Estados Unidos: ¿Qué hay detrás de las pullas de Biden contra Trump? – EEUU – Internacional


La democracia estadounidense está bajo seria amenaza. Y detrás de ello hay solo una persona, el expresidente Donald Trump, que está empeñado en destruir sus fundamentos a través de mentiras y la promoción de la violencia.

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Ese fue el eje del discurso que pronunció Joe Biden este jueves en Filadelfia y que fue visto como la primera salva en la batalla de los demócratas por retener el control del Congreso en las próximas elecciones legislativas de noviembre.

 Según Biden, Trump y sus aliados republicanos de extrema quieren devolver al país a una época en la que “no existía el derecho a escoger, a la privacidad, a casarse con quien se ama”.

Aunque el presidente indicó que no todos los republicanos creen esta visión retrógrada y antidemocrática, el partido como tal está dominado hoy día por esas fuerzas y por eso debe ser derrotado en los comicios.

“No hay duda de que el partido republicano de hoy está controlando e intimidado por Trump y los MAGA Republicanos (Make America Great Again), el slogan de la campaña del expresidente en el 2016). Ellos representan un extremismo que amenaza los mismos fundamentos de nuestra república” dijo Biden.

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Por mucho tiempo, continuó el mandatario, “nos dijimos que nuestra democracia estaba garantizada, pero no lo está. Tenemos que defenderla, protegerla. Cada uno de nosotros…Voten, voten, voten”, concluyó Biden el discurso en una ciudad que se considera la cuna de la democracia en este país.
 

Las críticas de Biden contra sus rivales  

Las críticas de Biden contra sus rivales políticos tienen mucho asidero.

A pesar de su nítido triunfo en las elecciones del 2020 y a que más de 50 jueces -en su mayoría republicanos- desecharon todas las demandas por un supuesto fraude, tanto Trump como sus aliados han continuado atacando los resultados.

Al punto de que hoy más del 70 por ciento cree que las elecciones fueron ilegítimas. Más aún, basado en la mentira del fraude, vienen aprobando leyes a nivel local para suprimir el voto de las minorías y otorgarse poderes que antes le correspondía a las autoridades electorales.

De hecho, según un estudio reciente del Washington Post, más de la mitad de los candidatos electos por los republicanos en las primarias para representarlos en noviembre, son “negacionistas electorales”, que han prometido darle el triunfo si un escenario similar se presenta en el futuro.

A pesar de ello, el ataque frontal de Biden tiene en este momento un claro objetivo electoral. Por lo general, el partido en el poder -en este caso los demócratas- suelen perder terreno en las elecciones de mitad de término porque son vistas como un referendo sobre los dirigentes. Y en este caso, se hablaba de una marea roja que le devolvería a los republicanos el control del legislativo.

Con la popularidad de Biden por el piso, los precios de la gasolina en las nubes y la galopante inflación era un resultado que ya se daba por descontado. El ambiente, sin embargo, ha comenzado a cambiar. Tanto la gasolina como la inflación han comenzado a caer y Biden ha ido mejorando en las encuestas. Así mismo, han surgido otros temas como la decisión de la corte que acabó con el derecho al aborto en EE.UU, que han motivado electoralmente a los demócratas y puesto a los republicanos a la defensiva.

Hoy, de acuerdo a las predicciones que hace el Cook Report, ya no está claro que ganarán las elecciones. El Senado, que antes se veía viable, ahora se ve difícil mientras que la Cámara, cuya victoria se ve segura, ahora está en un territorio más competitivo.

En una serie de elecciones especiales que se han realizado en estos últimos meses, los demócratas han comenzado a ganar donde no se esperaba. La más reciente en Alaska, donde por primera vez en 50 años ganó una representante de este partido derrotando a la excandidata presidencial Sarah Palin, que era respaldada por Trump.

De hecho, hace poco Mitch McConnel, el líder de los republicanos en el Senado, dijo que este órgano estaba en riesgo porque se estaba eligiendo a malos candidatos. En su mayoría, candidatos señalados por Trump y que representan esta visión extrema de la que habla Biden.

Tanto el presidente como los demócratas están viendo esto como una oportunidad política. En lugar de que las elecciones sean un referendo sobre su gestión, un supuesto bajo el que probablemente perderían, están buscan transformar los comicios en una verdadera elecciones entre dos bandos: Trump y sus extremistas Vs. defensores de la democracia y los derechos fundamentales.

Muchos republicanos, en privado, lamentan este giro que ha dado el partido por acomodarse al poder de Trump, que es indudable entre la base, pero que podría costarle en las elecciones generales.

Nadie sabe si la estrategia le funcionará a los demócratas. Por tradición y por el estado de la economía, que es lo que más suele pesar en este tipo de comicios, siguen teniendo todas las de perder.

Pero la sombra de Trump y la nominación de una gran cantidad de MAGA republicanos para las elecciones de mitaca le ha devuelto las esperanzas. Y Biden, con su discurso, estaba explotando esta nueva realidad.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington

En Twitter @sergom68

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