En este momento, 100 niños en el oriente de Cali no cuentan con servicio de transporte para trasladarse a la fundación de Jeison Aristizábal, donde decenas de pequeños con discapacidad reciben apoyo con terapeutas y con programas de educación.
Es por ello que la Asociación de Discapacitados del Valle (Asodisvalle), que el caleño dirige desde que él tenía 17 años, promueve el programa ‘Plan padrinos’, con el fin de que, precisamente, personas de buen corazón apadrinen a un niño con donaciones desde los 70.000 pesos mensuales.
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“Las familias son de escasos recursos económicos, no cuentan con un trabajo formal. Hoy acudimos a la ayuda solidaria”, dice el director de Asodisvalle, quien fue el ‘Héroe’ de la cadena estadounidense CNN, en 2016.
Quienes deseen colaborar pueden comunicarse, a través de las líneas telefónicas: 663 3385, 310 4034671 y 318 3509537.
Jeison Aristizábal, el ángel de la discapacidad
Ese niño que nació con parálisis cerebral y una malformación en su cadera, que no podía mantener el equilibrio al caminar, y que fue sometido a dolorosas cirugías en los pies para ponerle platinas y tornillos, se resistió a quedar confinado a una silla de ruedas.
Ese niño tampoco le hizo caso a la frase que un médico le dijo a su mamá: su condición física solo permitiría ser un lustrador de zapatos.
“El médico dijo que yo no iba a servir para nada, solo para embetunar porque mi discapacidad era muy severa”, cuenta Jeison Aristizábal, quien es el creador y director de Asodisvalle.
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Esta fundación, que atiende a menores con limitaciones físicas, surgió hace más de dos décadas con el objetivo de que los caleños los apoyen con tratamientos y educación formal gratuita.
Aristizábal también ha logrado que estudiantes universitarios de fisioterapia se vinculen a su iniciativa. En los comienzos de la fundación creó un banco de zapatos para que niños pobres de toda Cali pudieran tener calzado.
Eso no es todo, ha estado al frente del colegio Porfirio Barba Jacob, donado por una comunidad religiosa en el barrio Ricardo Balcázar, del oriente caleño, donde estudian niños con discapacidad, y otros que no la tienen, pero que son parte de lo que Jeison denomina ‘inclusión educativa’.
Ahora le apunta a su deseo de construir una universidad para jóvenes con discapacidad, también dentro un ambiente de inclusión.
Su perseverancia, la que tuvo a los 12 años cuando aprendió a montar en bicicleta y que le permitió caminar sin caerse, lo ha llevado a que su causa fuera reconocida en el país y hasta en Estados Unidos.
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El canal CNN le otorgó premio Hero hace seis años, participando con otros 24 candidatos. Este premio exaltaba aportes excepcionales de quienes en el continente marcan la diferencia con su labor humanitaria.
Ese trabajo, como lo cuenta Jeison, empezó a los 17 años cuando ayudó al primer niño desamparado. Tenía 8 años y necesitaba una silla de ruedas.
La parálisis cerebral –que solo afectó su motricidad y su lenguaje–, se debe a que al momento de su nacimiento, la partera, por salvar su vida y la de su mamá, María Emilia Aristizábal, le habría tirado las piernas porque venía de pie, ocasionándole un daño permanente en la cadera. El parto apresurado también le habría reducido la entrada de oxígeno al cerebro.
Doña María Emilia, madre de Jeison, publicó el libro Jeison, vida sin barreras. En este documento, ella narra la historia de superación de Jeison, el tercero de sus cuatro hijos.
“Persistí, persistí y persistí en montar en bicicleta. Fue difícil. Salía todas las tardes y mi mamá me ponía dos sacos y bluyines, dizque para amortiguar los golpes porque yo siempre me caía. Quise valerme por mí mismo”, recuerda Jeison, quien maneja su propio carro, aunque no fue sencillo que le dieran el pase después de demostrar con exámenes de un neurólogo que sí tenía capacidad para conducir.
Toda esa terquedad lo llevó a recibir reconocimientos como el premio Hero de CNN y la medalla Cruz de Caballero del Congreso de la República.
Ha sido conferencista en Miami (Estados Unidos), Lima (Perú), Quito (Ecuador) y México con ‘Tres secretos para ser feliz’.
“Un secreto es ayudar a los demás. Otro, agradecer lo que se tiene y el tercero es nunca perder la capacidad de soñar”, explica.
Quienes lo apoyan, reconocen que su vida es todo un milagro y que su obra lo volvió ese héroe de niños con discapacidad en Cali.
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