducido y se debería aumentar?
Colombia destina al sistema de salud 7,7 por ciento de su PIB. Si bien es superior al del promedio de países latinoamericanos (6,6 por ciento), todavía hay un espacio importante para aumentar el gasto si queremos estar al nivel de la Ocde, que tienen un gasto promedio del 8,8 por ciento. El sistema de salud colombiano lleva 30 años fortaleciéndose y consolidándose, permitiendo cobertura universal y siendo un referente para muchos países. Debemos seguir avanzando para mejorar indicadores de acceso y calidad del servicio, teniendo siempre como premisa asegurar la sostenibilidad financiera, sin perder de vista que los pacientes son el centro de nuestras decisiones.
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