‘Bogotá no es tan inclusiva como quisiéramos’: Mariño – Bogotá


Bogotá Cómo Vamos (BCV) presentó el Informe de Calidad de Vida, edición 2021, bajo un lente nunca antes implementado: el derecho a la ciudad. Según Naciones Unidas, este es “el derecho de todos a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”.
Según el Informe que midió a Bogotá en el derecho a la ciudad a la luz de 94 indicadores, hay 48 avances y 46 retrocesos. EL TIEMPO conversó con Felipe Mariño, director de BCV, sobre hallazgos y recomendaciones.

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¿Cómo va Bogotá en ese concepto?

Por ejemplo, en no discriminación hay muchos retos. Uno es reducir las brechas de género en el mercado laboral: sabemos que 2021 cerró con únicamente 1,3 puntos porcentuales de diferencia entre hombres y mujeres en términos de desempleo. Pero, en 2020, teníamos un 25 % aproximadamente de tasa de desempleo en mujeres, mientras que en hombres estaba alrededor del 11 %. La ciudad no es tan inclusiva como quisiéramos. Lo podemos ver en la población migrante: 7 de cada 10 están por debajo de la línea de pobreza monetaria. Un dato devastador, que se junta con el comportamiento de los homicidios: si bien crece la población, en una tasa de 900 % entre 2016 y 2021, los homicidios crecen a una tasa de 10.800 %, pasamos de un homicidio en 2016 a 109 en 2021.

¿Una recomendación sobre migrantes?

Se tienen que hacer todos los esfuerzos institucionales para fortalecer lo que hizo el Gobierno nacional con los permisos y el estatuto que se les dio a los venezolanos. De otro lado, nuestros expertos en salud nos recomiendan aprovechar ese bono demográfico que implica un crecimiento de la población, son personas que, si las incorporamos a la economía de la ciudad, van a tener efectos positivos: démosles oportunidades de trabajo, prevengamos las violencias.

¿Este informe qué indica sobre seguridad?

Hay que revisar las tendencias de 2021 en este tema, que es tan fluctuante. Traíamos una tasa de homicidios histórica que se iba reduciendo desde 2015. En 2020 tuvimos 1.037 homicidios, estuvimos cerca de esa meta de bajar de los 1.000 homicidios, pero el 2021 nos muestra un crecimiento. La fluctuación ocurre porque si comparamos lo que va del 2021 con el 2022, de nuevo nos estamos encontrando con una disminución importante, del 16 %. No hay tendencia.

La tendencia más importante es hurtos. Si bien vienen descendiendo desde 2019, tenemos un incremento en 2021. Tenemos más hurtos en el primer semestre de 2022 si lo comparamos con 2021. El hurto y el homicidio son los que más presionan en cómo las personas construyen su percepción de seguridad. Así lo dijo el 82 % en la Encuesta Mi Voz Mi Ciudad.

¿Qué otras alertas identifica BCV?

La desigualdad. Según el coeficiente de Gini, entre 2020 y 2021 pasamos de 0,559 a 0,528, es decir, entre más cercanos estemos a cero más iguales somos. Hay una recuperación, pero los datos de 2020 y 2021 están por encima de la media del país y somos la ciudad más desigual entre las capitales principales.

En educación hay una alerta por 101.542 niños por fuera del sistema educativo, ¿qué aspectos se destacan de este sector?

Bogotá está alrededor del 0,4 y 0,5 % de analfabetismo. Eso implica un esfuerzo importante en política pública para mantenerla casi en cero.

¿Qué otros aciertos?

En derecho a la ciudad se ha planteado abordar el reto de la degradación ambiental y servicios públicos de calidad. En Bogotá, el transporte público está teniendo una apuesta en términos de sostenibilidad: abril de 2022 cierra con casi 3.000 buses con tecnología Euro V, menos contaminante que sus predecesores. Tenemos 929 con tecnología Euro VI y un crecimiento de flota eléctrica. Todo eso contribuye a reducciones de concentración de material particulado.

También destacó lo empresarial. Tenemos 28.000 empresas neto, es decir, con un saldo a favor entre 2020 y 2021 de empresas creadas. Eso evidencia el crecimiento económico. Tenemos aumento del 9 % en el Producto Interno Bruto.
Y hay disminuciones en el déficit habitacional: volvimos al 10,5 % cuando durante el 2020 estuvo alrededor del 13 %. Eso sí, hay que trabajar en la parte cualitativa.

El informe muestra que en 2021 se practicaron 10.636 abortos, la mayoría en el régimen particular. Con la decisión de la Corte, ¿se reduciría esa brecha de acceso a la IVE y que más mujeres del régimen subsidiado puedan hacerlo de forma segura?

Debería. Está el reto de implementarlo y el reto cultural: que las mujeres y la sociedad sepan que es algo que se puede hacer y que es un derecho.

¿El enfoque de derecho a la ciudad se seguirá utilizando?

Sí, y va a ser cada vez más profundo. De hecho, este informe de calidad de vida da unos primeros pasos, pero con la gestión que hemos hecho desde BCV, tenemos planteado formular el siguiente informe construido colectivamente con la ciudadanía y con liderazgos alrededor del derecho a la ciudad, para que cada vez más podamos estar parados hablando sobre ese horizonte de ciudad.

Invitaron a la presentación a una estudiante, que hace parte de su ‘semillero de expertos’.

Estamos creando un semillero o una incubadora de líderes y expertos en temas de ciudad y los estamos trabajando con la población joven, dentro de las universidades. Queremos incluso llegar a los colegios y darles la oportunidad a ellos de hablar de su ciudad desde su perspectiva, pero siempre desde los principios de BCV: la rigurosidad de los datos, la independencia y la transparencia.

¿Cómo esperan que la alcaldía de Bogotá reciba este informe?

Esperamos que no se crea que nuestra labor es hablar mal de algún gobierno, sino que entiendan que la ciudad y la información se construyen colectivamente. Esperamos un diálogo permanente, que lo hemos tenido, y una construcción colectiva de las decisiones.

¿Qué informes vienen para el resto del año?

En un mes vamos a sacar el primer documento de análisis de la situación nutricional en población migrante. Entre noviembre y diciembre, esperamos publicar la Encuesta de Percepción Ciudadana, que volverá a ser presencial y tradicional para continuar con la comparabilidad. Además, con la Fundación Éxito nos queda actualizar el índice de situación nutricional de niños; podemos llegar a niveles muy locales, incluso al de UPZ. Y nos queda el informe del Concejo Cómo Vamos del primer semestre de 2022. Además, tenemos pendientes algunos conversatorios para hablar de POT, de Metro y de jóvenes a la luz del derecho a la ciudad.

ANA PUENTES
EL TIEMPO


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