Cauca: tensión entre indígenas, afros, campesinos e ingenios – Cali – Colombia

El norte del Cauca es una caldera de 349.714 hectáreas, que está en efervescencia, volviéndola una bomba de tiempo. 

Y es una caldera por confrontaciones que involucran no solo a los indígenas. También a comunidades afros, campesinos mestizos, trabajadores de ingenios y a la Policía, completando casi dos décadas de estas luchas sin cesar hasta ahora y que han dejado a su paso más de una veintena de muertos y 700 heridos.  

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En la Fuerza Pública indican que buscan impedir más ocupaciones de predios privados y que se han presentado choques, como los de este viernes 2 de septiembre. Según el comandante de la Policía Cauca, coronel Gustavo Martínez, ese día, un grupo de 120 indígenas iba a tomarse la finca La Peninsula, en el norte de esta región. Anota que habrían sido atacados por los nativos con piedras, tatucos y explosivos.  

Sin embargo, voceros de indígenas respondieron que la Policía, presuntamente, habría hecho disparos. 

Por fortuna, nadie salió herido o muerto. 

Hoy, a lado y lado de la vía Panamericana, la columna vertebral que atraviesa todo este departamento para comunicarse con el interior del país, se mantienen las ocupaciones e invasiones –como se refieren en el Gobierno Nacional– de predios con extensos cultivos de cañaduzales.

El número de haciendas tomadas solo por indígenas subió ya a 30, cuando hace un mes eran 21.

Estas tomas continúan en los municipios Caloto, Corinto, Padilla, Santander de Quilichao, Villa Rica, Puerto Tejada, Padilla, Guachené y Miranda. 

Estas tomas continúan en los municipios Caloto, Corinto, Padilla, Santander de Quilichao, Villa Rica, Puerto Tejada, Padilla, Guachené y Miranda

Ninguno de sus ocupantes –indígenas, afros y campesinos- tiene el ánimo de abandonarlas, pese a que a comienzos de la semana, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lanzó un ultimátum de 48 horas para hacerlo, medida que el Gobierno desistió horas después, el pasado jueves, cuando el ministro del Interior, Alfonso Prada, anunció desde Popayán, un diálogo social sobre la distribución de tierras. 

Indígenas, en la hacienda Vistahermosa, en Caloto.

Indígenas, en la hacienda Vistahermosa, en Caloto.

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Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

En algunos casos, los nativos comparten estos terrenos con poblaciones afros, pero luego sostener diferencias y choques en meses anteriores.

Estos afrodescendientes, como los nasas, han levantado campamentos con el mismo reclamo: contar con tierras para subsistir con sus familias.

Sin embargo, no todas las comunidades afro están de acuerdo con los indígenas, pues han llegado a enfrentarse entre sí con robos y daños a animales, y hasta quemas provocadas en los sitios de concertación. 

Al tiempo, gremios e ingenios azucareros viven en una encrucijada, pues reiteran como lo han venido haciendo en lo que va de este 2022 y en años atrás que estas invasiones repercuten en empleos que venían generando.

Manifiestan preocupación para seguir sosteniendo plantas de personal, entre corteros de caña, y trabajadores encargados de riego, así como de la siembra y labores de vigilancia.

Los gremios de la agroindustria de la caña dicen que en el norte caucano se generan 50.000 empleos, y que por confrontaciones y ocupaciones se ha afectado la productividad de cerca de mil hectáreas.

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Según Fedesarrollo, el sector tiene una alta contribución en las finanzas de los municipios, a través del pago de impuestos. En Miranda, por ejemplo, los ingenios aportan 72 por ciento del total en impuestos; Corinto, un 42 por ciento y en Padilla, 22 por ciento.

En el panorama hay otras casonas y terrenos, propiedades de ingenios y cañicultores, en este norte caucano, donde comunidades, exclusivamente, afrocolombianas las declararon como sus territorios, mientras aseguran que buscan negociar la compra con sus dueños.

Muchos de estos afros son miembros de juntas administradoras locales de veredas, donde señalan que esta problemática ha venido afectando los empleos de trabajadores de ingenios.

Pero explican que el desempleo no es únicamente por las tomas de haciendas, sino que viene de décadas anteriores y sienten que han sido desplazados por la tecnología y la maquinaria en ingenios, perdiendo sus trabajos desde aquellas épocas previas.

En Corinto, la comunidad de la vereda La María declaró la hacienda del mismo nombre como un territorio afro.

La casona es del ingenio Central Castilla y está en ruinas en un terreno de más de 200 hectáreas, pero a diferencia de los indígenas, comuneros afros no están asentados en el lugar, solo lo vigilan desde sus propias viviendas, que están alrededor del predio.

Así lo explica Yorman Ruiz Lucumí, fiscal de la Junta de Acción Comunal de La María, quien anota que todavía no se ha podido llegar a un acuerdo de compra con el ingenio que es la intención de estos más de 1.500 moradores de la vereda de población negra. 

Cuando se continúa el recorrido por la misma Panamericana, por ejemplo, entre los municipios Caloto y Corinto, se observa a pobladores mestizos que son campesinos y que conviven con indígenas en propiedades también tomadas, aunque no en la misma proporción que los nasas en esta zona del Cauca.

Disputa en la finca La Península de la hacienda Oasis, en el norte del Cauca. El viernes hubo choques entre indígenas y policías.

Disputa en la finca La Península de la hacienda Oasis, en el norte del Cauca. Este viernes 2 de septiembre hubo choques entre indígenas y policías.

Sin embargo, es tal la tensión que hasta trabajadores de ingenios de la zona, como Incauca, La Cabaña y Central Castilla, decidieron, por su cuenta, como lo aseguraron, estar a un costado de la Panamericana para custodiar las entradas a las fincas que estarían en riesgo de ocupaciones. 

Hacen turnos de vigilancia de 12 a 24 horas y así lo han hecho desde agosto pasado, cuando hubo otra invasión por lo que estos contratistas y empleados azucareros hicieron bloqueos en la Panamericana, los cuales duraron los primeros 24 días de ese mes. 

Fuerza Pública señala que acude a recuperar predios privados.

Fuerza Pública señala que acude a recuperar predios privados.

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Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

Y aunque estos trabajadores de ingenios levantaron el taponamiento siguen en la carretera, atentos a evitar a toda costa, cualquier irrupción a la fuerza que termine con cambuches de guadua y cubiertas de plástico de negro, como se observa en buena parte de esta zona plana caucana, donde los ánimos están al rojo vivo. Cualquier nueva acción, como quemas de caña, robos y vandalismo, son un fósforo para prender el debate y terminar en discusiones que alcanzan la violencia. 

En zona de Corinto, 60 trabajadores de Incauca están apostados en una berma. Se encuentran frente a la entrada de la vasta y ocupada hacienda Alto de Miraflores, al frente de la cual están los terrenos de caña de la también hacienda Lotellano. Esta última no ha sido invadida y por eso, dichos empleados se turnan vigilarla de día y de noche.

“Estamos cuidando nuestro territorio para que los indígenas no pasen hacia acá a sigan invadiendo”, dice Eduardo Ochoa, quien lleva 33 años trabajando para ingenios, primero para La Cabaña y ahora último, para Incauca.

(Puede leer: Masacre en Cauca: tres personas asesinadas en Santander de Quilichao)

“Si se nos meten seríamos muchos los desempleados. Estamos cuidando nuestros puestos, aquí vinimos por nuestros propios medios, aquí no nos ha mandado ninguna empresa”, asegura.

Indígenas, afros y campesinos insisten en que no dejarán las haciendas hasta que haya una mesa de diálogo con el Gobierno Nacional que involucre a todos los actores.

Sin embargo, pese a las diferencias todos ellos llegan a una misma conclusión: lograr acuerdos y soluciones que permitan una mayor equidad en la tenencia de la tierra en el Cauca.

De hecho, según una investigación del Instituto de Estudios Interculturales (IE) de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali arroja que “cerca del 40 por ciento de la tierra en Cauca son predios mayores de 50 hectáreas y pertenecen a menos del 1 por ciento de los propietarios”. Además, “el 13,46 por ciento de la superficie del norte del Cauca está constituido por predios menores de 3 hectáreas y pertenecen al 77 por ciento de los propietarios”. 

Cerca del 40 por ciento de la tierra en Cauca son predios mayores de 50 hectáreas y pertenecen a menos del 1 por ciento de los propietarios

Así mismo, 18.943 hectáreas son de resguardos constituidos y el 81 por ciento de resguardos coloniales que ocupan 80.194 hectáreas en el norte del Cauca. El 53 por ciento restante es para otros usos.

Una de las haciendas de Caloto tomada por indígenas es Playadura. Fue ocupada en 2018, donde uno de los indígenas con una pañoleta en el rostro y pidiendo no ser identificado dice: “Las órdenes que han dado los gobiernos y ahora este de abandonar las tierras no nos sorprende. Ya hemos venido sintiendo esa represión. Estamos preparados para lo que se venga, vamos a resistir. Nosotros no somos invasores, lo tenemos claro es una recuperación ancestral”.

También añade: “Somos 114 indígenas en esta hacienda de diferentes resguardos, como Tacueyó, Toribío, Huellas y López Adentro. Hemos venido mirando el territorio y el medioambiente. El Gobierno y la gente piensa que tenemos muchas tierras y no es así, la parte alta en buena parte son páramos y reserva”.

Manuel, otro indígena nasa está en la hacienda Albania, cercana de Playadura. Sostiene que los indígenas han sido desplazados por hacendados para que vivan en las montañas, donde se agotan los cultivos para comidas.

En el Consejo Regional indígena del Cauca (CRIC), que representa a 139 autoridades indígenas, señalan, en un comunicado: “Los pueblos indígenas del Cauca, han realizado un ejercicio constante, reivindicativo de los derechos colectivos de la tierra que, por años, han manipulado, usurpado y utilizado indiscriminadamente, los diferentes actores colonialistas que han considerado las tierras americanas como unos granes baldíos”.

También dijeron: “Una de las características y legados dejados por el gran Manuel Quintín Lame Chantre, además de hacer exigibles las leyes en favor de los pueblos indígenas han sido los siguientes: defensa de las parcialidades y oposición militante a las leyes de división y repartición de las mismas; consolidación del cabildo indígena como centro de autoridad y base de su organización”. 

Es una lucha por tierra que no solo viene desde que los nasas se encuentran en las haciendas, hace 17 años, sino de siglos pasados. A comienzos del siglo XX, la lucha la encabezaba el indígena Manuel Quintín Lame. Argumentan que estas comunidades son los descendientes de las originarias antes de la Conquista y la Colonia, y que fueron expulsados de estos territorios. 

Los terrenos en Albania y Playadura suman más de 300 hectáreas y están divididas, la mitad con cambuches de indígenas nasas y la otra mitad de ese campo para el aprovechamiento de comunidades negras. Es un acuerdo que hicieron desde hace cuatro años.

Pero entre las mismas comunidades afros hay cismas, pues hay quienes consideran que los indígenas los están dejando sin terrenos y hay otros que reclaman tierras a ingenios para producir no solo caña de azúcar.

El líder comunitario afro Juan Carlos Agudelo en zona rural de Corinto, dice: “En el norte del Cauca hay delimitados unos territorios, territorio afro y territorio indígena, pero estas comunidades indígenas ya tienen su territorio, pero ellos argumentan que necesitan tierras que porque ya sus comunidades han crecido. Ese reclamo debería hacerse al Gobierno Nacional, concertado en el marco de la Constitución”.

La defensora de derechos humanos y de comunidades negras Yanet Mosquera hace un llamado a llegar a un acuerdo.

“No se trata de quitarle a nadie su propiedad o tierra, pero el Gobierno debe mirar cómo se compra para que podamos tener territorios colectivos o territorios propios, porque las comunidades que estamos en los valles interandinos sufrimos por tierras”, comenta.

El gobernador del Cauca, Elías Larrahondo, afirma: “Ya hemos hablado con el ministro de transporte, Guillermo Reyes, y aunque no hace parte de su cartera, quedamos en que lo elevará al gabinete ministerial y el presidente del Congreso lo elevará a todo el Congreso de la República”.

El secretario de Gobierno del departamento, Luis Cornelio Angulo, dice que es necesario un proceso de respeto y diálogo entre las diferentes comunidades. De ahí que desde 2015 se creó una mesa interétnica e intercultural para buscar soluciones.

“Todos los sectores tienen necesidades de tierras y esas necesidades a tierras a veces se encuentran en territorios donde ancestralmente han estado ya sean comunidades indígenas, comunidades campesinas o comunidades afrodescendiente y el gobierno compra a una comunidad diferente, eso conduce a un conflicto interétnico”. 

Abel Coicué se encuentra en la hacienda Los Mangos, entre Caloto y Corinto.

Abel Coicué manifiesta trabajar en el proceso de liberación de tierras.

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Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

¿Qué responden indígenas por ocupaciones de tierras en Cauca?

Abel Coicué es uno de los indígenas que se encuentra en la hacienda Los Mangos, entre Caloto y Corinto. 

Allí están 70 familias, todas indígenas en total con cambuches de guadua, entre sembrados de yuca, plátano maíz y frutales. Esta ocupación ocurrió desde 2018.

Esto contestó a EL TIEMPO

¿Por qué están en esta hacienda?

La presencia indígena tiene una historia. Si miran la historia del movimiento indígena, el territorio antes era de indígenas y luego llegaron hacendados. Aquí los gobiernos de turno nunca nos dijeron vengan indígenas tomen esto o les compramos esto. Si llega el Esmad, nos toca resistir, aquí hemos tenido muertos, pero nos hemos mantenido ysi nos matan a uno tendremos más fuerza por esa sangre que derrama nuestra gente.

¿Qué piensa de ser señalados como invasores?

Es de aclarar que no somos invasores. Es una palabra que viene del Gobierno y de otros sectores. Nosotros somos liberadores de la madre Tierra. Queremos pasar del monocultivo a cultivos para la comida, a la reforestación. La tierra nos da de comer, nos da el agua.

¿Ustedes van a dejar el predio, si el Gobierno da la orden?

Nosotros votamos por el presidente Gustavo Petro, pero la orden de desalojo y el ultimátum que se había dado de 48 horas nos sorprendió. Con este gobierno todos tenemos la expectativa de que iba a ser el cambio estructural, pero con esto que está pasando, pensamos que va a ser lo mismo de otros gobiernos y va a ser duro de cambiar a la gente que no entiende este tema.

¿Qué opinión tiene sobre comunidades afros, algunas de las cuales no están de acuerdo con indígenas, pues también reclaman tierras?

Estamos en un espacio con mesas de diálogo con lugareños, consejos comunitarios afrocolombianos y comunidades campesinas. Hay uno que están con el chip de mantener, porque dicen que van a perder su trabajo, pero hemos hecho la invitación con algunos líderes. No es que vayamos a quitar, los afros también necesitan las tierras, los campesinos

¿Qué mensaje le da al presidente Gustavo Petro?

Que nos escuchen, que entiendan que esta es una lucha histórica y ancestral. Esperamos que haya diálogo con los pueblos afros y campesinos que también piden tierras. 

Yorman Ruiz Lucumí y Rubiel Arará (derecha), voceros de comunidad afro de La María, en Corinto.

Yorman Ruiz Lucumí y Rubiel Arará (derecha), voceros de comunidad afro de La María, en Corinto.

Foto:

Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

Vocero de hacienda declarada como afro en Cauca

Rubiel Arará es vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La María y defensor del territorio afro en la hacienda azucarera del mismo nombre, la cual, le pertenece a Central Castilla. 

No obstante, la hacienda está desocupada por empleados del ingenio. 

Comunidad afro custodia la propiedad. donde se lee en letrero: ‘Territorio afro La María’.

Esto respondió el comunero Arará a EL TIEMPO.

¿Por qué están en esta hacienda?

“El territorio era de Castilla, hemos adelantado conversaciones o mesas de diálogo para que el ingenio nos vendiera la hacienda o llegáramos a alguna negociación porque nuestra comunidad afro está quedando demasiado embotellada. En este momento no hay trabajo, el monocultivo de la caña prácticamente tiene acorralado tanto las comunidades y a los pueblos (indígenas) ha desplazado a los animales, estamos quedando sin agua. Hay demasiados los factores por los cuales se está tratando de llegar con acuerdos con ellos y regresar a fincas tradicionales.

¿Qué piensa de ser señalados como invasores?

“No lo somos. Estamos aquí para seguir defendiendo el territorio, porque si no después no habrá territorio ni para negociar con Castilla ni para negociar con ninguno porque ya sería todo territorio campesino. Ellos (el ingenio) siempre nos han dicho que nos van a llamar, cuando nos llaman, nos dicen que llevemos propuestas más explícitas, les hemos llevado varias. Necesitamos recuperar ojos de agua, necesitamos muchas cosas para que nuestra comunidad y no viva tan estrecha como estamos ahora prácticamente viviendo encima unos de los otros”.

¿Ustedes van a dejar el predio, si el Gobierno da la orden?

Nosotros estamos defendiendo nuestro territorio, pero no lo hacemos desplazando a la gente. El administrador del ingenio se fue, pero no estamos viviendo en la casona o en el terreno.

Lo que pasa es que la problemática en este momento, los ingenios han mecanizado demasiado y todos los trabajadores que han despedido dejan a muchas familias en la calle. Nosotros opinamos que si el presidente Gustavo Petro o la vicepresidenta Francia Márquez quieren militarizar, creo que sería un gran error porque si militarizan, en vez de encontrar una solución al problema antes lo van a agravar, porque la gente está pidiendo algo que es lógico.

¿Qué opina sobre la lucha indígena?

Los indígenas reclaman tierras ancestrales, pero no han entendido que si ellos se cogen todo el país va a pasar lo mismo que pasa con los ingenios, la idea no es pelear entre comunidades, la idea es que entre comunidades se repartan el territorio para caber en el mismo país.

¿Qué mensaje le da al presidente Gustavo Petro?

Al presidente Petro prácticamente le tocó cambiar. Él nunca estuvo de acuerdo con los gobiernos anteriores porque él creía que la política iba a ser mejor pero, ¿por qué la primera acción que va a hacer es atacar a las comunidades,  las mismas que lo montaron (en la Presidencia), cuando da órdenes de abandonar las tierras? 

Uno de los campesinos que con indígenas se encuentra en la hacienda Ucrania, entre Caloto y Corinto.

Uno de los campesinos que con indígenas se encuentra en la hacienda Ucrania, entre Caloto y Corinto.

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Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

Campesinos, también en esta disputa en Cauca

Como una madre luchadora por tierras, así se define una campesina que, con otros mestizos e indígenas, está en la hacienda Ucrania, entre Padilla y Corinto.

En esta hacienda, en particular, hay fuertes confrontaciones con comunidades afros por la tierra. 

¿Por qué están en esta hacienda?

Primero soy una madre luchadora por tierras. En este momento nos vemos acorralados, tanto por el Gobierno como por nuestros hermanos afros porque prácticamente nos han declarado la guerra.

¿Qué piensa de ser señalados como invasores?

Estamos luchando por tierras, por nuestras familias.

¿Ustedes van a dejar el predio, si el Gobierno da la orden?

Estamos decididos a seguir en este lugar. No vamos a desalojar la hacienda porque es una lucha que traemos.

Soy madre cabeza de familia, y lucho por el futuro de mis tres hijos, de 18, 20 y 26 años. Mi pareja tiene otro hogar. Así como yo, muchos tienen necesidades. Llevamos dos años en la hacienda Ucrania.

¿Qué piensa de comunidades afros en esta disputa?

Han sido dos años de choques con Policía y afros, pues ellos trabajan en ingenios. Ellos argumentan el tema del empleo, pero están manipulados por la industria y los amenazan que si no salen a taponar, los van a despedir.

Dicen que no tienen empleos, pero esto viene de antes. Los ingenios también han venido despidiendo por otros motivos y no dan empleos a todas las comunidades en Cauca. Dicen que no ponemos a producir el terreno y no es así. Estamos sembrando yuca, fríjol, plátano y maíz. Intercambiamos para comer entre nosotros o vamos al pueblo y vendemos.

¿Qué mensaje le da al presidente Gustavo Petro?

El Gobierno no nos ha ofrecido nada. Estamos a la espera a ver qué pasa. Dios solamente sabe qué va a pasar, pero estamos decididos a seguir. 

Trabajadores de ingenios del Cauca, en las entrada a una de las hacienda aún no invadidas en Corinto.

Trabajadores de ingenios del Cauca, en las entrada a una de las hacienda aún no invadidas en Corinto.

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Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

Trabajadores de ingenios, custodios de predios en Cauca

Son trabajadores de ingenios y forman parte del grupo de personas que custodian fincas para evitar invasiones.

Esto respondieron Aldemar Moreno, Luis Rojas, José Albeiro Barrera, Hernando Mestizo, así como otros empleados dedicados, en su mayoría, a oficios varios. 

¿Por qué trabajadores de caña han hecho bloqueos en vías y hoy custodian fincas?

Taponamos antes para que el Gobierno nos prestara más atención. El 24 de agosto tomamos la decisión de desbloquear para que la mesa de diálogo que hay no se retire del territorio y se dé continuidad.

Estamos vigilando todo el tiempo. No queremos perder nuestros empleos. Llevo 23 años en el ingenio Incauca. Soy de Miranda. Estamos aquí no solo de este ingenio, también de otros, algunos trabajadores son de Miranda y Corinto.

¿Qué piensan de la lucha indígena?

Nos hemos mantenido al margen de los indígenas. Como trabajadores no desconocemos que ellos tienen unos derechos y unas acciones que vienen desde hace mucho tiempo, pero pero ellos no pueden pasar por encima de los derechos de nosotros. Hemos hechos marchas para que el Gobierno Nacional nos ponga a atención, pero no hicimos daños a nadie. Siempre fue con el mayor respeto a las comunidades.

¿Qué mensaje dan al presidente Gustavo Petro?

Que comprenda que no estamos quedando sin empleo por las tomas. Entendemos a los indígenas, pero nosotros también tenemos familias y derechos. Necesitamos soluciones para seguir trabajando.

CAROLINA BOHÓRQUEZ Y MICHEL ROMOLEROUX
CORRESPONSALES DE EL TIEMPO
CALOTO, CORINTO Y POPAYÁN


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