Decir que José Manuel Albares Bueno tiene una cercanía especial con Colombia, no suena a exageración. A fin de cuentas, el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España vivió a comienzos de siglo en Bogotá, como cónsul de su país, cuando iniciaba su carrera diplomática. Además, su primera hija nació en la clínica Reina Sofía ubicada en el norte del Distrito Capital, durante su estancia en el país.
Descrito como alguien especialmente cercano al presidente del gobierno Pedro Sánchez, el actual canciller -quien ocupa el cargo desde hace 13 meses- acompañó al rey Felipe VI, quien vino a la posesión de Gustavo Petro. En medio de una intensa agenda que incluyó reuniones bilaterales y con sus compatriotas, habló en exclusiva con EL TIEMPO.
¿Qué siente al volver a Bogotá?
Siempre es un momento de gran felicidad, porque aquí viví los inicios de mi carrera como diplomático y nació mi primera hija. Por lo tanto, son muchos recuerdos, muchas emociones. Yo creo que para cualquier español siempre es muy agradable volver a Colombia, donde hay esa calidez que hace que nadie se sienta extranjero.
¿Cómo contrasta el país de hace 20 años con el de ahora?
Sin duda ha tenido una transformación positiva. La paz está mucho más presente en estos momentos, al igual que un gran énfasis en lo medioambiental, lo cual constituye una agenda favorable para un país que concentra una cantidad de biodiversidad tan grande. Este es un país que busca unirse a sus socios en el mundo, a sus vecinos y a sus amigos, entre ellos, por supuesto, España. La Colombia de hoy sigue avanzando y quiere seguir avanzando.
¿Cuál va a ser el rol de España en apoyar las iniciativas del presidente Petro?
Cuando hablé con el canciller Leyva le trasladé nuestra disposición a apoyar la agenda del gobierno colombiano. Nos centramos en tres grandes temas. El primero fue precisamente el medioambiente y la biodiversidad. En segundo lugar, hablamos de la lucha contra la desigualdad, una situación más compleja en el mundo debido a la crisis global creada por la agresión ilegal de Rusia a Ucrania. Y en tercero, hablamos de la agenda de paz. En estos momentos de tantas tensiones, de violaciones flagrantes a la legalidad internacional, la paz es sin duda el reto más grande que tenemos todos. Y ahí también Colombia por supuesto que puede contar con España para que la paz sea ya algo definitivo. También para que trabajemos juntos por la paz y la estabilidad en todo el planeta.
Se ha especulado que, en el caso de grupos como el Eln, España podría acoger ese proceso. ¿Qué hay al respecto?
Nosotros vamos a escuchar cuál es la agenda del gobierno del presidente Petro al respecto y cuáles son las prioridades y las líneas que él va a marcar. Pero lo que sí puedo decir es que, si el gobierno colombiano cree que España puede ayudar, puede facilitar, puede acompañar esa agenda de paz, por supuesto que vamos a responder y estar presentes como lo hemos hecho siempre. De ser ese el caso, pondremos a disposición todo aquello que esté en nuestras manos, entendiendo que la agenda tiene que ser colombiana. Pero desde luego no vamos a regatear esfuerzos para ayudar a que definitivamente la paz sea una palabra vigente en todos los rincones de Colombia.
Le doy un voto de confianza al presidente Petro y a su gobierno. Creo que a todos los gobiernos hay que juzgarlos por sus actos y no anticiparse a prejuzgar
Pasando a otro tema, la inversión española en Colombia es muy significativa y el cambio de Gobierno genera incertidumbre en el sector privado. ¿Qué mensaje desea enviarles a las empresas españolas o de cualquier nacionalidad sobre el proceso que comienza?
Le doy un voto de confianza al presidente Petro y a su gobierno. Creo que a todos los gobiernos hay que juzgarlos por sus actos y no anticiparse a prejuzgar. Las empresas españolas no están aquí para especular, sino que han venido aquí para invertir y quedarse a largo plazo. Durante la pandemia todas mantuvieron sus operaciones en el país, en medio de circunstancias muy desafiantes, lo cual confirma lo que digo. Puede que en su origen sean empresas españolas, pero aquí se sienten y funcionan como empresas colombianas para el bienestar y el desarrollo del país. Y es positivo que sigan aquí y para eso evidentemente necesitan seguridad jurídica y estabilidad en las reglas de juego. Estoy seguro de que el presidente Petro lo verá de esa misma forma.
Se habla mucho de la marea rosa en América Latina, haciendo referencia a los gobiernos de izquierda que han llegado al poder. ¿Cuál es su interpretación de lo que está pasando?
Desde luego son los ciudadanos de cada país los que deciden. En este caso, los colombianos de manera libre y democrática eligieron, sin ninguna duda y con total legitimidad, al presidente Petro, como ocurrió con el presidente Fernández en Argentina o el presidente Boric en Chile. Más allá de las particularidades, lo que sí constato es que hay una agenda que se repite en todos ellos y coincide con la del Gobierno de España y en gran medida con la de la Unión Europea. Me refiero a la lucha contra el cambio climático, en favor del medioambiente y la diversidad. Todos esos gobiernos van a encontrar el acompañamiento y el apoyo de España para esos objetivos, porque son comunes y compartidos.
Varios gobiernos de América Latina, y este en particular, creen que la única solución verdadera para el problema del narcotráfico es la legalización de la droga. ¿Qué opina?
Al respecto la postura de España es conocida: luchar contra las mafias y erradicar lo que causa tantos miles de muertos a lo largo y ancho del mundo. Creo que ese es el objetivo que tenemos todos y que debemos de tener todos.
¿Y, en concreto, sobre la legalización del comercio de estupefacientes?
No es algo que nosotros barajemos ni que tengamos encima de la mesa en ningún momento.
Las más recientes proyecciones de población de Naciones Unidas muestran cómo en ciertas zonas del mundo está cayendo el número de habitantes. Como España se encuentra en ese grupo, ¿ha pensado su gobierno en iniciativas más audaces que permitan la llegada ordenada de latinoamericanos a su territorio?
En eso estamos, precisamente. Me refiero a crear programas de migración circular, de migración ordenada. Siempre nos hemos destacado por estar a la vanguardia de aquellos países que han intentado en todo momento que los ciudadanos de América Latina no tengan una imposición de visado Schengen de corta duración. Efectivamente, la economía española no puede funcionar sin trabajadores que vengan de otros países y la que llega de América Latina es siempre bienvenida, pues se integra y participa de nuestro desarrollo y nuestro bienestar con enorme facilidad y recibe la simpatía por cercanía de idiomas, por lazos culturales, por lazos históricos. Estamos en crear canales ya sean de migración permanente o de migración temporal como hemos hecho muy recientemente firmando un acuerdo con Honduras para que todo eso se pueda facilitar. Pero eso sí, por vía ordenada y de manera legal.
En medio de esa cercanía que usted menciona, surgen desencuentros. Uno de ellos es el debate que ha impulsado al presidente de México sobre la Conquista. ¿Cuál es su postura?
Todas las personas son hijas de su respectivo tiempo. Nosotros somos hijos del momento actual y miramos hacia el futuro. Los historiadores y la historiografía deben juzgar esos hechos, dentro de las circunstancias de la época. Pero las decisiones políticas de ahora, lo que nos corresponde a quienes estamos en la política, es trabajar por el entendimiento, la concordia. Y es a lo que aspiramos nosotros con todos los gobiernos de América Latina, para que la Comunidad Iberoamericana de Naciones sea cada vez más fuerte, para que unidos afrontemos estos desafíos tan difíciles. Por supuesto que hay debates muy legítimos dentro de la historiografía y la historia y dentro de cada país, pero el llamamiento que hacemos es que busquemos siempre aquello que nos une, que es mucho: nuestra cultura, nuestra lengua común, el estar juntos frente a los desafíos.
En el caso de Colombia el tema del galeón San José, ¿es un contencioso?
Ese exactamente es un muy buen ejemplo de lo que le acabo de indicar. El galeón San José no debe de ser algo divisivo, sino que puede ser un punto de encuentro para ambos países. Y ese es el deseo de España que tiene una posición bien conocida sobre la que es una tumba submarina y un galeón de Estado. Pero más allá de esa postura creemos que la mejor forma de abordar el tema es trabajando conjuntamente para su explotación, para que todo el mundo pueda disfrutar, conocer, investigar el hallazgo, que puede ser un nexo adicional entre España y Colombia.
La geopolítica mundial cambió por cuenta de la invasión a Ucrania. ¿Corre el riesgo América Latina de ser ignorada por cuenta de lo que pasa en Europa Oriental?
Puedo asegurar con toda seriedad que el Gobierno de España, y yo como canciller, trabaja para que América Latina esté en el centro de todas las agendas. En muy poco tiempo, en 11 meses, vamos a tener la presidencia de la Unión Europea durante un semestre, en la segunda mitad de 2023. Yo garantizo que América Latina va a estar en el centro de nuestra presidencia y por lo tanto en el centro de la agenda europea. Queremos que haya una gran cumbre entre la Unión Europea y los países asociados en CELAC que sea inclusiva, de la cual salga un programa de trabajo y de financiación potente para la región. Siempre les explico a mis colegas en la mesa de ministros de relaciones exteriores de la Unión Europea que América Latina es, de lejos, la región más eurocompatible del planeta porque aquí se hablan nuestros idiomas, porque compartimos los mismos valores de defensa y creencia en el multilateralismo, de búsqueda de la democracia y de defensa de los derechos humanos. Por lo tanto, nada más normal que unamos fuerzas especialmente en este mundo. Y el eco que estoy encontrando de todos mis colegas europeos a los que les hablo es que, después de mirarnos de espaldas, volvamos a mirarnos entre nosotros. Para ello es fundamental la ratificación, lo antes posible, de los acuerdos comerciales de Mercosur, del acuerdo comercial con Chile, del de México.
Es imposible terminar sin preguntarle de Venezuela…
Lo que nosotros queremos es que haya un verdadero diálogo entre venezolanos. En mi caso, vengo hablando con todas las partes. Hablo, por supuesto, con el gobierno y hablo, por supuesto, con la oposición ya sea personalmente en Madrid o telefónicamente con quienes están en Caracas. España estará siempre para acompañar cualquier proceso como el que estuvo a punto de surgir en México, que suponga un diálogo para los venezolanos, porque Venezuela es un país muy importante para todos.
¿Qué espera encontrar en su próxima visita a Colombia?
Lazos todavía más reforzados entre ambos países. Estoy seguro de que, como viene siendo así desde hace muchas décadas, la relación entre España y Colombia será cada vez más intensa y confío en que esa agenda de igualdad, de lucha contra el cambio climático, de paz, esté ya sólidamente implantada. Y ahí España va a estar siempre al lado de Colombia y del pueblo colombiano.
RICARDO ÁVILA
Analista senior de EL TIEMPO
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