Gasolina: cuánto debería subir para tapar hueco de fondo de estabilización – Sectores – Economía

Aunque los precios de la gasolina corriente y del diésel están para Bogotá en 9.523 pesos y en 9.302 pesos e históricamente en el país no han superado la barrera psicológica de los 10.000 pesos por galón, datos oficiales muestran que comparativamente el valor que paga un consumidor en Colombia está muy por debajo de lo que debe cancelar un consumidor en otros países cada vez que tanquea su vehículo.

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Con datos de mayo, en junio el documento del Marco Fiscal de Mediano Plazo señaló que los precios de los combustibles líquidos en el mercado interno se ubicaban 44 por ciento y 39 por ciento por debajo de la media de la región en gasolina corriente y en diésel, respectivamente, e incluso por debajo de países pares con mecanismos de estabilización similares.

“Existe el espacio suficiente para generar los ajustes requeridos para la convergencia entre los precios locales e internacionales, siempre y cuando esté alineado con la dinámica inflacionaria de los próximos meses”, señaló el documento en su momento.

Y es que actualmente se calcula que el precio del galón de la gasolina corriente está 8.000 pesos por debajo del precio internacional, mientras que el valor de venta del galón de diésel tiene una diferencia mayor, cercana a los 10.000 pesos con respecto a los valores de paridad internacional.

Aseguran combustible a precio diferencial en la frontera con Venezuela

En el próximo consejo de ministros evaluarán las opciones para la reducción del déficit del fondo de estabilización de combustibles

Por ejemplo, según el documento del Ministerio de Hacienda, en mayo se pagaban en Colombia 2,5 dólares por cada galón de gasolina corriente, solamente por encima del costo del galón en Venezuela y en Bolivia, cuyas tarifas para ese mes fueron de 0,08 dólares por galón y de 2,06 dólares, respectivamente.

De hecho, el precio promedio en Colombia estuvo por debajo del promedio de 4,14 dólares de 13 países analizados. Para el quinto mes del año, un galón de gasolina corriente en Perú costaba 6,29 dólares, en Brasil su precio fue de 5,78 dólares, en Chile de 5,41 dólares y en Argentina la tarifa fue de 3,73 dólares por galón.

Existe el espacio suficiente para generar los ajustes requeridos para la convergencia entre los precios locales e internacionales, siempre y cuando esté alineado con la dinámica inflacionaria

Al mismo tiempo, el Marco Fiscal de Mediano Plazo señaló que si bien la estabilización de los precios domésticos de la gasolina corriente y el diésel tiene efectos favorables sobre la inflación y la dinámica económica del país, estos beneficios pueden ser mejores si se focalizan de la mano con los cambios recientes en el Sisbén.

“El impacto derivado de las fluctuaciones de los precios de los combustibles en el costo de producción de bienes y servicios diferentes a los combustibles líquidos, entre los que sobresale el transporte público y de carga, es significativamente alto en hogares en situación de pobreza o vulnerables”, indica el documento.

También sugirió evaluar la consistencia del mecanismo de estabilización de los combustibles con la política ambiental, advirtiendo que es relevante considerar las buenas prácticas internacionales para internalizar, por ejemplo mediante la implementación de impuestos, los efectos económicos y sociales asociados al cambio climático y a la contaminación ambiental local (en la calidad del aire), derivados de la producción y consumo de combustibles fósiles.

Todas estas repercusiones serán las que tendrá que mirar el próximo lunes el consejo de ministros, cuando se presenten las opciones para la necesaria reducción del déficit del fondo de estabilización de combustibles que se requiere adoptar.

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