Estados Unidos: por qué se dice que todavía no está en recesión – Sectores – Economía


El Gobierno de Estados Unidos se resiste a considerar que su economía está en recesión, pese a que el dato del PIB del segundo trimestre del 2022 también dio negativo (0,2 por ciento). Advierten que no se está necesariamente en esa condición porque la economía muestra otros indicadores favorables, como los datos del mercado laboral.

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La caída del PIB estadounidense refleja la baja de las inversiones de las empresas y la de las compras de viviendas por parte de las familias, según el Departamento de Comercio. Asimismo, el gobierno federal, los estatales y las administraciones locales contuvieron sus gastos. El consumo se mantuvo gracias a los gastos en el sector de servicios que, no obstante, debió aumentar sus precios por la inflación.

Solo un organismo en Estados Unidos tiene autoridad para determinar oficialmente los periodos de recesión, el National Bureau of Economic Research (Oficina Nacional de Investigación Económica), pero lo hace con un retraso de varios meses.

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“Consideramos una serie de indicadores”, explica la entidad en su página web que, de todas formas, señala “la amplitud del declive de la actividad” económica.

El presidente Joe Biden afirmó el lunes que su país no caería en recesión y que su gobierno está tratando de apagar el incendio de la inflación. Y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, había expresado una idea similar. “Lo que recesión realmente significa es una generalizada contracción de la economía y aunque la cifra sea negativa, ahora no estamos en recesión”, aseguró Yellen el domingo.

Munir Jalil, director de investigaciones económicas para la Región Andina de la firma BTG Pactual, explica que normalmente lo que sucede en episodios recesivos es que hay un deterioro significativo y rápido de mercado laboral, y más en una economía con un mercado tan activo como el de Estados Unidos, algo que no está sucediendo hoy.

“Cuando quieren describir una recesión, pues se muestra que la gente está buscando trabajo, que no está fácil conseguir empleos y que se está consumiendo mucho menos”, explica el analista.

Y señala, además, que los indicadores de costos salariales deberían bajarse en una recesión, porque estaría sobrando mano de obra, pero la situación es contraria porque en Estados Unidos hoy resulta muy complejo contratar a alguien y está tocando pagar mucho más tanto para vincular gente como para retenerla.

“Inclusive hay una presión de costos importante que también está empujando la inflación, muy de la idiosincrasia en Estados Unidos, y que tiene que ver con estos mayores salarios que está tocando pagar para poder traer nueva gente y para poder retener a la gente”, agrega.

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Pero la oposición de Biden percibe una manipulación de los datos. “Primicia para Joe Biden: no se puede cambiar la realidad discutiendo sus definiciones”, reaccionó el Partido Republicano.

“Los sabios del National Bureau of Economic Research van a mirar los datos en conjunto, el crecimiento del crédito, el estado de la salud del sector financiero, el mercado laboral, la situación externa y combinando eso tomarían su decisión de declarar o no el inicio de la recesión. Y yo anticipo que no”, añade Jalil.

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