Accidente San Cristóbal: los minutos de pánico que dejó camión sin frenos – Bogotá

Brayan Estiven Matías y María del Pilar Olivero estaban a punto de dormir en una de las habitaciones del primer piso de su apartamento en el barrio San Martín de Loba, en San Cristóbal. Eran las 10:18 de la noche y el bebé de un año Jordán Mateo estaba con su tía Lorena en la sala. Afuera, sobre la carrera 1.ª con calle 41 sur, se acababa de ir un señor que vende tintos, mientras que algunos terminaban de llegar de su trabajo.

Dos minutos después, un estruendo les hizo caer en cuenta de lo frágil que puede llegar a ser la vida.

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Un camión sin frenos y a máxima velocidad se llevó todo lo que encontró por lo menos en dos cuadras en pendiente. ¿El saldo? La destrucción de ocho carros, varios postes de luz, señales de tránsito y hasta la vida de uno de los perritos de este barrio en el suroriente de la capital del país.

En el suelo quedó la mercancía que llevaba: tornillos, tuercas, lonas para empacar arroz, una silla masajeadora y litros de pintura que terminaron manchando las fachadas de las viviendas.

“Sentí como un huracán. Fue como el ruido de cuando baja una avalancha y luego el golpe seco que sacudió la casa. Me acuerdo que grité: ‘Brayan, se metió un carro, saque al niño’”, cuenta Olivero sobre la noche del miércoles en la que un vehículo sin frenos impactó la fachada del apartamento que tiene en arriendo.

Algunos de los vehículos dañados eran taxis. El único sustento para varios vecinos.

Foto:

Mauricio Moreno / EL TIEMPO.

Ella, a su vez, cuenta que el susto fue aún más grave al percatarse de que el golpe fue cerca de donde se encontraba su bebé con su cuñada. El impacto derribó parte de la estructura interna de la casa y rompió algunas ventanas.

En ese momento empezaron a escuchar gritos de auxilio en la calle. Se trataba del conductor del camión, que no sentía las piernas y, a pesar de que hizo todo por no chocar, terminó entre las latas del vehículo, que quedó en pérdida total. El hombre fue auxiliado por los bomberos, quienes cortaron los metales para extraerlo y brindarle la ayuda médica. Él fue la única persona herida y se recupera de una lesión en sus piernas.

Deysi Espinosa, dueña del camión, estima las pérdidas en más de 80 millones de pesos y dice que no encuentra explicación de por qué el conductor tomó esa ruta si se dirigía hacia el Meta con destino a Villavicencio, Puerto Gaitán y San Martín. Debió haber tomado la antigua vía al Llano.

El desastre se presentó en la noche del miércoles y generó afectaciones en varias viviendas de San Martín de Loba.

Foto:

Mauricio Moreno / EL TIEMPO

Este fue el daño en una de las casas en San Cristóbal

“Un milagro que las casas no se hayan caído”, decían los habitantes del sector que se acercaron al lugar del accidente sobre las 11 de la noche. Sin embargo, el riesgo todavía seguía. Las autoridades tuvieron que evacuar a 50 familias por la cantidad de cables de energía que quedaron en el piso y por el daño a contadores de gas.

A su vez, el temor de la familia Matías Olivero fue el constante olor a químicos, que persistía hasta ayer. “Tuvimos que salir de aquí con el bebé porque quién sabe en qué momento ese camión estallaba”, asegura Olivero, quien fue una de las habitantes del barrio que pasaron la noche en vela cuidando a sus familias de una tragedia peor.

Otros esperaron a que se restableciera la luz porque esto estaba afectando sus comercios. Era el caso de un asadero, al que se le estaba descongelando el cuarto frío.

En la mañana de ayer, llegaron algunos integrantes de empresas como Transporte San José del Guaviare y Lógica y Transporte HM a recoger lo poco que aún se conservaba de la mercancía y que había contratado el servicio del camión. Para ellos, las pérdidas fueron muy graves. Entre los elementos dañados está silla masajeadora con control que cuesta alrededor de 3 millones de pesso. Solo por el envío habían pagado 500.000 pesos.

“Sentí como un huracán.
Fue como el ruido
de cuando baja una avalancha y luego
el golpe seco que sacudió la casa. Fue mucha angustia”.
María Olivero
Residente afectada

Entre tanto, los dueños de la casa de al lado, que también resultó afectada por el golpe, no reportaron pérdidas humanas, como señaló María Mesa, nieta de la propietaria. La entrada de esta vivienda quedó tapada por escombros y mercancía. En el suelo también estaban las maderas del camión de estacas, plásticos, pintura, un zapato, el parachoques, las luces del vehículo y miles de tuercas, que fueron recogidas por algunos habitantes del sector.

Matías recuerda que este no es el único caso que sucede en el sector. Hace dos meses se había presentado un hecho similar con un taxi y hace un año, con una camioneta. Por lo que les pide a las autoridades que les colaboren con reductores de velocidad, más señalización o la prohibición de vehículos de carga pesada. Sobre todo, en la bajada de la calle 41 sur, que representa un riesgo latente para los habitantes.

En el suelo quedó la mercancía que llevaba el vehículo: tornillos, tuercas, lonas para empacar arroz, una silla masajeadora y litros de pintura que terminaron manchando las fachadas de las viviendas.

Foto:

Mauricio Moreno / EL TIEMPO

No es la primera vez que sucede

El accidente en San Martín de Loba es una muestra de un problema mayor como lo son los siniestros viales. Según la Secretaría Distrital de Movilidad, entre el 1.º y el 6 de enero, se han registrado 87 casos. De estos, 62 han sido por choque, 18 por atropello, tres por caída de ocupante, tres más por volcamiento y otro por causas no especificadas. Esto ha dejado un saldo de 76 lesionados, de los cuales cinco han resultado muertos.

Durante el 2022, en Bogotá se registraron 25.371 siniestros (como choques, atropellos, caída de ocupante), lo que equivale a casi 70 incidentes en las vías por día. En estos hechos hubo 12.289 heridos y 533 fallecidos. Tan solo en la localidad de San Cristóbal se presentaron 813 siniestros y las principales causas fueron los choques y atropellos. Se registraron 18 fallecidos, de los cuales nueve era peatones y cinco, motociclistas.

KEVIN RAMÍREZ QUINTERO 
Escuela de Periodismo y Multimedia EL TIEMPO


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