En la mañana del miércoles, 8 de febrero, los residentes del sector del barrio Marsella, en el sur occidente de la ciudad, protestaron nuevamente contra la construcción de un colegio del Distrito en un predio denominado ‘La Paz’. Esta vez algunos de los residentes fueron más allá y decidieron encadenarse a los árboles que serán talados para darle paso al proyecto.
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Los habitantes del barrio Marsella, quienes protestan desde mediados de enero, consideran que el lote no pertenece al Distrito, e insisten que esta zona verde, ubicada en frente a la urbanización La Paz, ha servido como parque durante 20 años.
Sin embargo, la Secretaría de Educación en un comunicado comentó que “ha participado y liderado 10 reuniones con la comunidad vecina y varios de sus representantes”. Además, la entidad resaltó que cuenta con todos los documentos que permiten la ejecución del proyecto, acorde a la normatividad legal vigente.
“El contrato ya surtió su acta de inicio desde el 5 de diciembre de 2022”, dijo la entidad.
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Pese a esto, los residentes consideran a este espacio como pulmón para más de 1.700 apartamentos y la única zona verde que tienen en el barrio. Además, argumentan que este colegio quedaría a menos de cinco minutos de otra institución educativa y que al estar cerca de un caño, sería un riesgo para los menores.
“Nosotros, por supuesto, como comunidad, estamos de acuerdo con la educación, pero acá en este espacio no habrá educación con calidad para los chicos porque es un espacio supremamente pequeño, un espacio donde no tendrían espacios verdes ni zonas de recreación”, señaló José Vicente Nieto, vecino de la zona.
Con el fin de evitar la tala de algunos árboles que se ubican en el predio, decidieron encadenarse y hacer huelga de hambre como protesta.
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Recordemos, que en la última semana de enero, la Administración distrital realizó la señalización correspondiente para dar inicio a las obras del colegio Ferrol La Paz, lo que generó varias protestas que terminaron en choques con la Fuerza Disponible.
“Acá vinieron en la noche, sin avisar, dizque a cerrar el parque con latas, y en ningún momento hubo concertación o algún interés por hacerle entender a la comunidad la supuesta importancia de ese proyecto”, agregó Nieto.
1.060 niños y niñas estudiar en jornada única en beneficiando a miles de familias
Según la comunidad, están de acuerdo con implementar instituciones educativas, pero dicen que “en este espacio no habrá educación con calidad para los niños porque es un espacio supremamente pequeño, un espacio donde no tendrían espacios verdes ni zonas de recreación”.
Si bien el Distrito sostiene que les han respondido 17 derechos de petición o solicitudes de información a la comunidad y entidades, además de cinco acciones de tutela que han fallado a favor de la Secretaría de Educación, la comunidad dice que no ha sido escuchada.
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“El predio se encuentra ubicado al lado de la urbanización La Paz, aprobada mediante resolución 61 del 16 de mayo de 1983 emitido por Planeación Distrital (ahora Secretaría de Planeación). Desde los inicios de la urbanización corresponde a una zona para la construcción de un equipamiento y distinta al área destinada al parque”, explicó la entidad en un comunicado.
La Secretaría de Educación añadió que este colegio contará con espacios como: laboratorios de ciencias, de danza, de música, de arte, biblioteca, canchas múltiples, zonas recreativas, teatrinos, cocina escolar, entre otros.
“El colegio nuevo no sólo va a permitir atender a población que actualmente no estudia, sino aquella que tiene que desplazarse a otras localidades de la ciudad. De igual forma, permitirá seguir avanzando en la implementación de la jornada única en la localidad y en la ciudad, que es un mandato de Ley” , agregó la entidad.
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Cabe mencionar que es un proceso que lleva tres administraciones. En 2012 – 2016 donde se hicieron los estudios y análisis del predio donde se logró la entrega del lote por parte del Dadep a la Secretaría de Educación. En la administración de Peñalosa contrataron los respectivos estudios de diseño y en la actual fue cuando se culminó el diseño, se obtuvo la respectiva licencia de construcción y se contrató la obra por casi 42.000 millones de pesos.
El subsecretario de acceso y permanencia, Carlos Reverón, le comentó a EL TIEMPO que “no hay forma en la que el colegio no se haga. La misma personería ha verificado y garantizado que se cumpla toda la normativa para poder construir esta institución en el predio”.
De igual manera, el funcionario menciona que hay un tema de estigmatización de las personas que viven en estrato 4 con los colegios públicos, explicó con los colegios que se han construido en un sector de estrato alto como lo es el caso de Techo, La Felicidad, Mirandela y Llinas.
“El diseño fue reconocido por la Secretaría de Ambiente por el tema de ambiente sostenible. Es un colegio que respeta el medio ambiente, usará paneles solares, reutilizará el agua, es un colegio verde” agregó Reverón.
Y menciona que, así como pasó en los colegios anteriormente mencionados, cuando los ven construidos quieren tener un cupo en estas instituciones.
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“Claramente hay personas que sí quieren que se construya el colegio, que lo ven como la oportunidad perfecta para que todos puedan estudiar, para que no tengan que ir a otras localidades para poder recibir clases, y que se haga el cumplimiento de que todos los niños de colegios distritales estudien en jornada única”.
Todo lo que promueva la educación de las niñas y los niños es importante, y va a favorecer tanto a los primeros que lleguen como a los que estudien a futuro allí.
Ciudadanos de la localidad de Kennedy también se han pronunciado a favor de la construcción de la institución. “Se ven tantos niños vendiendo bolsas o dulces porque no logran tener un cupo en los colegios, tenemos que pensar en nuestra juventud”, mencionó Paola Castañeda, habitante cercana al predio La Paz.
“Es un beneficio poder darles colegios a los menores cerca a sus casas, ellos no le van a incomodar en nada y si se le va a poder dar oportunidad de crecer” mencionó otro residente del sector.
Frente al caso, la Personería señaló que “ha mantenido de manera permanente un ejercicio de diálogo y garantía del derecho a la protesta, en las que propenden por el respeto entre quienes manifiestan su disenso y las autoridades distritales”.
De igual forma el organismo de control, por petición de la comunidad, contribuyó en la instalación de una mesa de trabajo que contó con la presencia de la Secretaría de Educación, el Secretario de Gobierno, todas las entidades competentes y la comunidad del barrio Marsella, la cual concluyó tanto con la ratificación de la construcción del colegio por parte de la Secretaría de Educación y la decisión de la comunidad de acudir a instancias jurisdiccionales en búsqueda de un pronunciamiento que pondere entre los dos derechos en conflicto.
Frente a esta mesa de diálogo, la Secretaría de Educación dice que no hay forma en la que la comunidad logre evitar la construcción, pero, los ciudadanos esperan que el Distrito piense en detener las obras y darle al parque un ‘nuevo respiro’.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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