Comprar carro nuevo en Colombia: estos son los impuestos que se deben pagar – Sectores – Economía

Hace unas semanas se conmemoraron los 50 años del primer reloj Porsche Design, el Chronograph I, y en su homenaje la marca alemana presentó una edición especial del Porsche 911 Targa 4 GTS (motor 3.0 litros y 480 HP), un exclusivo súper deportivo del cual solo se fabricarán 750 unidades. Uno de ellos, el No. 647 quedó en manos de un colombiano que desembolsó cerca de 1.400 millones de pesos por esta joya.

Otros 14 clientes colombianos están en lista de espera del reciente lanzamiento mundial de Mercedes-Benz, el AMG G63, un potente todo terreno con motor V8 biturbo de 577 caballos de potencia en el cual la también marca alemana pone lo mejor de su equipamiento de lujo, tecnología, seguridad y confort. Los carros, dicen sin confirmar, llegarán al país en 2023, pero sus futuros dueños van a pagar aproximadamente unos 1.400 millones de pesos (sin gastos de matrícula ni seguros).

En esa misma línea, septiembre se convirtió en el mejor mes del año en ventas de carros nuevos al registrar 23.871 unidades matriculadas, un crecimiento de 4,6 por ciento con relación al mismo mes del 2021. Con todo y los problemas de abastecimiento que ha tenido la industria por causas sobrevinientes de la pandemia, este año se han vendido 217.833 vehículos cero kilómetros y se estima que se llegará a los 265.000 al finalizar el año. A pesar de este empujón, octubre no fue un buen mes, pues las ventas cayeron un 3.3 por ciento, atribuido a la escasez de suministros y del Soat para matricular los carros, según Fenalco.

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Estas noticias, a pesar de las nubes grises que ven los expertos en el horizonte económico, no son solamente buenas para la industria. Para el Gobierno que está buscando recursos por todos lados para financiar sus programas, esos números le caen de maravilla. Así por encimita, por impuesto al consumo e IVA, de lo que pagaron sus dueños por el Porsche y los Mercedes-Benz mencionados arriba, las arcas estatales se quedaron con cerca del 49 por ciento.

Esta es solo una parte del cúmulo de impuestos que sí o sí tienen que pagar todos los compradores de carros nuevos y para su tenencia anual. Este año, por ejemplo, el dueño de un Porsche 911 Speedmaster, avaluado según las tablas del Ministerio de Transporte en más de 1.369 millones de pesos, pagó por el impuesto de ese vehículo más de 47 millones de pesos, pero como se dice popularmente, “el que tiene para el whisky tiene para el hielo”.

Los aranceles de los vehículos que llegan al país están asociados con el gravamen de importación.

Foto:

Alcaldía de Bogotá

Ahora, ¿cómo saber cuánto hielo ponerle al vaso de whisky? Para eso los gobiernos siempre han partido de una premisa: el carro particular es un artículo de lujo o un bien suntuario. Y si en algo le sirve de consuelo, los carros en Colombia no son tan caros comparados con otros países de la región como Argentina o Ecuador, en donde la carga de impuestos supera el 50 por ciento de su valor en la vitrina.

La carga impositiva para los vehículos nuevos que llegan al país depende del país de origen, los aranceles que están asociados con el gravamen de importación que está directamente vinculado con los acuerdos comerciales y tratados de libre comercio, valor FOB (Free On Board), o sea lo que cuesta una mercancía, en este caso el carro, en puerto. Y, más recientemente la tecnología, si es eléctrico o híbrido.

De acuerdo con las normas tributarias colombianas todo vehículo facturado en el país paga IVA (Impuesto al Valor Agregado) del 19 por ciento. En los vehículos de pasajeros, SUV y pick-up, se adiciona un impuesto al consumo de 8 por ciento. Este aumenta al 16 por ciento si su costo es superior a los 30.000 dólares FOB.

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Este umbral de US$ 30.000 está vigente desde el año 2007 y se ha convertido en un problema porque los carros se han encarecido por muchos factores, entonces lo que hacen las marcas es quitarles accesorios y elementos claves de seguridad vial para no sobrepasar ese tope y así el vehículo no le represente más plata al cliente. “Nos mandan carros desmantelados”, dice Oliverio García, presidente de Andemos.

La carga impositiva no escapa a la tecnología. Los híbridos pagan cinco por ciento de IVA y el mismo impuesto al consumo dependiendo del valor FOB, 8 o 16 por ciento. Los eléctricos pagan el cinco por ciento de IVA y no pagan impuesto al consumo.

El problema, dice el presidente de Andemos, “es que el impuesto es regresivo frente a la tecnología, porque el valor está asociado es con la tecnología, entre más airbags, más seguridad, si tiene dos motores, el carro cuesta mucho más”.

El valor de los carros nuevos está directamente relacionado con la tecnología que posean.

Y aquí vuelve a jugar un papel clave el arancel que, como decíamos, está asociado a los acuerdos comerciales o tratados de libre comercio pues de eso dependen los beneficios. En la actualidad se pagan cero aranceles por los vehículos provenientes de México, Estados Unidos, Canadá, Europa, con Mercosur y algunos países de la Comunidad Andina de Naciones.

Estos últimos están sujetos a unos contingentes (cupos), bajo un acuerdo de complementación económica, a través del cual se fijó un sistema de cuotas para importar vehículos desde Argentina y Brasil con arancel cero. Con Argentina, 18.000 de vehículos comerciales y 30.000 de pasajeros. Con Brasil, dependiendo del Valor de Contenido Regional VCR se permite la entrada de 50.000 unidades (45.000 con VCR de 60 por ciento y 5.000 con VCR de 35 por ciento). El VCR es la cantidad de componentes o autopartes producidos localmente.

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Con relación a Asia, Corea quedará desgravado del todo el próximo año. Entre tanto, los automotores de origen en países con los que Colombia no tiene un acuerdo comercial como India, China o Japón pagan un arancel del 35 por ciento.

China y Japón, el primero muy fuerte en vehículos eléctricos y el segundo en híbridos que no reciben beneficios, en algo se benefician por un decreto que estableció que los eléctricos no pagan arancel y los híbridos pagan el cinco, al igual que el IVA del cinco por ciento.

Por los vehículos que provienen de México, Estados Unidos y Canadá se pagan cero aranceles; contrario a lo que pasa con los que son traídos de China, India o Japón.

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Aquí el problema es que la importación de híbridos está sujeta a unos contingentes (cupo), que vía decreto se fijó y aumentó a partir del próximo año hasta solo 3.000 unidades, que pone a estos vehículos, especialmente los de origen japonés, en desventaja frente a los de gas que desde el año 2019 obtuvieron beneficios a través del decreto 2051. En dicha norma desaparece la exigencia del cupo para los eléctricos y se libera de esa exigencia a los de gas.

“Ahí viene una distorsión porque un vehículo de gas no es más limpio que uno híbrido y está recibiendo los mismos beneficios mucho más amplios que los híbridos porque este queda sujeto al contingente”, afirma García.

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Lo cierto es que una vez usted pague su carro nuevo, a crédito o de contado, el estado se quedará en promedio con casi la mitad de su dinero vía impuestos y aranceles. El precio final también depende de una variable muy importante, el del dólar, que dada su inestabilidad de los últimos días, juega un papel clave.

Otros tributos

Antes de poner primera y arrancar a disfrutar el ‘olor a nuevo’, usted tiene que pagar los derechos de matrícula, seguro obligatorio de accidentes de tránsito, Soat, y el impuesto de vehículo, que se tasa según el avalúo comercial del Ministerio de Transporte.

Para calcular dicho impuesto anual se tienen en cuenta parámetros como la tipología del vehículo, especificaciones como marca, línea, año/modelo y capacidad de carga.
La tarifa se basa en unos rangos de precios que determinan el valor a pagar. Para este año los vehículos avaluados por debajo de $ 50’954.000 es de 1.5 por ciento y los mayores a este valor y hasta $ 114’644.000, la tarifa es de 2,5 por ciento sobre el avalúo. Para los de avalúo la tarifa es de 3,5 por ciento.

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REDACCIÓN VEHÍCULOS


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