Las expectativas de inflación a corto plazo en Estados Unidos cayeron aún más a finales de año y la confianza de los consumidores mejoró, lo que refleja la disminución de las presiones sobre los precios y el alivio de las estaciones de servicio.
Los encuestados dijeron en diciembre que esperaban que los precios subieran un 4,4 por ciento durante el próximo año, el nivel más bajo desde junio de 2021 y por debajo de la lectura preliminar, según mostró el viernes la encuesta final de consumidores de la Universidad de Michigan.
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Para los próximos cinco a diez años, las expectativas bajaron al 2,9 por ciento. El índice de confianza de la universidad aumentó a 59,7 durante el mes, ligeramente por encima de la lectura de principios de diciembre. La estimación media de una encuesta de Bloomberg entre economistas era de 59,1.
“Es posible que los consumidores estén de acuerdo en que la inflación se desaceleró con respecto a las tasas de los últimos meses, pero existe una gran incertidumbre sobre cuánto y con qué rapidez retrocederá”, declaró Joanne Hsu, directora de la encuesta.
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Los últimos datos sobre precios al consumidor sugieren que, aunque la inflación estadounidense sigue siendo extremadamente alta, lo peor de ella puede haber pasado ya. Aunque los hogares siguen pagando precios más altos por diversos bienes y servicios –como los alimentos–, los estadounidenses han obtenido recientemente cierto respiro de las presiones generalizadas sobre los precios.
Los precios de la gasolina, por ejemplo, no han dejado de bajar desde principios de noviembre. Dicho esto, el camino hacia el objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal podría ser largo y doloroso, y muchos analistas prevén que la economía entre en recesión el año que viene.
Otros datos publicados el viernes mostraron que el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal disminuyó en noviembre, mientras que el gasto de los consumidores se estancó.
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Entre tanto, las condiciones de compra de bienes duraderos para el hogar se mantuvieron estables con respecto a la lectura preliminar, y Hsu dijo que los consumidores notaron el impacto negativo de las tasas de interés más altas a la hora de comprar artículos de gran valor como automóviles y casas.
Sin embargo, las preocupaciones sobre la pérdida de empleos en el territorio norteamericano se están intensificando. Alrededor del 45 por ciento de los consumidores esperan que el desempleo suba, la mayor proporción desde abril de 2020, dijo Hsu.
BLOOMBERG
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