De manera silenciosa, personal de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) viene trabajando en sacar hasta el último residuo de gas metano que se encuentra encapsulado en el vasto terreno donde en el futuro se construirá el parque metropolitano Gibraltar.
Hoy es un gran lote de 56 hectáreas, lleno de rastrojo y rodeado por una malla metálica, que cuidan personas de una empresa de seguridad privada y cerca de una decena de perros callejeros que fueron llegando al lugar y lo convirtieron en su hogar.
En ese predio, ubicado cerca del terreno donde se construye el patio taller de la primera línea del metro y de los canales de Cundinamarca y Tintal II, funcionó entre 1980 y 1988 el botadero de basuras de Bogotá, que fue reemplazado por el relleno sanitario Doña Juana.
Durante cerca de ocho años se enterraron millones de toneladas de residuos –se estiman que fueron unas 3.400 toneladas de basura al día–, que en el proceso de descomposición no solo generaron lixiviados sino también gases, entre ellos metano, que es altamente inflamable.
“Hoy, eso que fue relleno está en una fase madura en la que ya no hay descomposición de basura, porque los nutrientes se agotaron, y lo que nos queda son unos excesos de metano, principalmente, y lo que buscamos es extraerlos para rehabilitar el predio para los usos futuros que se tienen planeados”, explicó Reyes.
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El parque Gibraltar tiene un área de 56 hectáreas. Allí se construirá un espacio para recreación y el deporte.
Daniel López. Unidad de Video
En ese espacio el IDRD tiene proyectado construir el principal polo de desarrollo de recreación y deporte del suroccidente de la ciudad. El parque incluirá un velódromo de competencia internacional, un Centro Felicidad y otro de Alto Rendimiento de deportes bajo techo.
Antes de empezar las obras del más moderno parque que tendrán los bogotanos y que estará ubicado en la localidad de Kennedy, en límites con Bosa, se le debe sacar todo el gas que, después de más de 30 años, ha quedado enterrado en esa zona.
Con ese fin, la Empresa de Acueducto adelanta desde hace más de dos meses el proceso de desgasificación del predio. Previamente se realizaron estudios que permitieron determinar las zonas donde había mayor acumulación de metano.
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Luego siguió la fase de perforación del suelo e instalación de “chimeneas”, que son tubos adecuados para recoger el gas atrapado en la tierra y sacarlo a la superficie, donde se libera. Estas actividades comenzaron el 2 de junio y finalizaron a mediados de julio pasado.
“Esta obra es de vital importancia para los habitantes del sector y para los bogotanos. Avanzamos de manera segura y cumpliendo los compromisos establecidos, al hacer una adecuada gestión en el manejo del gas que aún queda almacenado en el terreno, cumpliendo con los requerimientos señalados por la Secretaría de Ambiente”,le dijo a EL TIEMPO la gerente de la EAAB, Cristina Arango, al referirse al proceso de desgasificación del predio.
En el terreno se instaló un centenar de estructuras tubulares –denominadas chimeneas– que fueron introducidas en diferentes sitios –en unos, a 60 metros de distancia, y en otros, a 100 metros– y profundidades que pueden variar entre 4 y casi 10 metros.
“Después de instaladas las chimeneas, que operan sin ayuda mecánica, empieza el proceso de seguimiento, a través del monitoreo de gases, que consiste en medir el caudal que se extrae”, agrega el funcionario. Dichas mediciones se realizan dos veces por semana y se harán hasta cuando ya no se registre la salida de gases.
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“La condición establecida por la autoridad ambiental es que un vez tenga tres datos de monitoreo consecutivos con marcaciones por debajo del nivel de detección de caudal de salida de gas, se puede considerar terminado el proceso de drenaje”, aclara Reyes.
Todo este proceso se viene realizando, según el Acueducto, con el acompañamiento de la Secretaría Distrital de Ambiente y del Cuerpo Oficial de Bomberos.
De las 100 chimeneas instaladas en el terreno donde se construirá el parque Gibraltar, en 11 ya no se está detectando salida de gases. Se prevé que el proceso concluya antes de noviembre próximo, cuando se espera que ya todas las chimeneas dejen de registrar salida de gases.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
En Twitter: @guirei24
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