Por medio de un comunicado, el Grupo Argos señaló que “no tiene vínculos de control ni conforma con Grupo Sura y Grupo Nutresa un grupo empresarial”. Esto, a propósito de los señalamientos que hizo Germán Vargas Lleras en su columna dominical en EL TIEMPO.
“Grupo Argos ha revelado en debida forma su participación en el capital de Grupo Nutresa y en el de Grupo Sura, así como la participación de estas dos compañías en su propio capital”, señaló, al tiempo que agregó que “es de público conocimiento que desde hace más de 40 años entre estas tres compañías existen participaciones cruzadas“. Y explicó que “dicha estructura de capital es legal y ha sido revelada a las autoridades y al mercado en forma oportuna y suficiente”.
(Lea aquí Las cuentas del Sindicato, la columna de Germán Vargas Lleras)
En el comunicado, Grupo Argos se refiere a la auditoría solicitada en Grupo Sura por parte de accionistas vinculados con Jaime Gilinski. Asegura que su posición “durante la asamblea del 24 de agosto de 2022, frente a la auditoría propuesta por los accionistas vinculados con el señor Jaime Gillinski, consistió en insistir en la necesidad de respetar lo dispuesto en la ley y en los estatutos de Grupo Sura, que atribuyen a su junta directiva, no a la asamblea de accionistas, la función de ordenar auditorías especializadas”.
Y que “no aceptar una usurpación de funciones de la junta directiva por parte de la asamblea es particularmente relevante en este caso, teniendo en cuenta que la junta directiva de Grupo Sura y su revisor fiscal han informado que actualmente se encuentran en proceso de evaluar las observaciones realizadas por éste último sobre los estados financieros”.
Menciona, además, que, “luego de una amplia deliberación sobre estas consideraciones, la propuesta de que la asamblea de accionistas ordenara una auditoría especializada fue retirada por los accionistas vinculados al señor Gillinski, que la habían presentado, lo cual demuestra que no se trató, como pretende hacerse ver en la columna comentada, de una decisión tomada por Grupo Argos y otros accionistas de Grupo Sura“.
Por su parte, Varga Lleras en su columna de este domingo escribió que en esa reunión “los revisores fiscales de la reconocida firma internacional Ernst & Young presentaron salvedades a los estados financieros y en concreto pidieron revisar las políticas contables de la entidad, ya que podría haber pasivos contables ocultos, en virtud de la suscripción de contratos de recompra de acciones con opciones ‘put’, que de hacerse efectivos pudieren obligar a pagos por montos de entre 3 y 4 billones de pesos. Tres contratos: uno con el Grupo Bolívar, otro con un fondo de pensiones canadiense y un último con Múnich Re, que no son ilegales pero cuyo pecado fue y es el de no haberse revelado”.
Y siguió: “Con el 51,8 por ciento de los votos, los representantes de Argos y Nutresa se opusieron a la contratación de la auditoría especial solicitada por los demás accionistas. Los que votaron en la asamblea fueron miembros de la propia junta de Sura hasta hace dos meses, lo que es posible dado el ya tradicional enroque con que han operado por años estas compañías y sus directores y gerentes”.
Cabe señalar que, la semana pasada, la Superintendencia de Sociedades le solicitó a la Superfinanciera abrir una indagación para establecer si hay un presunto control individual o conjunto entre Sura, Nutresa y Argos.
Si bien las tres compañías cuentan con varias sociedades subordinadas supervisadas por esta entidad, para la Superintendencia “resulta fundamental establecer si las compañías matrices pertenecen a una misma estructura de control o grupo empresarial en los términos previstos en la Ley 222 de 1995”, indicó Carlos Gerardo Mantilla, superintendente delegado de Supervisión Societaria.
Lea a continuación el comunicado completo de Argos
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