Gustavo Petro mira Venezuela, Cuba y Nicaragua – Gobierno – Política


El cambio, por ahora, no ha llegado al servicio exterior colombiano. En sus primeras decisiones, el presidente Gustavo Petro ha actuado de manera similar a sus antecesores: privilegiar personas de su confianza por encima de quienes pertenecen a la carrera diplomática.

Los hechos, por el momento, contradicen las palabras del ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, quien hace unas horas dijo que “priorizará la carrera diplomática”.

Leyva Durán, en dialogo este jueves con los funcionarios – tanto en el país como en el exterior- de la Cancillería, dijo que en su administración las asignaciones en el exterior “no son para la clase política, esto no es para regalarlos”.

Leyva Durán y el presidente Petro, sin embargo, han designado a políticos que los apoyaron en la campaña: Luis Gilberto Murillo llega a la embajada de Colombia en Estados Unidos. Se trata de quien fuera la fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, dirigente del partido afro Colombia Renaciente y quien tras la primera vuelta adhirió a la campaña del líder del Pacto Histórico.

Asimismo, Petro ha designado al exgobernador de Nariño Camilo Romero, quien también fue muy activo en la campaña, en Argentina; León Fredy Muñoz, exrepresentante a la Cámara, va para Nicaragua, mientras que el exsenador Armando Benedetti estará en Venezuela.

Los tres formaron parte de la coalición que llevó a la presidencia a Petro. Benedetti, por ejemplo, jugó un rol fundamental en la campaña. En la práctica era la persona que manejaba la agenda del ahora mandatario. Llega con la misión de restablecer las relaciones bilaterales con Caracas, uno desafío mayúsculo en la agenda internacional.

Los tres últimos tienen abiertos procesos en su contra en la Corte Suprema de Justicia. En cada uno de los casos, ellos han reiterado su inocencia.

Benedetti tiene amplia experiencia en la actividad política nacional. Empezó en el partido Liberal, luego llegó al Senado en 2006 como parte de La U, un partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe. Tras renunciar a esta colectividad y al Legislativo, se sumó al equipo de Petro.

Tiene además una vasta trayectoria en el ámbito de las comunicaciones. Ha sido periodista y coordinador del canal de televisión regional Telecaribe, para citar dos hechos de su hoja de vida.

Asumirá un cargo que estaba vacante desde 2017, cuando el entonces presidente Juan Manuel Santos llamó a consultas a su antecesor Ricardo Lozano, por las amenazas de Nicolás Maduro.

Este jueves, Benedetti fue uno de los protagonistas en el foro empresarial sobre los avances del llamado ‘Acuerdo de la Frontera’, en Cúcuta, en donde también estuvieron los ministros de Transporte, Guillermo Reyes, y Comercio, Germán Umaña. Se trató del primer cara a cara con venezolanos.

Benedetti anunció que el gobierno de Petro tenía en mente regresarle a Maduro la compañía petroquímica Monómeros, filial de PDVSA, empresa estatal de petróleos de Venezuela.

“Sobre el tema de Monómeros: la Superintendencia de Sociedades, en compañía de nuestro superintendente, Billy Escobar, hemos logrado levantar la intervención”, afirmó Benedetti. “También hemos trabajado en buscar el buen suceso de las cosas, pues hay que hacer el cambio de junta con base en que el Gobierno Nacional ya reconoció al venezolano. Él está al frente en la tarea de devolver Monómeros a quien realmente pertenece”, explicó.

Los desafíos que tiene Benedetti son comparables a los del nuevo embajador en Nicaragua. Hay dos situaciones de enorme importancia con ese país centroaméricano, el primero de ellos las demandas de Managua en la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Colombia.

En este caso hay dos litigios. Uno, iniciado el 16 de septiembre de 2013. Corresponde a la delimitación de la Plataforma Continental Extendida entre Nicaragua y Colombia más allá de las 200 millas náuticas, lo que podría extender más el territorio ya ganado en la disputa con Colombia. Este caso, sin embargo, todavía está pendiente.

Y dos, la demanda, instaurada el 26 de noviembre de 2013, y sobre la cual se pronunció la Corte recientemente, corresponde a las supuestas violaciones de derechos soberanos y espacios marítimos en el mar Caribe.

Nicaragua acusó a Colombia de no respetar e incumplir el fallo emitido en 2012, que decidió que aproximadamente 75.000 km² de espacio marítimo pasarían a ser parte de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Nicaragua.

La otra situación sobre la cual está vigilante la comunidad internacional tiene que ver con la sistemática violación de derechos humanos y persecución política contra opositores por parte del régimen de Daniel Ortega.

En este punto, el gobierno de Petro ha sido blanco de críticas por su ausencia en la condena de la Organización de Estados Americano (OEA) a las violaciones de derechos humanos denunciadas allí.

Frente a esto la Cancillería se ha negado a dar una explicación oficial.

A estas designaciones se suma la del director de cine, Sergio Cabrera, quien tendrá la compleja misión de las relaciones con China.

Mientras que, a la organización de Estados Americanos, OEA, se designó al exmagistrado de la Corte Constitucional Luis Ernesto Vargas Silva.

En su caso, los analistas valoran su experiencia en foros internacionales pues ocupó el cargo de comisionado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde 2017.

Y a la ONU va la lideresa social Arhuaca, Leonor Zalabata Torres, quien también tiene enorme prestigio como defensora de los Derechos Humanos.

Su designación, consideran los analistas, es muy positiva porque mostrará un nuevo rostro de Colombia, más diverso y plural.

Ella tiene también a su favor una enorme trayectoria en las causas sociales que ha sido reconocida internacionalmente. En 2007 fue galardonada con el prestigioso Premio Anna Lindh, el cual simboliza el compromiso de los líderes sociales con la defensa de los Derechos Humanos.

Con estas designaciones, Petro muestra que habrá una mirada distinta en el exterior. Con un mayor énfasis en América Latina, en general; y con Cuba, Nicaragua y Venezuela, en particular.

Así mismo, el Gobierno ha mostrado que tendrá línea abierta con países que aporten a la búsqueda de “la paz total”.

De hecho, Leyva ya no se presenta solo como ministro de Relaciones Exteriores sino también como ministro “de la paz”.

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