Yésica Muñoz, la heroína de gol contra Camerún

Yésica Muñoz estaba en el banco de suplentes, esperaba paciente, o impaciente, contaba los minutos que quedaban, al fin el técnico Paniagua la mandó a la cancha, en un partido durísimo contra Camerún, y en una de sus primeras apariciones desplegó alas, voló, se sostuvo, miró la cancha desde lo alto, y metió un cabezazo letal para que toda Colombia celebrara el 1-0, la victoria y la clasificación a octavos en el Mundial femenino Sub-20.

Colombia sabía lo que iba a enfrentar, que iba a chocar con un equipo recio, físico, muy atlético, muy fuerte, pero además un equipo que pegaba. Las primeras escaramuzas fueron choques violentos. Linda, Gabriela, Yunaira, Maithe… todas fueron padeciendo la furia africana. Tocaba luchar y tener paciencia.

Colombia estaba incómoda, no encontraba como entrar en esas murallas. La esperanza era que las africanas se fueran cansando, pero los minutos pasaban y nada cambiaba. Era como si Camerún respirara su propio aire, como si la altura no les afectara. 

Al minuto 27 al fin el juego pasó de la furia a la emoción cuando Camerún aceleró, Daha lanzó un balonazo y la portera Agudelo emprendió un vuelo espectacular para cerrar su arco. Luego fue Eto, la figura de Camerún, la que se acercó con un cabezazo. Fueron minutos de tensión en Bogotá. ¿Qué pasa?, gritaban los hinchas. ¿Y Linda dónde está?, reclamaba la voz de la tribuna. La afición se impacientaba.

Sobre el minuto 40 por fin Colombia reaccionó. Gabriela Rodríguez probó con un remate frágil. El Campín tomó vida y Linda respondió, aquí estoy yo, gritó sin gritar y sacó uno de sus trucos, ganó en velocidad, y lanzó un remate que arañó la portera para evitar el gol que ya se entonaba en las tribunas.

En el segundo tiempo Colombia quería ser otra Colombia, un cabezazo de Karla Torres ya fue un aviso para las cameruneses que en la siguiente jugada la ablandaron con violenta falta. Camerún fue un terror permanente. El mayor susto para Colombia llegó en una posible mano en el área de Cabezas, pero la jueza, tras revisar el monitor, decidió que no era penalti. Uff.

El partido no cambiaba, parecía que el 0-0 no se rompería. Fue cuando entró Yésica Muñoz, era el minuto 62. Quedaba tiempo. Ella lo sabía, pero no iba a perder un segundo. Estaba inspirada. Linda forjó un tiro de esquina, era su gol pero no fue, luego vino la pelota por arriba, cayendo justo donde Yésica esperaba, iluminada, para saltar y de puntillazo anotar el gol del respiro, el de la tranquilidad, el de la clasificación. 

Yésica fue heroína, pudo hacer dos goles más, estuvo cerca, fue la jugadora diferente, descontroló a la zaga africana. Linda hizo lo suyo, casi celebra al final con gran rem ate. Pero Colombia agradece también la atajada de la portera Agudelo, que de manera ágil se lanzó y evitó el gol del empate. Colombia, con sus figuras, volvió a ganar y da otro paso en el Mundial.

PABLO ROMERO

Redactor DEPORTES

@PabloRomeroET

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