Bogotá: Qué está pasando con las basuras – Bogotá

Lotes que se han vuelto zonas de arrojo de escombros y de basuras, separadores de vías y andenes con bolsas amontonadas o contenedores y cestas con papeles y otros elementos por fuera son un fenómeno que se presenta en varias zonas de Bogotá y que parece estar creciendo. Así lo han advertido recientemente comunidades en Suba y Engativá que han reclamado porque algunos espacios de sus barrios se convirtieron en improvisados botaderos.

Pero ese no es un problema exclusivo de esos sectores. También se ve en el centro o, como le han reportado algunos ciudadanos a este diario, en zonas comerciales y sectores de Kennedy, Barrios Unidos, Usme y en la autopista Sur, en Bosa. Según la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), estas localidades presentan el mayor número de los llamados puntos críticos.

¿Qué pasa con las basuras en la ciudad? Si bien hay un problema de indisciplina de algunos bogotanos, a quienes parece que no les preocupa sacar las bolsas en horarios y días diferentes a los establecidos, y algunas personas que las rompen sin importarles el reguero que dejan en el piso, también puede tratarse de que la recolección no se hace de manera oportuna, como lo advirtió en una entrevista con EL TIEMPO la alcaldesa Claudia López.

Luz Amanda Camacho, directora de la Uaesp, entidad encargada de administrar el servicio de aseo, explica qué está pasando con las basuras, lo que se vienen haciendo para atacar el fenómeno y anuncia el inicio de la campaña masiva ‘No sea mugre con Bogotá’, que vincula a los suscriptores, urbanizaciones, zonas de comercio y vendedores informales, entre otros, y que invita a todos los ciudadanos a dar ejemplo.

¿Qué está pasando con las basuras en Bogotá?

Hay ciudadanos que no sacan su bolsa a tiempo o la sacan y la dejan en cualquier lugar. Esos son los ciudadanos indisciplinados, eso es falta de cultura ciudadana, de organizarse y de informarse de las frecuencias y horarios. Tenemos una solución desde principios de 2020 y mi preocupación es que no ha llegado a todo el mundo.

Tenemos un aplicativo (www.sigap.gov.co) donde se encuentran los horarios de las localidades y se puede saber dónde está el carro y qué hora va a pasar. Además, cada operador tiene en su página web los horarios y frecuencias de todas sus zonas. Entonces, la información existe.

Luz Amanda Camacho

Luz Amanda Camacho, directora de la Uaesp.

Los escombros son parte del gran problema…

En la concesión entregada por la anterior administración salió de la prestación del servicio que el primer metro cúbico que se generaba cuando una persona realizaba una obra o adecuación en su vivienda era gratuito. Eso significa que los operadores pueden cobrar y se ponen sus tarifas. Los precios están entre 60.000 y 120.000 pesos cada metro cúbico.

La alcaldesa se sentó con ellos y les exigió que le bajen el precio. Ahí empezamos mesas de trabajo y los operadores están por pasarnos los nuevos precios que, seguramente, van a bajar, pero, en mi opinión, no van a ser tan significativos.

Acá también tenemos una solución desde el año pasado y en este hemos avanzado más. Son los ecopuntos. Ya vamos en siete localidades donde sabemos que hay mayor proliferación de puntos críticos. Es una caja estacionaria para depositar sin costo los residuos de demolición de lunes a viernes, de 8 a. m. a 1 p. m.

Pero hay un grupo de personas, que no son usuarios, son volquetas y camiones que cobran por recoger los residuos de demolición o voluminosos, pero los dejan cualquier parte.

Basuras en Bogotá

El problema de las basuras en la ciudad se agrava con el arrojo de escombros en vías y espacio público.

También hay carreteros y recicladores que agravan la situación, ¿qué pasa con ellos?

Hay carreteros o recicladores, y también algunos migrantes, que han encontrado en el reciclaje una oportunidad para ganarse su sustento, el problema es que no saben hacer bien su oficio.

¿Qué hemos hecho? Les pedimos a las organizaciones de recicladores que nos reporten los carreteros que tienen registrados y los estamos carnetizando. De 4.500 hoy tenemos con carné 2.500, el resto no ha ido a recoger el documento. Si esos carreteros no hacen bien su oficio son susceptibles de sanción y le hacemos un llamado a la organización a la que pertenecen.

Pero también hay otro problema. Algunos habitantes de calle y algunos recicladores y migrantes que encontraron que las bolsas de las cestas plateadas son reciclables. Sacan la bolsa, botan la basura al piso y se la llevan.

¿Están o no cumpliendo los operadores con la recolección oportuna?

Todo lo que acabo de decirle es la génesis del problema. Cuando llegamos a la administración el servicio domiciliario en la mayoría de la ciudad se prestaba tres veces a la semana. Unos lunes, miércoles y viernes, y otros martes, jueves y sábado. Ahora estamos haciendo recolección diaria de lunes a sábado en varios puntos críticos y a algunos dos veces al día, y hay puntos de tres veces al día. ¿Cuál es la dificultad? Los operadores recogen en la noche, pero en la madrugada hay gente que deja la basura en la calle y en la mañana los ciudadanos la encuentran otra vez y concluyen, entonces, que nunca se recogió la basura.

La recolección normal no tiene mayor problema, lo que tiene problema son los puntos críticos, y ellos tienen que disponer más equipos y más tiempo. En algunos casos han mejorado, porque los hemos presionado, pero, insisto, tenemos presuntos incumplimientos que la interventoría nos ha ido pasando y que tienen efectos pecuniarios, pero eso no es suficiente. Por eso estamos permanentemente en mesas exigiéndoles.

Les hemos cambiado el plan operativo mil veces, les ponemos más rutas y lo que estoy cambiando en este momento es que la gente misma le diga a su vecino que no haga eso. Tiene que jugar mucho el ejemplo de las buenas personas sobre quienes no son ordenados, quienes no son juiciosos.

Doña Juana

Al relleno sanitario de Doña Juana están llegando un promedio de 6.157 toneladas de basura al día. 

Foto:

Mauricio Moreno El Tiempo

Parece que aunque se recicla sigue llegando el mismo volumen de basura a Doña Juana, ¿por qué?

Cuando llegamos a la administración estábamos enterrando cerca de 6.800 toneladas día, hoy el volumen promedio es 6.157 toneladas, es decir, hemos bajado más de 600 toneladas, pero no es suficiente.

¿Cuál es nuestra apuesta? Que la gente separe todos los residuos de comida, sea cocida o cruda, del resto, es decir, la bolsa negra se debe dividir en dos: en residuos orgánicos y en el resto. Vamos a empezar un gran cambio para recoger de manera diferenciada los orgánicos del resto de materiales y eso lo vamos a hacer con los mismos operadores.

¿Cómo será ese proceso?

Les vamos a poner a la gente frecuencias diferenciadas, unos días se va a recoger solo orgánicos y otros, el resto. La idea es que dos de las tres frecuencias (a la semana) sean orgánicas y una, de los otros residuos. En las zonas donde pasamos todos los días, comerciantes, restaurantes, bares y vendedores informales son los primeros que vamos a organizar.

Ya nos sentamos con Asobares y ellos van a caminar con nosotros. Y va a salir una normativa para restaurantes. Adicionalmente, vamos a trabajar con los suscriptores y conjuntos residenciales. Les vamos a regalar canecas verdes a todos, tenemos más de 2’700.000 suscriptores y a cada uno le vamos a dar una. Y a cada conjunto residencial también le vamos a dar una caneca grande para que la gente pueda sacar desde su casa o apartamento la caneca verde pequeña con orgánicos y se la vuelvan a llevar. Les vamos a hacer todo muy fácil.

¿Qué va a pasar con los contenedores que se han vuelto un problema?

Los contenedores también se volvieron puntos críticos. Como la gente ve que van a recoger allá, lo que hacen es dejar basura alrededor. Hicimos un estudio técnico y resolvimos reubicar contenedores y sacar del espacio público los que no son usados o son mal usados, y vamos a cambiar los deteriorados. De esos 10.000 que hay, en una primera fase retiraremos o reubicaremos más de 1.000.

Esto que le estoy diciendo de las canecas, del incremento de frecuencias y de más horarios y de cambiar horarios va a ser en el marco de la campaña ‘No sea mugre con Bogotá’, que se lanza hoy. No queremos ser regañones ni fastidiosos. No es una cosa insultante, sino que nos recuerda a nuestras generaciones mayores que querían reeducarnos. Es una campaña que busca liderar con el ejemplo.

‘Liderar con el ejemplo’

En el marco de la campaña ‘No sea mugre con Bogotá’, según la directora de la Uaesp, Luz Amanda Camacho, se repartirán canecas verdes para los residuos orgánicos a todos los suscriptores (2,7 millones) e inmuebles de propiedad horizontal que hay en la ciudad.

Esta labor será aprovechada como una oportunidad para cercarse a los ciudadanos y dejarles volantes con información sobre frecuencias de recolección y horarios, pero, además, para reforzar la idea del reciclaje.

“Esto toca casi que puerta a puerta”, dice Camacho, quien agrega que se trata de hacerles una invitación a los bogotanos “a liderar con el ejemplo”, disciplina y cultura ciudadana.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
En Twitter: @guirei24 


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