por qué se produjeron y qué balance dejan


Casas y calles enteras inundadas. Salidas y carreteras bloqueadas. Cientos de personas sin agua, electricidad o alimentos básicos. Ese es el balance de lo que se vive hoy en Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul, en Brasil, que enfrenta la peor catástrofe climática de su historia por cuenta de las inundaciones causadas por las fuertes lluvias en el sur del país. 

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Las inundaciones causadas por las precipitaciones ya dejan un balance de 96 muertos y 1,5 millones de damnificados, en vísperas de nuevos temporales que van a afectar aún más a la región.

Además, la Defensa Civil ha contabilizado, hasta el momento, 131 desaparecidos y 362 heridos por las lluvias e inundaciones sin precedentes.

Barrio inundado en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil.

Foto:Imagen de satélite Maxar Technologies/ AFP

Rio Grande do Sul ha sido el estado de Brasil más azotado por las lluvias, con al menos 95 víctimas mortales, mientras que el vecino estado de Santa Catarina registró un fallecimiento.

En una rueda de prensa, Eduardo Leite, gobernador de Rio Grande do Sul, afirmó que hasta el momento 401 municipios se han visto afectados; lo que representa “prácticamente todo el estado”. Con una población de 11 millones de habitantes, Rio Grande do Sul tiene un total de 496 municipios.

¿Qué generó las inundaciones y cuál es el balance hasta ahora?

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¿Qué causó las inundaciones en el sur de Brasil?

La inundación en Porto Alegre se produjo tras diez días en los que llovió el equivalente a tres meses enteros en Rio Grande do Sul. 

Las precipitaciones alcanzaron tal nivel que causaron una elevación sin precedentes del nivel de los ríos, entre ellos el Guaíba, en cuya orilla se encuentra la capital de Rio Grande do Sul, y que se desbordó el pasado viernes.

El domingo, por ejemplo, el río alcanzó su máximo histórico, con un nivel de 5,31 metros, más de dos metros por encima de la cota de desbordamiento. Por encima también del récord de 4,76 metros que registró durante unas históricas inundaciones en 1941.

El lunes, además, el agua del río Guaíba terminó por anegar dos barrios más del centro de la ciudad brasileña de Porto Alegre debido a la desconexión de una bomba de drenaje, que se realizó por recomendación de la compañía de electricidad para evitar cortocircuitos.

Zonas inundadas en el barrio de Sao Joao en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil.

Foto:AFP

El agua invadió los barrios de Cidade Baixa y Menino Deus, obligando a evacuar a centenares de habitantes de esas zonas, así como a varios residentes de los hoteles que se encuentran en el sector.​

Los meteorólogos han atribuido estos acontecimientos climáticos extremos al fenómeno El Niño, que provoca un aumento de las precipitaciones en esta parte del país.

El climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino, por ejemplo, le dijo a la AFP que el “cóctel desastroso” que supone el cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil.

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Tenemos un cóctel desastroso que hace que la atmósfera sea más inestable y propicia las tormentas en Rio Grande do Sul

El especialista, jefe del departamento de Geografía de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, afirmó que “naturalmente: dada la geografía de América del Sur, con la Amazonía al norte, los Andes al oeste y el continente cada vez más estrecho a medida que se desciende hacia el sur, hacia la Antártida, Rio Grande do Sul siempre ha sido un punto de encuentro entre masas de aire tropicales y polares”.

​”Pero estas interacciones se intensificaron con el cambio climático. Cuando este se combina con el fenómeno El Niño (que se caracteriza por un aumento de la temperatura de las aguas del Pacífico) tenemos un cóctel desastroso que hace que la atmósfera sea más inestable y propicia las tormentas en Rio Grande do Sul”, explica.

Rescatistas buscan personas en el barrio de Humaita en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil.

Foto:AFP

La Organización Meteorológica Mundial también coincidió en un comunicado que “el desastre en Brasil, así como las inundaciones en curso en África Oriental, resaltan la necesidad de una respuesta más integrada a El Niño y los efectos del cambio climático”.

Pero según el diario brasileño O Globo, a las lluvias que explican las inundaciones también hay que añadir la geografía del sistema fluvial de Rio Grande do Sul, que propiciaron el desbordamiento del río y las posteriores inundaciones.

“Hay varios afluentes en el interior del estado que desembocan en el Guaíba, que en estado normal no generan problemas de inundaciones, pero con el aumento de las lluvias aumenta la cantidad de agua que alimenta el río. Por otro lado, (Guaíba) se enfrenta a dificultades de drenaje en la Lagoa dos Patos, la principal laguna de Rio Grande do Sul y la ruta hacia el Guaíba. Hay otras barreras que ralentizan el caudal: el movimiento del viento y una estrecha salida al océano Atlántico”, explica el diario citado.

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Hay varios afluentes en el interior del estado que desembocan en el Guaíba, que en estado normal no generan problemas de inundaciones

Se trata de la primera vez que las aguas han penetrado en la ciudad desde la construcción del sistema de muros y diques, en 1974. El río Guaíba inundó el centro histórico de Porto Alegre, la capital regional, y varias ciudades del área metropolitana, pero las inundaciones y los deslizamientos de tierra han causado enormes daños en numerosas localidades del interior del estado.

La crecida del río, sin precedentes desde 1941, también dejó prácticamente aislada a la capital del estado: inundó la estación de autobuses y obligó en la noche del viernes a suspender las operaciones en el aeropuerto internacional debido a las inundaciones en la pista de aterrizaje. 

Hoy la capital solo permanece conectada al resto de Brasil por una carretera, en dirección este, y el resto presenta bloqueos.

El agua también invadió muchos barrios a lo largo del litoral e incluso llegó a inundar el estadio de fútbol del Gremio, uno de los dos clubes grandes de la ciudad. 

Vista aérea del inundado estadio Beira-Rio en Porto Alegre.

Foto:AFP

Aunque han cesado las precipitaciones, las autoridades creen que las inundaciones seguirán durante varios días por el ritmo lento al que se evacua el agua. ​Al menos hasta la semana que viene, su nivel se mantendrá por encima de la cota de inundación, según el Servicio Geológico de Brasil.

El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, advirtió además que el nivel de los ríos “va a tardar en disminuir” y que el número de víctimas aún puede aumentar “mucho” debido a los deslizamientos de tierra.

¿Cuál es el balance de las afectaciones en el sur del país?

En total, ya son 1,5 millones de personas que sufren con la falta de alimentos, de medicinas y de servicios básicos como luz y energía.

Con el nivel del río Guaíba en máximos históricos, cientos de residentes de la capital del estado de Rio Grande do Sul empacaron lo mínimo necesario, dejaron sus casas y se trasladaron a alguno de los refugios públicos de la ciudad, mientras que otros tantos miles fueron a casas de familiares o amigos.

En total, unas 160.000 están refugiadas en casas de amigos o familiares y otras 48.799 en refugios improvisados por las autoridades.

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El agua llegaba hasta el cuello y no había botes suficientes ni ayuda para sacarnos de allí

Las inundaciones forzaron a miles a dejar sus casas por helicóptero, bote o directamente a nado. Es el caso por ejemplo de Suzana Martins, representante comercial de 50 años.

Después de pasar cuatro días aislada, Martins tuvo que “salir nadando de su casa” ubicada en un barrio residencial de la capital regional de Porto Alegre. Los vecinos le dieron un colchón inflable de los que se usan en la piscina para colocar encima mochilas con ropa y al perro, mientas que ella y su hijo seguían a nado.

“El agua llegaba hasta el cuello y no había botes suficientes ni ayuda para sacarnos de allí”, explicó.

Vista aérea de la inundada terminal de autobuses de Porto Alegre.

Foto:AFP

Con más suerte que Martins, a Regina Ribeiro, ama de casa de 62 años, la rescataron en bote después de que el agua inundó la portería del edificio en el vive desde hace 14 años.

“En el camino me asusté porque el bote se balanceaba. Si hubiese volcado, yo no sé nadar…”, aseguró. El esposo de Ribeiro, no obstante, no quiso salir y se quedó en el apartamento con dos galones de agua, unos kilos de arroz y pasta y un celular por si tenía que pedir socorro.

Shirley Martins da Costa, que a sus 65 años va a tener que volver a comenzar de nuevo, es otra de las refugiadas que ahora vive en los albergues.

Esta es la segunda vez que esta mujer, que sufre de diabetes y convive con una colostomía, sufre las consecuencias de las inundaciones, pues el barrio donde vivía en Navegantes, Farrapos, ya había sufrido con las precipitaciones del año pasado.

Evacuados de las inundaciones se instalan en un puente peatonal en el barrio de Humaita en Porto Alegre, Brasil.

Foto:AFP

​Por ahora, permanece junto con otras 499 personas en un pabellón deportivo en el barrio Menino Deus, donde las autoridades garantizaron que no habrá inundaciones pese a que varias calles aledañas está completamente anegadas.

Los temporales, de acuerdo a cálculos preliminares de algunos miembros del Gobierno nacional, también han destruido numerosas infraestructuras, como puentes y carreteras, cuya reconstrucción demandará “miles de millones”.

Al menos 42 carreteras de la región continúan con bloqueos totales o parciales en la región. “Las cifras siguen aumentando y lamentablemente anticipamos que siguen siendo muy inexactas porque la emergencia está en desarrollo”, dijo también el gobernador del estado.

¿Cómo va el operativo para distribuir ayuda?

​En medio de ese panorama, cargamentos de ayudas y donaciones provenientes de todo el país llegaron este martes a la urbe sureña, donde “la demanda más urgente es el agua”, destacó en rueda de prensa Sabrina Ribas, portavoz de Defensa Civil.

Más de dos tercios de Porto Alegre está sin suministro de agua corriente debido a que solo dos de las seis centrales de tratamiento de aguas están funcionando, informó la alcaldía de la capital estatal. “No hay previsión de normalización del sistema”, señaló la alcaldía, por lo que decretó el racionamiento de agua, que autoriza su uso solo para consumo esencial.

​En una operación “similar a una guerra”, la Marina brasileña enviará el miércoles a Rio Grande do Sul su navío “Atlántico”, el mayor buque de América Latina, con dos estaciones móviles de tratamiento de aguas.

​Actualmente ya hay desplegadas 42 aeronaves, 243 botes y 15.000 militares, que se suman a los equipos de las autoridades regionales y locales para ayudar a las víctimas y avanzar en la búsqueda de los desaparecidos.

Más de dos tercios de Porto Alegre está sin suministro de agua corriente.

Foto:AFP

La logística para distribuir agua y víveres es incesante, con “helicópteros que van y vienen para atender especialmente a municipios colapsados”, mientras se intenta liberar las carreteras.

El presidente Luiz Inácio Lula de Silva dijo que los “fondos de emergencia comenzarán a ser liberados” este martes para “los primeros socorros”.

Y aunque todavía no se “tiene dimensión de los estragos”, reiteró que “no faltarán recursos para atender las necesidades” del estado.

No faltarán recursos para atender las necesidades del estado

Además, si las lluvias demoran las cosechas en esta región agropecuaria, “tendremos que importar arroz y frijoles” al país para evitar incrementos de precios, advirtió.

El gobernador del estado también afirmó que se destinarán 200 millones de reales (unos 40 millones de dólares) para atender la emergencia. Y países como Uruguay y Argentina aportaron o pusieron a disposición equipamiento para rescate y personal especializado.

Figuras brasileñas también contribuyen, como el futbolista Neymar, que mandó un avión con donaciones, según una foto publicada en Instagram. Estoy “orando para que todo vuelva a la normalidad”, escribió el astro.

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Las fuerzas de seguridad detienen a un hombre que presuntamente estaba robando casas tras las inundaciones.

Foto:AFP

Además de las acciones de rescate y reubicación de familias, las autoridades locales intentan garantizar la seguridad, en medio de denuncias de robos de viviendas y temores de saqueos en zonas de Porto Alegre y su región metropolitana.

Para ello, movilizan unos 1.000 policías en todo el estado y solicitaron el refuerzo otras fuerzas, indicó Leite.

Además, la Secretaría de Seguridad del estado dijo que responsabilizará con “todo el rigor posible” la difusión de noticias falsas sobre la tragedia.

Alerta por la posibilidad de un nuevo temporal

Pero el anuncio de nuevos temporales a partir de este miércoles, y que serán más fuertes entre el viernes y el domingo, tiene en alerta a las autoridades que preparan desde ya las medidas de contingencia.

Según el Instituto Nacional de Metereología (INMET), en los próximos días se esperan “fuertes lluvias y tormentas”, además de vientos y posiblemente granizo, en el área más austral del estado de Rio Grande do Sul, en toda la zona fronteriza con Uruguay, debido a la llegada de un frente frío.

​La entidad señaló que en esa región se espera que las precipitaciones superen los 100 milímetros este martes y que alcancen los 150 milímetros el miércoles.

Personas son sacadas de una zona inundada en un vehículo militar de transporte tras las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias en Porto Alegre.

Foto:AFP

Por eso, el gobernador hizo un llamado a los habitantes de municipios que ya fueron afectados y que posiblemente volverán a caer en la mira de las lluvias para que permanezcan en los albergues y solo regresen a ver lo ocurrido con sus hogares cuando las autoridades confirmen total seguridad para sus vidas.

​”No es hora de volver a la casas ni de estar en los sitios que fueron afectados”, señaló el gobernador, quien además advirtió que las nuevas precipitaciones van a tener incidencia en varios municipios y en la zona metropolitana de la capital, Porto Alegre, donde se prevén deslizamientos.

​”Las cifras siguen aumentando y lamentablemente anticipamos que siguen siendo muy inexactas porque la emergencia está en desarrollo”, dijo el gobernador Eduardo Leite.

*Con O Globo (GDA), Efe y Afp



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