La incertidumbre por un nuevo éxodo masivo de venezolanos en la región es uno de los puntos marcados en rojo de acuerdo con la dirección que tome Venezuela el 10 de enero.
“Si Maduro prolonga esa agonía, el número de venezolanos que salen se multiplicará por diez y será una tragedia para Venezuela y para toda la región”, señaló la líder opositora María Corina Machado.
De los casi 8 millones de venezolanos que han emigrado en los últimos años, casi 3 millones lo han hecho hacia Colombia, el país que es el mayor receptor de estos migrantes.
Según el Observatorio de Migraciones, Migrantes y Movilidad Humana (OM3) de la Unidad Administrativa Especial Migración Colombia, con corte al 15 de diciembre (última actualización) de los 393.975 migrantes irregulares en tránsito que tuvo el país en 2024, 296.694 tenían nacionalidad venezolana. Lo anterior representó una disminución del 12 por ciento respecto al mismo periodo en 2023. Y el paso en la frontera colombo-venezolana figuró como la mayor zona de ingreso de tránsito irregular con 57,8 por ciento, seguido por la frontera con Ecuador (41,5 por ciento).
Si bien la dinámica actual no registra un aumento, las alarmas desde ya están encendidas. Charlotte Slente, secretaria general del Consejo Danés para Refugiados (DRC, siglas de Danish Refugee Council), señaló que este el Consejo se están poniendo “las pilas” para responder a una posible oleada con la probable renovación del poder del régimen de Nicolás Maduro. “En este momento, el flujo migratorio no ha aumentado y se espera que este se mantenga durante los próximos meses. Las autoridades colombianas y las organizaciones que trabajamos en los temas de ayuda humanitaria tendremos que estar listos para realmente poder apoyar el flujo migratorio, si llega”, le dijo a este diario.
Según Slente, la opción de salir hacia Colombia seguirá siendo viable para los venezolanos, pues “viven cerca de su país de origen, pueden estar en contacto con familiares que se quedaron allá y pueden mirar las posibilidades de volver a Venezuela cuando sea factible hacer eso”.
Por su parte, Donna Cabrera, antropóloga especializada en migraciones, indicó que ante el descontento generalizado que habría Venezuela por una frustrada esperanza por el cambio y otras tensiones de tipo humanitario, social y económico, le pueden ver empujados a salir buscando otras opciones de vida.
No obstante, plantea que puede haber una reconfiguración de los países de destino y tránsito ante el endurecimiento de medidas migratorias por parte de Estados Unidos, según lo anunciado por el presidente electo, el republicano Donald Trump. “Países como Argentina y Panamá también han tomado rumbos restrictivos en sus políticas migratorias que pueden impactar la dirección de los flujos de personas venezolanas en la región. Claramente tenemos otras oportunidades con otros países que pueden ser un poco más abiertos y receptivos como Uruguay y Brasil”, apuntó.
En el monitoreo y seguimiento constante que hace la embajada de Colombia en Caracas no hay una muestra que indique una dinámica de cambio en los flujos migratorios, al menos en el corto plazo. Ahora bien, se entiende que es “innegable” que una situación económica negativa e incluso el deterioro de la seguridad en Venezuela pueden modificar esta dinámica.
Departamentos fronterizos, los más preocupados
Sin embargo, en los departamentos fronterizos existe una amplia preocupación pues consideran que un aumento del flujo sobrepasaría su capacidad de respuesta en varios sectores, especialmente en seguridad, salud y educación.
“La situación migratoria en la frontera colombo-venezolana va a seguir siendo muy dinámica. En algunos países al límite eso implica que la capacidad de recepción de personas procedentes de Venezuela no es la misma que hace unos años”, agregó Cabrera.
Según el Sistema de Información Platinum de Migración Colombia, con corte al 30 de noviembre de 2024, en la actualidad hay 2’808.165 venezolanos en el país. De esta cifra, 148.192 están en situación regular, 336.786 en proceso de regularización, 1’938,244 autorizados y 384.943 en irregularidad.
María Clara Robayo, del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, aseguró que se requiere de un diálogo hemisférico entre los países que enfrentan los grandes efectos de la diáspora venezolana mientras el continente aguarda por el desenlace de los acontecimientos en Caracas.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Periodista de Política