El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva ganó este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil con un 50,9 por ciento de los votos, frente al 49,1 por ciento que obtuvo el actual gobernante, Jair Bolsonaro, con el 99,99 por ciento de las urnas escrutadas, al cierre de esta edición.
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El líder del Partido de los Trabajadores (PT), que ya gobernó entre 2003 y 2010, volverá a ocupar la presidencia de un Brasil extremadamente dividido a partir del 1.° de enero de 2023 y por los cuatro años siguientes.
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El expresidente brasileño se comprometió a “restablecer la paz” en un Brasil dividido, en su primer pronunciamiento tras ganar las elecciones. “Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) desde un hotel de São Paulo.
Lula obtuvo 60,3 millones de sufragios, mientras que Bolsonaro, líder de la extrema derecha brasileña y capitán retirado del Ejército, se quedó con 58,2 millones, según los datos del Tribunal Superior Electoral con el 99,99 % de los votos escrutados en las elecciones más ajustadas de la historia del país.
Y es que la votación de ayer estuvo más apretada de lo que esperaban los sondeos previos a los comicios, reflejo de la alta polarización que vive Brasil y que incluso derivó en episodios de violencia política durante la campaña.
“A partir de enero de 2023, voy a gobernar” para 213 millones de brasileños; “no existen dos Brasiles, somos un único país, un único pueblo, una gran nación”, señaló el dirigente progresista, en compañía de sus principales aliados y su esposa, Rosângela Silva.
Indie Politik, [30 de oct de 2022 a las 20:34]El presidente electo de Brasil, Lula da Silva, recibido por sus electores en el centro de Sao Paulo pic.twitter.com/3OPaYeRd9M
— Claudia Robles (@Clorobles2) October 30, 2022
Lula, vestido con una camisa vaquera, manifestó, en un discurso leído, que “es la hora de reunir las familias y rehacer los lazos de amistad rotos por la propagación criminal del odio”. “A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar las armas”, manifestó.
Durante la campaña, Lula prometió “reconstruir” el Brasil de Bolsonaro, acabar con el hambre, que hoy afecta a unos 33 millones de brasileños, y “colocar al pobre en los presupuestos” del Estado, combinando responsabilidad social, fiscal y ambiental. También anticipó que estaría en el poder durante un solo mandato, que en Brasil es de cuatro años.
Justamente, en sus primeras palabras, aseguró que su mayor prioridad será volver a acabar con el hambre en Brasil, como lo hizo en su primer gobierno. “Nuestro compromiso más urgente es acabar con el hambre otra vez”, afirmó el dirigente progresista que también prometió “fortalecer” la lucha contra la violencia machista y “enfrentar el racismo y la discriminación”.
“El desafío es inmenso, es necesario reconstruir este país en todas sus dimensiones. Necesitamos reconstruir el alma de este país, el respeto a las diferencias y el amor al prójimo”, dijo.
A esta hora el pueblo brasileño celebra el triunfo de Lula da Silva, el cielo se tiñe de rojo color que representa al Partido de los Trabajadores. 🤩🇧🇷 pic.twitter.com/lKKj18f9gd
— Mamertos 2.0 (@Mamertos0) October 31, 2022
Lula da Silva logra récords electorales en Brasil
En las elecciones de este domingo, Lula logró tres nuevos hitos que “nunca antes” habían sucedido en la historia electoral del país. Es el primer candidato que gana tres elecciones presidenciales, es el primero que derrota a un jefe de Estado que opta a la reelección y, además, obtuvo una votación récord.
Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), empezó el conteo por delante, pero con el 67,76 por ciento escrutado, el expresidente progresista pasó a liderar, tendencia que se mantuvo hasta el final, aunque siempre con un margen muy pequeño.
El antiguo tornero mecánico también fue el vencedor de la primera vuelta, realizada el pasado 2 de octubre, cuando obtuvo el 48,4 % de los votos, frente al 43,2 % que consiguió Bolsonaro. Con su victoria, Lula, de 77 años, comandará por tercera vez la mayor economía de Latinoamérica.
Un triunfo del líder de izquierda era algo impensable hace unos años por los múltiples procesos de corrupción a los que tuvo que hacer frente, pero en 2021 la Corte Suprema anuló las condenas por las que pasó 580 días en prisión, recuperando así sus derechos políticos.

Jair Bolsonaro vota en la segunda vuelta.
Bolsonaro y la derecha se quedan con el control legislativo
Tras los comicios del domingo, la mayoría de los gobiernos regionales quedaron en manos de candidatos apoyados por Bolsonaro.
Los aliados del líder ultraderechista gobernarán 13 de los 27 estados de Brasil, entre ellos São Paulo, el más poblado y rico del país, mientras que los apoyados por el ahora presidente electo regirán solo 10 regiones.
No obstante, el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Arthur Lira, firme aliado de Bolsonaro, reconoció ayer la victoria en las urnas de Lula da Silva.
“Al presidente electo, la Cámara de Diputados lo felicita” y le “ofrece diálogo y transparencia”, dijo Lira al agregar que “Brasil dio otra demostración de la vitalidad de su democracia, de la fuerza de sus instituciones y su pueblo”.
Lira fue el primer dirigente del arco bolsonarista en reconocer la victoria de Lula y su mensaje pareció dirigido al propio líder de la ultraderecha, que en muchas ocasiones ha insinuado que podría desconocer el resultado de las elecciones, en caso de una derrota.
Presidentes de la región felicitan a Lula da Silva
La izquierda latinoamericana, en plena resurrección en los últimos años, recupera con la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva a su pieza más preciada: un Brasil que ahora pretenderá restaurar un abandonado proceso de integración regional.
Y es que con el triunfo virtual de Lula se espera revertir el actual panorama cimentado por Jair Bolsonaro, líder de una derecha cuya política exterior relegó a un segundo plano las relaciones con América Latina.
De ahí que las primeras felicitaciones se produjeron de mandatarios de izquierda, empezando por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien con un breve “viva Lula” en sus redes sociales se precipitó, antes incluso de que concluyera el escrutinio, a celebrar la victoria de Lula da Silva.
A Petro se sumaron el presidente de Argentina, Alberto Fernández; el de Chile, Gabriel Boric; el de Perú, Pedro Castillo; el de Bolivia, Luis Arce; el cubano, Miguel Díaz-Canel; el español, Pedro Sánchez, entre otros.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también felicitó a Lula da Silva y dijo que las elecciones de Brasil fueron “libres, justas y fiables”. “Envío mis felicitaciones a Luis Inácio Lula da Silva en su elección. Espero que trabajemos juntos para continuar la cooperación de los dos países en los próximos meses y años”, dijo Biden en un mensaje difundido por la Casa Blanca.
Ahora la gran pregunta es qué posición tomará Lula da Silva sobre Venezuela y Nicaragua, tildadas de dictadores. Por ahora, Lula es esquivo y se limitó a desear “más democracia”, pero sin “intervención”.
REDACCIÓN INTERNACIONAL