Mi hijo murió. Solo sé que yo estaba al otro lado de la cuerda y nunca llegó”, dijo el padre de José Alejandro Cárdenas Romero, el niño de nueve años que murió el fin de semana pasado en el municipio de La Mesa, Cundinamarca.
Según el alcalde local, Humberto Segura Barragán, todo ocurrió el domingo a eso de las 4:05 de la tarde en el ecoparque Canaán, ubicado en la vereda Trinidad de la inspección de San Joaquín.
Hasta allá había llegado una familia proveniente de Bogotá que había decidido volver al lugar a pasar unos días de descanso. De hecho, estaban hospedados en unas cabañas. Disfrutaban de todas las atracciones de aventura.
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Yo grité, pedí ayuda, una ambulancia,
pero nadie me auxilió con rapidez. Los trabajadores no tenían preparación. El niño se enredó con la cuerda. Solo escuché los gritos
Una de esas es un canopy desde donde se lanzan los visitantes para ver la naturaleza del lugar y como una forma de quemar adrenalina.
Se sabe que una buena parte de la familia se tiró sin contratiempos, pero José Alejandro nunca llegó al otro lado de la soga por la que se transportan las personas impulsadas por una polea. Ante su ausencia, la familia y los empleados del lugar empiezan a buscar angustiados y acceden al punto en donde se divisaba suspendido a mitad de camino a través de la línea de vida, que es por donde se movilizan los instructores cuando hay inconvenientes.
Cuando estos arribaron vieron al niño enredado y como pudieron lo bajaron desde las alturas. Cuentan que lo llevaron al hospital del municipio, pero fue poco lo que pudieron hacer porque el niño ya había fallecido.
Según Segura, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación Criminal (CTI) de la Fiscalía fueron quienes realizaron el levantamiento del cadáver y asumieron la investigación.
Una de las hipótesis es que en menor de edad murió por ahorcamiento. Pero será el resultado de la necropsia el que revelará la causa del deceso. Por lo pronto se adelantan las entrevistas con los dueños del lugar, los instructores, con la familia y con el resto de testigos del hecho.
Sellamiento
Ante esta tragedia, la administración municipal procedió con el sellamiento del lugar. Según la alcaldía, cuando se les solicitaron todos los documentos había faltantes. “Estuvimos allá a eso de las 7 de la noche, y cuando se les solicitaron permisos y el registro nacional de turismo no estaban al día con el tema de bomberos”, dijo Segura.
Por esta razón se les notificó de un comparendo y se selló el ecoparque por 10 días.
“Estamos sujetos a las demás verificaciones de otros documentos y permisos adicionales que deba tener el parque”, dijo el alcalde del municipio, quien señaló que no se encontró ninguna otra irregularidad.
La Fiscalía determinará si fue un error humano o mecánico. “No puedo imaginar el dolor de la familia del niño. Estamos muy consternados”, agregó Segura.
Pero el padre del niño, Edwin Cárdenas, dice que no sabía que su hijo se iba a lanzar solo. “Además, nos dijeron que no había peligro, que eso lo hacía todo el mundo, desde el más pequeño hasta el más grande. Él se fue con mi mamá y mi hermana y mi otra hija. Yo me quedé abajo esperando a que llegara. Él se lanzó, pero no llegó”, dijo.
Agregó que no hubo la atención adecuada para atender una emergencia como la que se presentó en pleno vuelo. “No había un doctor, una enfermera, un paramédico. Ellos no sabían qué hacer”.
Edwin no sale de la confusión, solo sabe que cuando volvió a ver a su hijo estaba suspendido. “Yo grité, pedí ayuda, una ambulancia, pero nadie me auxilió con rapidez. Los trabajadores no tenían preparación. El niño se enredó con la cuerda. Solo escuché los gritos de auxilio”.
La familia del menor hizo la denuncia porque no quiere que otras personas vivan la misma tragedia y que las atracciones cuenten con todas las medidas de seguridad. “Vivimos una tragedia. Solo quiero que se investigue y se sepa la verdad de lo que ocurrió”. EL TIEMPO intentó comunicarse con los teléfonos del ecoparque, pero no hubo respuesta.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
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