Esto le ocurrirá a la economía colombiana con EE. UU. en recesión – Sectores – Economía


El segundo dato negativo del 2022 sobre el desempeño de la economía estadounidense revelado ayer por el Departamento de Comercio de ese país, 0,2 por ciento para abril-junio, es una noticia que deja preocupados a los colombianos, pese a que el presidente de esa nación, Joe Biden, señaló que la economía está en “buen camino” y que no sorprende que esta se desacelere debido a la actuación de la Reserva Federal (banco central) para bajar la inflación.

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Con su principal socio comercial acusando dos trimestres en serie con crecimientos negativos –en el primero el PIB de Estados Unidos se contrajo 1,6 por ciento–, es claro que los efectos sobre Colombia no se harán esperar, sobre todo por el lado de las exportaciones, aunque esos efectos se sentirán con mayor fuerza en el 2023, señalan algunos economistas.

“La desaceleración global limitará el crecimiento de los sectores más relacionados con las exportaciones (agroindustria), mientras que la moderación del consumo y del comercio exterior reducirán el desempeño del comercio y el transporte”, advierten los analistas del BBVA Research.

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Los temores de los analistas ante una recesión global, con Estados Unidos a la cabeza, va en aumento. Así lo muestran los resultados de la más reciente encuesta de mitad de año del Natixis Center for Investor Insight, realizada a 34 expertos, en la que casi una cuarta parte (24 por ciento) de estos cree que la recesión es inevitable, mientras que otro 64 por ciento ve la recesión como una clara posibilidad en los próximos seis meses.

En Colombia las repercusiones de una situación de estas no solo se sentirá con fuerza en los mercados financieros, sino también el consumo, el comercio, la producción y el empleo.

Golpe para las remesas

Además de los efectos en materia de encarecimiento de la financiación en el exterior para países como Colombia y empresas que necesiten buscar crédito externo, por el incremento de las primas de riesgo que implica una posible recesión en Estados Unidos, una mayor reducción en el ritmo de esa economía afectaría también el bolsillo de miles de colombianos que derivan su sustento de las remesas que les llegan desde ese país.

Lo anterior porque estos giros están muy relacionados con la actividad económica estadounidense, desde donde llega el mayor volumen de remesas al país. Solo en el primer semestre del 2020 ingresaron 4.463,2 millones de dólares por ese concepto, de los cuales cerca del 30 por ciento provienen de los Estados Unidos.

“No podían ser más de malas de alguna manera”, asegura Munir Jalil, director de investigaciones económicas para la Región Andina de BTG Pactual, al señalar que siempre hay una correlación muy clara entre estos dos elementos, y cuando se enfrían las economías avanzadas los inmigrantes remiten menos dinero a sus familiares.

En el caso de quienes viven en Estados Unidos, según el analista, la situación puede ser bastante más compleja que en el 2020, cuando llegó la pandemia y el Gobierno de Estados Unidos subió su déficit para implementar programas de subsidios directos con destino a los hogares, y las remesas llegaron a niveles récord en ese momento.Pero, “a diferencia de lo que nos ocurrió en 2020, yo diría que en esta oportunidad sí veríamos una caída en las remesas producto de esa recesión”, explica Jalil.

El rumbo del dólar

En cuanto al precio del dólar en Colombia, la firma BTG Pactual señala que, bajo las actuales circunstancias que vive Estados Unidos, la proyección es que si no hay confirmación de una recesión muy fuerte y que sea un proceso mucho más llevadero, hacia fin de año la divisa debería rondar por los lados de 4.050 y 4.100 pesos.

Pero si, por el contrario, lo que se ve es un escenario donde se materializan todos estos miedos acerca de la fuerte desaceleración y ya no se vuelve fuerte sino una recesión, claramente el nivel que la firma estima sube y oscila entre los 4.360 pesos y 4.375 pesos de hoy, e inclusive un poco más alto.

Lo anterior debido a la decisión de todos los inversionistas de protegerse demandando dólares para escampar del temporal.

Los analistas señalan que el golpe que recibirá el país también será por el lado del petróleo, pues si bien sus precios puede seguir elevados, no hay duda de que habrá una menor demanda por esta materia prima, en la medida en que economías grandes como la de Estados Unidos, China y de la zona euro frenen sus crecimientos.

Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dice que si bien ahora hay nubarrones en la economía, les preocupa mucho más el 2023.

“La región crecerá en promedio, según nuestros pronósticos, 2,5 por ciento. Colombia de verdad se destaca mucho, pero ya se está viendo el impacto del deterioro en el entorno externo. El de la prácticamente ya recesión de Europa; China muy frenada todavía y no se ve que vaya a salir rápido de los líos que tiene”, explica.

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Dice que a ello se suma el hecho de que ahora Estados Unidos empieza su fase de desaceleración. Y, relacionado con eso, las tasas de interés de la Reserva Federal y de otros bancos centrales, que ya están subiendo y comienzan a llegar a niveles que empiezan a desacelerar la actividad económica en los grandes mercados de demanda de productos de América Latina.

Parte de esa situación, le dijo a EL TIEMPO el directivo del organismo multilateral, se ha visto reflejado, por un lado, en precios de productos que responden mucho a esas expectativas de demanda externa.

En el 2023 ya la tasa de crecimiento será muy inferior en Colombia. Va a tener que enfrentarse a costos de financiación mucho más altos en mercados externos, una demanda externa en niveles muy bajos. Entonces, será muy importante tener un buen manejo macroeconómico. Colombia mantiene una fama muy positiva de su manejo macroeconómico y creo que el gobierno entrante mantendrá ese buen manejo”, precisó.

Felipe Campos, gerente de Estudios Económicos de Grupo Alianza, señala que frente a esas perspectivas Colombia tendrá un efecto económico el próximo año, no para recesión, pero sí posiblemente con un crecimiento de 3 o 2,5 por ciento. “El mercado financiero colombiano sí sentirá los efectos de la posible recesión este 2021, pero los efectos económicos serán en el 2023”.

Los analistas del BBVA Research coinciden en que el próximo año se navegará en un entorno internacional menos favorable en medio de una desaceleración saludable del crecimiento local, por lo que se tendrá que proteger a los hogares más vulnerables; promover la inversión y el empleo formal con miras a aumentar el crecimiento potencial; diseñar reformas que incrementen la productividad y la competitividad del aparato productivo colombiano y materializar y consolidar los avances en la transición energética y la sostenibilidad ambiental.

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