Los corales, esos ecosistemas que son el origen mismo de la vida, atraviesan una de sus crisis más profundas e irreversibles por cuenta del cambio climático.
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A estos seres enigmáticos del mar el calentamiento global los impacta de forma directa.
Mientras en el planeta los científicos alertan por la crisis que pasan estos ecosistemas, en la bahía interna de Cartagena hay unos que sobreviven en medio de condiciones adversas y altos niveles de contaminación.
Según la ONG Ecomares, las aguas de la bahía de Cartagena están cargadas con metales pesados como mercurio, cromo y cadmio, lo que ha generado una composición más espesa y densa en el agua.
Ahora tenemos otros factores como pesticidas y fertilizantes que entran y, eso tiene unos efectos
La bocachica frente al Fuerte de San Fernando, en la isla de Tierrabomba, es el único corredor para el ingreso y salida de barcos repletos contenedores portuarios y cruceros atestados de turistas felices.
Allí habitan los corales de Varadero, un ecosistema único, que además sobrevive a las toneladas de sedimentos que todos los días ingresan a la bahía por el brazo artificial del Río Magdalena: el Canal del Dique.
A pesar de estas condiciones, los corales no solo sobreviven, sino que florecen, lo que hoy los convierte en un ser vivo único y clave para la ciencia.
El descubrimiento de la vida en medio de un mar contaminado
El Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, Invemar, los incluyó dentro del Atlas de corales de Colombia, era la única herramienta en el momento para protegerlos y así evitar un nuevo dragado de esa zona de la bahía
Los pescadores de las poblaciones de Bocachica, Caño del Oro, Pasacaballos, Tierrabomba e Islas del Rosario siempre supieron de la existencia de Varadero porque históricamente han llevado a cabo sus faenas ahí. “Hace años nosotros no teníamos que meternos mar adentro para pescar. Todo lo teníamos ahí frete a la isla, pero la bahía se ha ido estropeando con el paso de los años”, dice Julio ‘Bocachica’ Terán, un curtido pescador de la isla de Tierrabomba.
Sin embargo, para la ciencia estos corales no existían. Se creía que era imposible la vida bajo las aguas grises y grasosas de la bahía interna, frente a la zona industrial de Mamonal.
“Fue realmente en el 2013 cuando buceo en la zona porque me habían contratado para verificar la vida en ese punto, porque según un estudio de impacto ambiental ahí no había corales. Pero cuando me sumerjo veo este arrecife gigante; luego le digo a la persona de la consultora que me contrató: ‘aquí hay un problema. Tenemos unos corales gigantes. Esto es un arrecife totalmente desarrollado”, recuerda Valeria Pizarro, la bióloga marina que los descubrió y le contó al mundo la existencia de esos seres vivos.
Lo que vino fue una ardua tarea para involucrar a más investigadores, más expertos y empezar a hacer las primeras descripciones. Todos coincidieron en que lo que había en lecho marino de la maltrecha bahía era vida que se sobreponía a desechos industriales y sedimentaciones de todo tipo. Había que mostrarle al mundo este tesoro de corales.
“El Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, Invemar, los incluyó dentro del Atlas de corales de Colombia, era la única herramienta en el momento para protegerlos y así evitar un nuevo dragado de esa zona de la bahía”, añade la investigadora.
Hay otros que corales se están degradando también, ha habido una serie de eventos que todavía no sabemos de qué se trata, yo pienso que han sido masas de agua del canal del Dique o de zonas circundantes que vienen sin oxígeno
El descubrimiento de estos corales fue de inmediato la piedra en el zapato para frenar más obras de ampliación en la bahía interna, por la cual pulsaban poderosos industriales y portuarios.
“La bahía de Cartagena era relativamente limpia hasta los años 50. Luego, en los años 80 hubo una rectificación del Canal del Dique (le fueron eliminadas curvas para hacer su recorrido más recto, destruyendo ciénagas y otros cuerpos de agua) así, el agua del río Magdalena empezó a llegar directamente y cargada de mayor sedimentación a la bahía de Cartagena”, señala Valeria Pizarro.
“Ahora tenemos otros factores como pesticidas y fertilizantes que entran y, eso tiene unos efectos”, añade la científica colombiana.
Así, sumergidos en las aguas cálidas y altamente contaminadas, entre la desembocadura del Canal del Dique y el Fuerte de San Fernando en Bocachica, justo en la entrada a la Bahía interna de Cartagena, estos corales sobreviven a pesar de las adversas condiciones ambientales que los rodean.
“La función de los corales es proveer servicios ecosistémicos a todas las especies, en especial a las comunidades, en este caso a los pescadores cercanos de Bocachica, Tierrabomba, Pasacaballos e Islas del Rosario”, señala la doctora Pizarro.
La paradoja de los corales de Varadero radica en su capacidad para crecer, multiplicarse y hacerse fuertes en un entorno donde la vida marina normalmente se vería comprometida.
“Hoy el estado de los Corales de Varadero depende de la zona donde se encuentren. Hay zonas en las que se han ido deteriorando un poco más que otras. Por ejemplo, los que están más cerca de donde se hizo el canal de profundización para la Bahía de Cartagena, en la franja donde se amplió el canal de entrada de embarcaciones, obviamente eso aumentó el área de perturbación de esos corales”, señala Valeria Pizarro.
La forma como estos corales sobreviven en medio de adversas condiciones ambientales ha despertado el interés de expertos ambientalistas de todo el planeta.
Han encontrado nutrientes en la sedimentación
Una de las explicaciones a este milagro de vida- tras 10 años de investigaciones con cientos de inmersiones– lo explica la científica que los descubrió: “los sedimentos que llegan a la bahía y al arrecife de Varadero tienen una alta carga nutricional y los corales la aprovechan y se alimentan”, sostiene Pizarro.
Así, estos arrecifes, que han conformado un completo ecosistema en una de las zonas más contaminadas de Colombia, son considerados por la comunidad científica internacional como un ‘milagro de vida’.
“Tenemos aguas oceánicas que entran a la bahía de Cartagena y se encuentran con las aguas que bajan por el Canal del Dique, pero no se mezclan: las aguas que bajan por el Canal del Dique son dulces y con sedimentos y forman una capa superficial que no se mezcla inmediatamente con las agujas marinas. Estas capas se presentan por las diferencias de salinidad y densidad, y por ello el agua de mar se ubica abajo, mientras que en la parte superior está el agua dulce; entonces cuando pasan por los Corales de Varadero en general no impactan tanto”, explica la doctora Pizarro.
esa capa de sedimentos sigue flotando y cuando llega, por ejemplo, a los arrecifes de Islas del Rosario no tiene esa carga nutricional tan grande y por el contrario esos sedimentos llegan con una carga bacteriana gigante y los arrecifes del Rosario se han ido deteriorando
los sedimentos que llegan a la bahía y al arrecife de Varadero tienen una alta carga nutricional y los corales la aprovechan y se alimentan
Pero además, los corales de Varadero han sido resilientes al paso de grandes buques mercantes y cruceros que todos los días ingresan al puerto de la Ciudad Heroica.
“En general estos arrecifes siguen teniendo una buena cobertura y su estado de salud sigue siendo bueno. Lo que hemos visto en algunos corales, no solamente es que están muertos, sino que el tejido coralino se ve que se acaba de morir, ese ha sido uno de los problemas”, agrega Pizarro.
La capacidad de estos seres vivos para adaptarse a condiciones extremas ofrece pistas valiosas a los científicos para la restauración de otros ecosistemas coralinos que se encuentran en peligro.
“Hay otros corales que se están degradando, ha habido una serie de eventos que todavía no sabemos de qué se trata: masas de agua del canal del Dique o de zonas circundantes que vienen sin oxígeno y han pasado por el arrecife y han matado corales”, añade la científica.
Esperanza ante el cambio climático
En un momento en que el cambio climático y las actividades humanas amenazan la supervivencia de los arrecifes de coral en todo el mundo, los corales de Varadero representan una esperanza para la biodiversidad marina.
Estos corales podrían ser la clave para comprender cómo los arrecifes pueden resistir la contaminación y otros factores estresantes, y cómo estos conocimientos pueden aplicarse a otros corales del planeta que están en peligro de extinción.
“Tenemos identificado un problema: esa capa de sedimentos sigue flotando y cuando llega a los arrecifes de Islas del Rosario no tiene una carga nutricional tan grande; por el contrario esos sedimentos llegan con una carga bacteriana gigante. Por ello, los arrecifes de Islas del Rosario se han ido deteriorando a raíz de la contaminación que baja por el canal del Dique”, explica la experta y quien le ha contado al mundo la existencia de estos seres vivos, en aguas de Cartagena.
Si estos arrecifes pueden sobrevivir en estas condiciones tan extremas, los científicos pueden entender sus claves de supervivencia y aplicarlas en otros lugares del Caribe donde los corales no tienen tanta cobertura coralina.
Importancia ecológica y amenaza de destrucción
Los arrecifes de coral son el origen mismo de la vida y esenciales para miles de especies marinas; a su vez, desempeñan un papel vital en la vida humana al proteger las costas de las fuerzas de las mareas como consecuencia del descongelamiento de los polos, así como para sostener las economías locales a través del turismo y la pesca.
Sin embargo, los corales de Varadero también enfrentan amenazas que ponen en riesgo su supervivencia.
A pesar de estar en mejor estado que otros arrecifes del país, estos corales están bajo la sombra de la inminente construcción de un segundo canal de acceso a la bahía de Cartagena. Un proyecto silencioso que implicaría un nuevo el dragado de la bahía, lo que removería químicos asentados en el lecho marino y devastaría por completo este ecosistema coralino.
Además, las aguas de la bahía de Cartagena están cada vez más calientes debido al aumento de las temperaturas globales, lo que pone en riesgo la vida marina.
Un ecosistema diverso y resiliente
En Varadero habitan todas las especies de corales, tanto duros como blandos. Los corales duros son responsables de la formación de las estructuras calcáreas que componen los arrecifes, mientras que los corales blandos se asemejan a plantas y son más comunes en zonas poco profundas.
“Estos corales han desarrollado una relación simbiótica con microorganismos llamados zooxantelas, algas microscópicas que viven en el tejido del coral y les proporcionan nutrientes a través de la fotosíntesis”, señala la doctora Valeria Pizarro.
Los sedimentos que llegan a la bahía a través del Canal del Dique han jugado un papel crucial en la supervivencia de estos corales. Estos sedimentos, que son más gruesos y contienen menos carga bacteriana que los que llegan a otros arrecifes como los de las Islas del Rosario, han obligado a los corales de Varadero desarrollar estrategias de alimentación que los han fortalecido y así crecen en un entorno adverso.
Futuro incierto y oportunidades de conservación
Expertos de Ecomares han sugerido que la mejor manera para conservar estos arrecifes es crear una gran zona de protección alrededor de Varadero, donde se restrinja la actividad humana y se promueva la conservación de este valioso ecosistema.
Además, organizaciones comunitarias y ONGs locales están explorando iniciativas para promover el turismo sostenible en la zona, aunque el tráfico de grandes naves representa otro peligro para los corales.
Parques Nacionales Naturales de Colombia ha anunciado que ampliará el perímetro de su zona de protección para incluir el área marina donde habitan estos corales.
Los corales de Varadero representan un caso único de resiliencia en un mundo cada vez más afectado por el cambio climático y la contaminación. Su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas los convierte en un símbolo de esperanza para la conservación de los arrecifes de coral en todo el mundo, ecosistemas cruciales para la biodiversidad marina y para la vida en la tierra.
JOHN MONTAÑO
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena
En X: @PilotodeCometas