Con el cambio que estableció el Dane sobre la radiografía de la informalidad para el total nacional, la zona rural y los pequeños municipios, se evidenció que el empleo informal registra una senda de disminución desde comienzos del año pasado hasta la mitad del presente año.
De esta manera, de una informalidad del 61,7 por ciento de los ocupados que se registraba en el primer trimestre del 2021 se bajó a una informalidad del 58 por ciento en el segundo trimestre del presente año.
Entre tanto, el empleo formal va en una dirección opuesta, mejorando durante ese mismo periodo.
Para el trimestre de enero a marzo del año pasado, en el empleo formal estaba el 38,3 por ciento de las personas ocupadas. Y para el trimestre de abril a junio de este año, el empleo formal ya había subido al 42 por ciento de los trabajadores que tienen empleo.
Entre las mujeres hay más empleo formal que entre los hombres. En el segundo trimestre, el empleo formal en mujeres era del 44,9 por ciento, mientras que en hombres era de 40 por ciento.
En el caso de proporción de población ocupada informal y formal según rama de actividad se reveló que en el sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, la tasa supera el 80 por ciento, pues entre abril y junio fue de 85,4 por ciento.
Entre los empleados en alojamiento y servicios de comida, la tasa estuvo en 76,2 por ciento, y en las actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios fue del 75,7 por ciento.
En el caso contrario, el de las actividades con menor informalidad en el segundo trimestre del 2022, se ubican las actividades financieras y de seguros, con 12,8 por ciento; la administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana, con 16 por ciento, y la información y comunicaciones tiene una tasa del 21 por ciento.
En cuanto a la proporción de población ocupada informal por las ciudades del país, las capitales que presentan registros más altos son: Sincelejo, Valledupar y Cúcuta, con 69,8 por ciento, 67,2 por ciento y 66,5 por ciento, respectivamente.
En el caso de la capital del país, la informalidad fue de 36,2 por ciento entre abril y junio de 2022. Para Cali y Medellín, la medición se ubicó en 48,6 por ciento y 40,1 por ciento.
En junio de 2022, la tasa de ocupación en el total nacional fue del 56,5 por ciento, mientras que durante el mismo mes de 2021 fue del 52,3 por ciento.
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Según la posición ocupacional a nivel nacional, en junio de 2022, la cantidad de ocupados como empleados particulares aumentó en 1 millón en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que representó una contribución de 5,2 puntos porcentuales.
En cambio, se registró una caída de 37.000 ocupados en la posición jornalero o peón, aportando así -0,2 puntos porcentuales.
Además, la tasa de desempleo nacional del trimestre que va de abril a junio de 2022 fue de 11 por ciento, lo que representó un aumento de 4,1 puntos porcentuales respecto al periodo abril-junio de 2021, cuando fue de 15,1 por ciento.
La tasa global de participación fue 63,7 por ciento, lo que significó un ascenso de 2,4 puntos porcentuales respecto al periodo anterior, cuando era de 61,2 por ciento.
Finalmente, la tasa de ocupación se ubicó en 56,7 por ciento, presentando un aumento de 4,7 puntos porcentuales frente al mismo trimestre un año atrás, cuando era de 52 por ciento.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), se espera que con el cambio de metodología “por fin Colombia tenga una radiografía de la informalidad para el total nacional, también para la zona rural y los pequeños municipios”.
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