‘Pepe’, el misterioso cocodrilo de la desaparecida ‘olla’ del Bronx en Bogotá y la foto que podría confirmar su existencia


El Bronx era un lugar que nace tiempo después del desmonte de ‘el cartucho‘ y se convirtió en el centro de expendido de drogas y aberrantes casos que marcaron un punto de inflexión en uno de los capítulos más escalofriantes en la historia de Bogotá. 

​(Además: 13 días en el Bronx: ‘Si esto no es el infierno, me pregunto qué lo será’)

Ocho años han pasado desde la intervención del sector adyacente de Los Mártires, y varios testimonios reconstruyen los crímenes atroces que tuvieron lugar en esa zona del país. 

En 2016, la denominada “operación Némesis” reunió a un equipo de policías, solados del Ejército Nacional, un grupo de funcionarios públicos y agentes del CTI que interrumpieron en el Bronx. 

​Este proceso logró desarticular la temida banda de los ‘Sayayines’, que controlaban la zona. Además, de otras actividades ilícitas como el narcotráfico, el hurto y la esclavitud sexual. 

¿Qué paso con ‘Pepe’, el misterioso cocodrilo del Bronx? 

La recolección de varios testimonios aseguran que en el lugar había un animal llamado ‘Pepe’, que se convirtió en una leyenda. El cocodrilo era usado por los ‘Sayayines’ para desaparecer a sus víctimas. 

En el programa de Caracol Televisión ‘Los informantes’, Pedro Ruiz, quien vivió en carne propia los horrores del Bronx, habló de este animal: “Ese cocodrilo lo conocí pequeño, se llamaba ‘Pepe’, lo trajeron como una lagartijita. Después, cuando ya el animal se creció, hicieron un estanque grandísimo para él solo”. 

El hombre aseguró que llegó a medir más de dos metros y su alimentación era aterradora: comía personas. 

​Varios medios nacionales atribuyeron una imagen que podría confirmar la existencia del misterioso cocodrilo ‘Pepe’. Según la foto, se ve un reptil imponente y grande que contaba con su propia habitación. 

Esta sería la supuesta imagen real de ‘Pepe’.

Foto:Captura: redes sociales

Algunas teorías dicen que este reptil fue capturado. Otros apuntan que fue sacrificado y su piel la vendieron en el barrio Restrepo, ubicado en el sur de Bogotá, para la fabricación de calzado y otros productos. Sin embargo, hasta el día de hoy, es un misterio.

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CAMILA SANCHEZ FAJARDO
​REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
​EL TIEMPO



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