Daniel García Arizabaleta tenía todo listo para aspirar al Senado de la República en 2022 por el Centro Democrático. Era uno de los favoritos para quedarse con una de las curules uribistas. Pero su aspiración parlamentaria terminó cuando en marzo del 2022, poco antes de las elecciones, volvió a resultar salpicado por sus relaciones con la multinacional brasileña Odebrecht. Renunció a su candidatura y fue imputado por la Fiscalía por el delito de enriquecimiento ilícito.
García Arizabaleta era uno de los hombres más cercanos al expresidente Álvaro Uribe. Durante los gobiernos del exmandatario ocupó importantes cargos, como director de Coldeportes e Invías. Se perfilaba, además, como uno de los llamados a preservar el legado uribista.
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Era un consentido del Centro Democrático pero terminó dándole un duro golpe al partido y, especialmente, al excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga tras entregarla a la Fiscalía varias horas de grabación en las cuales se escucha a Zuluaga hablar de destrucción de evidencia y otras maniobras para ocular el ingreso de 1’610.000 dólares de Odebrecht a su campaña del 2014.

El aspirante presidencial uribista Óscar Iván Zuluaga durante la campaña del 2014.
Óscar Fabián Bernal. Archivo EL TIEMPO
García Arizabaleta, arquitecto de la Universidad San Buenaventura de Cali y miembro de una familia de tradición política en el Valle del Cauca -su tío Jaime Arizabaleta fue gobernador y congresista- comenzó su carrera política a finales de los 2000. Aspiró un par de veces al Concejo de Cali por movimientos independientes.
Pero tras los dos fracasos, llegó a la política tradicional de la mano del entonces candidato a la Cámara de Representantes por el Valle del Cauca Roy Barreas, fórmula de la candidata al Senado Claudia Blum.
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Fue ahí donde conoció a las personas que lo conectarían con Álvaro Uribe Vélez y terminó manejándole su agenda en el Valle del Cauca previo a las elecciones del 2002, en las que finalmente ganó Uribe.

El exdirector de Invías, Daniel García Arizabaleta, atendió el consejo de su abogado de no decir nada, hasta el momento, ante fiscal por caso Odebrecht.
Daniel Castro Álvarez /ETCE
Uribe lo nombró primero en Coldeportes y luego en Invías, pero en ambos cargos estuvo involucrado en polémicas y terminó siendo destituido e inhabilitado porque no cumplía con los requisitos para estar al frente de ambas entidades. Falsificó documentos y cambió manuales de función en su beneficio.
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“Yo soy respetuoso de las instituciones y en este caso de la Procuraduría, pero también soy consciente de que genero muchísima incomodidad en algunos sectores porque estoy luchando contra la corrupción. Estoy dispuesto a ir hasta la instancia pertinente para darles claridad a todos estos puntos”, le dijo a la revista Semana en septiembre del 2007 tras la decisión del Ministerio Público.
Tras salir de Palacio comenzó su relación con Odebrecht. La multinacional cuyos directivos fueron condenados por corrupción, lo contrató para ser su enlace en Colombia. Fue a finales del gobierno Uribe y estuvo trabajando para la compañía que obtuvo millonarias licitaciones en Colombia, entre ellos la Ruta del Sol.
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Según la Fiscalía, García Arizabaleta era un lobbysta oculto de la multinacional.
“Esta persona, entre 2009 y 2013, habría recibido pagos de la Constructora Norberto Odebrecht. Para hacerle llegar los dineros y no dejar trazabilidad de las transacciones, la multinacional lo hizo a través de la empresa Consultores Unidos, representada por Eduardo José Zambrano Caicedo”, dijo en un comunicado del ente acusador en marzo del 2022.
La campaña de Zuluaga
Cuando terminó su contrato con la polémica compañía brasileña regresó al uribismo. Por esos días, el Centro Democrático apenas estaba naciendo y él jugó un papel clave para la formación. Y una vez lograron 39 curules en el Congreso de la República en las legislativas del 2014 llegó a la campaña presidencial.
Comenzó a trabajar a la campaña Zuluaga Presidente, donde se desempeñó como asesor. Rápidamente se ganó la confianza de Zuluaga e, incluso, acompañó al entonces candidato a una cita en Brasil con el estratega Duda Mendonça, quien prestaba sus servicios para Odebrecht.

La multinacional Odebrecht pagó millonarios sobornos a funcionarios, empresarios, abogados y políticos en Colombia.
Sebastião Moreira / EFE
Tras la derrota, siguió trabajando en el partido y fue uno de los artífices de las regionales del 2015. Siempre estuvo ahí, pese a su inhabilidad, hasta 2022 cuando Uribe decidió darle un renglón en su lista.
De ganar, estaba destinado a ser una de las voces más importantes del uribismo en el Capitolio y el ante los cuestionamientos al partido por tener a alguien culpable por falsedad de documentos, fue defendido incansablemente. Dijeron en su momento que su nombre fue “sometido a un riguroso proceso de control de sus antecedentes fiscales, administrativos y legales”.
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Y la colectividad agregó que “García Arizabaleta no tiene ningún tipo de inhabilidad y que tampoco cursa en su contra ninguna investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación o la Contraloría General de la República, como consta en los correspondientes certificados que sirvieron de base para otorgarle el aval”. El partido, lo defendió y protegió, pero tras conocer que la Fiscalía lo iba a imputar no hubo más opción que pedirle su renuncia a la aspiración.
Se veía venir, entonces, que revelaría que Zuluaga, pese a que lo negó siempre, sí sabía del ingreso de recursos de Odebrecht a su campaña e, incluso, hace poco se había conocido que firmó un principio de oportunidad con la Fiscalía.
Hoy le dio un duro golpe al partido y al uribismo, que guarda silencio tras un escándalo que toca las entrañas de los suyos.
MATEO GARCÍA
REDACCIÓN POLÍTICA
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