Inflación tiene en apuros a padres de familia por precios de útiles – Sectores – Economía


Este agosto, cuando el mercado asume la cifra de inflación de julio, que llegó a 10,21 por ciento –siendo la más alta en los últimos 22 años, según cifras del Dane–, los padres de familia se enfrentan a las compras de los útiles escolares para los alumnos que estudian en colegios de calendario B.

“Hace un año, una caja de colores Faber Castell de 12 unidades costaba 16.000 pesos. Ahora, la misma referencia está en 21.000. Tuvo una variación del 31,2 por ciento, del cual el 17 por ciento fue en los últimos seis meses”, explica un empleado de una de las papelerías más grandes del país.

Así mismo, algunos padres de familia también manifiestan que los precios de los productos escolares para sus hijos se acercan a esta cifra o la superan.

Es el caso que vive Paola Villafañe con su hijo, quien estudia en un reconocido colegio de calendario B de la ciudad: aunque esta vez prescindió de varios productos de la lista escolar, pagó lo mismo que el año anterior.

Lo mismo le ocurrió a Claudia Espinel, madre de familia que tiene como referencia uno de los libros de matemáticas que el colegio le exige comprar. El año pasado compró dos libros por 125.000 pesos; sin embargo, este año pagó por el libro del siguiente grado 172.000 pesos. Una diferencia de casi 50.000 pesos (37,6 por ciento), con la que no puede estar de acuerdo.

Los afectados no han sido únicamente los padres de familia: las papelerías también se ven comprometidas con el alza de los precios. Mencionan que las ventas se redujeron hasta en un 50 por ciento por los altos costos de los productos, lo que los ha llevado a dejar de vender o reducir su margen de ganancia con el fin de sostenerse.

Luis Vargas, dueño de una papelería en la localidad de Barrios Unidos, le contó a EL TIEMPO que el precio de los cuadernos subió en un solo año de 2.000 a 3.500 pesos.
También, Angie Torres, quien atiende la papelería de su madre, contó que prefieren reducir sus ganancias con el fin de no dejar de vender. “Si está muy costoso, la gente prefiere no comprar. Un cuaderno que antes vendíamos en 3.000 pesos no lo puedo vender ahora en 4.000 sabiendo que es un cuaderno sencillo. Y es complicado porque uno no queda con la misma ganancia para invertir”, dice ella.

¿Cuál es la razón del alza?

El precio de los cuadernos está condicionado por el precio del papel. La materia prima se ha venido encareciendo debido a la escasez de suministros generada por la pandemia del covid-19.

Por otro lado, útiles como lapiceros, plastilina, cinta adhesiva, entre otros, no son producidos en Colombia: estos productos son importados desde Asia y, debido a la recesión y cierre de puertos en Shanghái, también como consecuencia de las medidas implementadas para contener nuevos brotes del coronavirus, aumentó el costo de transporte, lo cual afecta el precio final.

La sobredemanda generada en esta zona ha hecho que todo esté retrasado. No hay capacidad de transporte para todos los contenedores en las navieras, lo cual pone a disposición del mejor postor los productos disponibles, generando un alza en el precio y escasez.

Protección del consumidor

Las grandes superficies en Colombia tienen la posibilidad de contrarrestar estas consecuencias de la escasez, según las posibilidades que tengan de abastecerse de esos artículos y productos durante meses para así mantener los precios.

Un ejemplo de ello es una de las cadenas de supermercados del país que asegura mantener sus precios en útiles desde la feria escolar de principios de año y que la variación en sus tiendas no ha superado el 2 por ciento.

Además, aseguran sus directivas que este sector se ha reactivado con mayor fuerza.
“La gente está comenzando a comprar, el año pasado casi no hubo ventas porque fue virtual. Pudimos mantener el precio del año pasado, pues la gente no compró”, explica Héctor Jáuregui, líder de abastecimiento.

Dicha afirmación es confirmada por el Dane en su Encuesta Mensual de Comercio (EMC), en la cual muestra un aumento en las ventas del 46 por ciento en libros, papelerías, periódicos y útiles escolares, desde mayo de 2021 a mayo de 2022.

Finalmente, los padres de familia consultados por EL TIEMPO sostienen que aceptan el incremento del valor de los útiles, ya que se ha normalizado el alza general de la mayoría de productos.

“Sí, han aumentado como un 10 por ciento, pero es lo normal por la situación del mundo”, asegura Claudia Patiño, para quien no es una preocupación latente, sino un elemento más de esta escalada histórica de precios que vive el país.

SANTIAGO PINZÓN GIRALDO
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO

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