Tres líderes de gremios fueron entrevistados para conocer sus expectativas frente al gobierno entrante de Gustavo Petro.
Esta fue la entrevista a Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) y del Consejo Gremial.
Lea también la entrevista a Bruce Mac Master presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) y a Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
Jaime Alberto Cabal: Del presidente Gustavo Petro y de todo su gobierno esperamos ecuanimidad, diálogo, que escuche todas las opiniones, que gobierne con todos los colombianos, y que, obviamente, las decisiones e iniciativas importantes que tome sean después de un proceso, y no como una aplanadora, aplicando o proponiendo reformas y programas sin escuchar a los afectados.
Yamid Amat: ¿Por qué usa la palabra ‘aplanadora’? ¿Tiene algún temor?
Porque hay estilos de gobierno que muchas veces no escuchan a todos y, obviamente, un gobierno con una mayoría en el Congreso y con unas promesas de reformas importantes tendrá afán de sacarlas adelante rápido. Y puede caer en la tentación de querer sacar todo sin escuchar a los demás.
¿Y el estilo de Gustavo Petro le indica a usted que tiene razón para preocuparse?
De todo gobierno hay que esperar para ver su estilo.
Pero en general, los gremios, de los que usted es vocero, ¿qué esperan?
Los gremios estamos en la mejor disposición de dialogar y de concertar. No nos parece que se impongan decisiones apresuradamente. Pero como vemos tanto afán, puede estar tentado a no consultar, a no oír.
Pero las grandes reformas se le propondrán al Congreso
El Congreso también debe tener una actitud abierta para oír a todos los sectores.
Usted como presidente de los gremios espera diálogo
Exactamente. Sus promesas de campaña tendrá que respetarlas, pero hay que dialogar para sacar lo mejor. Le voy a dar un ejemplo: el gobierno anunció muy apresuradamente la eliminación de los días sin IVA. Le hemos propuesto al nuevo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, que en vez de eliminarlos, se transformen para beneficiar la producción nacional. Es decir que haya día sin IVA solo para productos nacionales.
¿Y qué le respondió el ministro Ocampo?
Que lo iban a analizar, que le parece interesante, que le enviara la propuesta y esperamos que su equipo, y el propio presidente Petro, aprueben ese camino.
¿Le preocupa que el gobierno sea de izquierda?
La preocupación es que hay gobiernos de izquierda que se quieren perpetuar en el poder. Como en lo que cayeron Chávez, Maduro, Ortega, Correa, Kirchner.
Pero el presidente electo ha negado rotundamente esa posibilidad
Ojalá el presidente Petro no caiga en esa tentación. Además, yo creo que el presidente Petro ha sido diferente al candidato Petro.
Un expresidente dijo que Colombia es un país conservador que vota liberal
Colombia ha sido un país de tradiciones y un país conservador en sus ideas; un país de familia, de valores y principios. Pero el país ha cambiado: tenemos una juventud que ha crecido en medio de los avances tecnológicos.
¿Cuáles son las peticiones que, como presidente del Consejo Gremial y como presidente de Fenalco, le hace usted al gobierno que comienza hoy?
La primera, el respeto a la democracia, respeto a todas las libertades económicas, individuales y colectivas. La segunda, la defensa de la propiedad privada. Hoy estamos viendo invasiones que pretenden usurpar el derecho a la vida, al trabajo y a la propiedad. Estoy hablando de lo que está pasando en el Cauca, en la Costa, en fincas en Córdoba y Sucre y en otros departamentos.
La tercera, que gobierne dialogando con los empresarios a través de los gremios. Cuarta, que lleve una bandera de lucha contra la corrupción porque el país sí necesita depurar muchas costumbres corruptas que se dan en la política y en la vida nacional.
La quinta es que trabaje de la mano con los sectores populares que lo eligieron; por ejemplo, hoy los tenderos tienen una enorme preocupación porque el impuesto que han anunciado, prometiendo vidas saludables, es un impuesto a los tenderos porque van a tener un encarecimiento en sus productos y una disminución en sus ventas.
La preocupación es que hay gobiernos de izquierda que se quieren perpetuar en el poder. Como en lo que cayeron Chávez, Maduro, Ortega, Correa, Kirchner…
Los mayores productos que compran y venden los tenderos son las bebidas azucaradas, cerveza y alimentos que se llaman ultraprocesados, como los snacks o los paquetes dulces. Normalmente los estratos 1, 2 y 3 tienen un altísimo consumo de estos productos.
Fenalco está haciendo un estudio del impacto que tienen las bebidas azucaradas frente a la venta de los tenderos y hay una disminución por lo menos del 25 por ciento. Trabajadores de la construcción, a las 10 de la mañana, usualmente desayunan con gaseosa y pan.
Y tengo una más: que le pongamos fin a lo que se llama el tráfico postal, que son productos de menos de 200 dólares que entran a Colombia desde Estados Unidos, pero también son productos de Asia, que no pagan IVA y no pagan arancel, fruto del tratado de libre comercio con Estados Unidos. Eso está significando hoy una competencia desigual y desleal con la producción nacional porque eso ha abierto un enorme boquete.
¿Cómo es el tráfico postal?
Son envíos de menos de 200 dólares, pero de 200 en 200, y lo digo públicamente, hay algunas empresas ilegales organizadas para manejar importaciones y hoy eso le puede significar al fisco 0,5 billones de pesos. También lo conversé con el ministro Ocampo y considero muy pertinente hacer una reforma para evitar que sigan entrando productos, en cascada, que no pagan aranceles y no pagan IVA, productos que se compran por las plataformas tecnológicas internacionales, mientras que los comerciantes y los industriales sí pagan aranceles e IVA. Ese sistema significa unos 500.000 millones de pesos de evasión.
¿Y qué se puede hacer para contenerlo?
Uno, limitarlo claramente a productos originarios de Estados Unidos, pero no para productos procedentes de Estados Unidos. Las plataformas lo que hacen es triangular, llevan a Estados Unidos productos de China, de Vietnam, y los meten a otros países. Hay que bajar el tope de los 200 dólares como lo hizo Chile, que lo bajó a 20 dólares y, obviamente, la Unión Europea también lo hizo.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO
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