Abby es el nombre de la perra que fue rescatada el pasado 6 de agosto por Rick Haley y Gerry Keene, este último espeleólogo (experto en el estudio de cuevas). El animal se encontraba a 500 metros de profundidad cuando Keene la encontró.
El sistema de cuevas ubicado en Missuri y con una extensión de 24,5 millas fue el lugar donde rescataron a Abby. Gerry comentó que vio al animal acostado sobre una piedra lisa, estaba delgada y muy débil. Le tomó una foto para luego salir al exterior en busca de ayuda.
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Haley, asistente del jefe de bomberos, se encontraba cerca al área cuando escuchó lo ocurrido y decidió ir al rescate de Abby. “No se sabe cuánto tiempo estuvo allí, pero sabíamos que teníamos que sacarla”, afirmó Rick a medios estadounidenses.
Los dos hombres acordaron en bajar a la cueva porque era la única forma de sacar al canino. “Si no la sacábamos, moriría allí. Sería una dura subida vertical para sacarla. Pero estábamos preparados para ello”, dijo Haley.
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Antes de bajar, Keene decidió mostrar la fotografía a los vecinos que viven cerca de las cavernas, uno de ellos reconoció a Abby, la mascota de un residente del sector que estaba desaparecida desde el 9 de junio.
Tardaron 15 minutos en llegar hasta la perra, pero sacarla les tomó una hora, debido a que debían ir con ella cargada en una maleta acolchada por túneles estrechos. “Tuvimos que moverla de mano en mano porque estaba bastante apretado y vertical”, explicó Haley.
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Cuando llegaron a la superficie, el dueño de Abby, Jeff Bohnert ya se encontraba allí y agradeció profundamente a los dos rescatistas. Luego la llevó con mucho cuidado para su casa con el fin de curarla.
Bohnert relató que el día de la desaparición, ella estaba jugando sin correa junto a su otro perro Summer y que para él fue muy preocupante no verla llegar a casa.
Actualmente, la perra se encuentra en recuperación y sus dueños se han encargado de darle todas la atenciones necesarias.
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