Muerte esmeraldero Jhon Bustos: en qué va la investigación – Bogotá

Sobre las 3:15 de la tarde del 11 de agosto, el esmeraldero Jhon Freddy Bustos Galindo fue ultimado en una cafetería del barrio Bochica, en la localidad de Puente Aranda. Según cuentan testigos del hecho, un hombre que se movilizaba en un taxi llegó al lugar donde estaba Bustos con dos acompañantes más y le propinó tres disparos en la espalda, luego salió de la cafetería y se montó en una motocicleta que lo estaba esperando a pocas cuadras de donde cometió el crimen.

Aunque en un primer momento las autoridades pensaron que este caso se podría tratar de una ajuste de cuentas relacionado con la labor que Bustos desarrollaba como reducidor de esmeraldas, investigadores del caso le confirmaron a este diario que se habría tratado de un intento de robo en el que los delincuentes dispararon en contra de Bustos Galindo, pues este se resistió al hurto.

Lo que sucedió esa tarde tiene algunos puntos que aún no son claros. Una fuente cercana al caso contó que el esmeraldero había retirado una suma cercana a los 18 millones de pesos en una entidad bancaria ubicada en la octava sur, muy cerca de una zona gastronómica concurrida de la ciudad, y que desde allí los delincuentes ya le seguían el rastro para perpetrar el crimen.

Lo extraño de este nuevo caso de sicariato en la ciudad es que aunque a Bustos los asesinos, presuntamente, lo estaban persiguiendo con un fin determinado, una vez lo ultimaron, el hombre que disparó salió huyendo del lugar sin el arma homicida y sin la totalidad del dinero que supuestamente se iban a robar.

El investigador de la Sijín aseguró que aunque no descartan que el hecho se hubiera desarrollado por un intento de robo fortuito, tampoco se deja de lado la posibilidad de que el robo y la muerte de Bustos hayan sido ordenados por alguien que sabía exactamente el lugar y la hora en la que el hombre iba a realizar el retiro del dinero, los lugares por donde se iba a mover y el punto al que llegaría.

Luego del robo, los delincuentes huyeron en una moto NS 2000 a gran velocidad por entre las cuadras del barrio Bochica. Inmediatamente las autoridades fueron alertadas, se iniciaron una persecución y un plan candado en el sector; no obstante, los policías no lograron alcanzar a los asesinos, que se fugaron en cuestión de segundos.

Homicidios en Bogotá

A la Fiscalía le preocupa el homicidio por sicariato que afecta a varias zonas de Bogotá.

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Fernando Ariza. Archivo EL TIEMPO

Entre tanto, los gritos desesperados de los vecinos del sector, como lo contó uno de los agentes del caso, alertaron a un taxista que estaba en el lugar y se ofreció a llevar a Bustos hasta un centro médico. Sin embargo, y aunque la reacción de todos los que presenciaron el asesinato a plena luz de día fue oportuna, el hombre no logró llegar con vida al hospital.

Sostienen los investigadores que les siguen el rastro a los sicariatos que se han presentado en Bogotá que la preocupación es alta entre las autoridades porque “el problema es que a los ladrones ahora no les da miedo matar porque antes de ser ladrones probablemente fueron sicarios, tienen la experiencia y no sienten miedo de la muerte. Por eso es que ahora todo es más violento”.

Sin embargo, las investigaciones marchan a buen paso, y la Policía Metropolitana señaló que ya adelantan entrevistas con los testigos y con los otros dos sujetos que esa tarde acompañaban a Bustos. Ya se tiene el mapeo de las cámaras de seguridad de la zona y se desplegó un operativo para seguirles la pista a los asesinos que se fugaron en la moto luego de matar al esmeraldero.

Por ahora, lo único cierto según los investigadores es que este crimen no estaría relacionado con la batalla que libran los poderosos carteles que se mueven en el negocio de las esmeraldas y que este año dejó sin vida también a Maximiliano Cañón, quien también fue baleado por dos hombres a bordo de una moto frente a un reconocido restaurante ubicado en las inmediaciones del parque de la 93, en el norte de la ciudad.

Sicariatos en Bogotá

Según las cifras de la Secretaría Distrital de Seguridad, en el primer semestre de este año se registraron en Bogotá 472 homicidios. Dicen que es la cifra más baja en 20 años. Sin embargo, lo cierto es que entre enero y junio de 2022 se han cometido varios casos de sicariato a plena luz del día que tienen encendidas las alarmas en la ciudad.

No obstante, el fenómeno parece ser más grave de lo que aparenta, pues en los últimos tres años, según las cifras de la Fiscalía, el crecimiento fue de 24 por ciento, pasando de 300 sicariatos en 2019 a 372 al cierre de 2021. La cifra para 2020 fue de 321. Según estas mismas estadísticas, las localidades más impactadas por esta modalidad delictiva son Ciudad Bolívar, Rafael Uribe Uribe, Kennedy, Engativá y Bosa.

Para José Manuel Martínez, director de Fiscalías Bogotá, “la mayoría de los sicariatos tienen una causalidad en algún fenómeno criminal, que puede ser de microtráfico o hurto”.

REDACCIÓN BOGOTÁ


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